La Actividad Fisica En Los jóvenes

Uno de los problemas que actualmente se ve con las avanzadas tecnologías es el sobrepeso, afectando en su mayoría a los adolescentes. La falta de supervisión de los papás hace que una nueva generación nazca y pudre las cabezas de sus retoños con ideas como ejemplo: “Te vas a romper un hueso si sales a la calle”, “No pierdas el tiempo en algo que no te dará de comer”, “No estás hecho para ese tipo de actividades”. Lamentablemente estas palabras tienen consecuencias porque crean temor, lo que lo transforman en desconfianza en sí mismos, el niño se sentirá desmotivado. La actividad física empieza desde que se nace, ya que se asocia con efectos psicológicos beneficiosos en jóvenes porque tienen un mejor control con la ansiedad y la depresión. Asimismo, la actividad física puede contribuir al desarrollo social de los jóvenes, dándoles la oportunidad de expresarse y fomentando la autoconfianza, la interacción social y la integración. También se ha sugerido que los jóvenes activos pueden adoptar con más facilidad otros comportamientos saludables, como evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas, y tienen mejor rendimiento escolar.

Se recomienda a una edad de 5 a 17 años ejercitarse todos los días de la semana. Sin embargo, la actividad física tiende a disminuir durante la adolescencia. Muchos adolescentes abandonan los deportes organizados y la participación en clases diarias de educación física queda en el pasado semana. Pero si existiera una oportunidad e interés, los adolescentes podrían beneficiarse casi de cualquier actividad que disfrute, como andar en patineta, patinar sobre ruedas, yoga, natación, danza, futbol.

Existirán adolescentes como yo que les gusta tener buen aspecto hablando de la imagen física. Un joven puede levantar pesas pero solo bajo la supervisión de un experto porque a la larga si no lo hacemos correctamente podríamos quedar con algún trauma en los huesos o afectar en el desarrollo del cuerpo.

Los adolescentes pueden integrar la actividad física en las rutinas diarias; por ejemplo, caminar hasta la escuela, hacer tareas del hogar o encontrar un trabajo activo de medio tiempo. Pueden ser consejeros en campamentos o colonias de vacaciones, cuidadores de niños o asistentes del entrenador en equipos deportivos de jóvenes. Todos ellos son trabajos que permiten mantenerse activo.

Los adolescentes enfrentan numerosas presiones sociales y académicas, además de lidiar con cambios físicos y emocionales. Los estudios indican que, en promedio, los adolescentes dedican más de 6 horas diarias a diferentes medios de comunicación, incluye la televisión, navegar por internet, usar el celular o jugar videojuegos. No resulta sorprendente que los adolescentes no puedan encontrar el momento para hacer ejercicio, y muchos padres no pueden motivarlos para que estén activos. ¿A quién no le han negado su deporte favorito a cambio de buenas calificaciones? Los padres deben intentar ceder a los adolescentes el control sobre la forma en que decidan mantenerse activos físicamente. Los adolescentes se están definiendo como individuos y desean el poder de tomar sus propias decisiones.

En el 2007, solo el 17% de estudiantes de secundaria participaron en al menos 60 minutos de actividad física cada día, y solo el 30% asistía

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