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La Belleza


Enviado por   •  20 de Febrero de 2013  •  30.234 Palabras (121 Páginas)  •  379 Visitas

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Tema:

La

Belleza

Como

Profesión

Artesanal

Marco Teórico

Historia de la Belleza

En la Prehistoria

De esta época poseemos muy poca información para poder hablar con exactitud, podemos hablar de sus inquietudes artísticas plasmadas en numerosas pinturas.

Los pintores paleolíticos ya conocían colorantes que utilizaban diluidos en excipientes grasos y que se han conservado fosilizados. Estos pigmentos nos hacen pensar que eran utilizados para adornar su cara y cuerpo.

Se han descubierto restos de sulfuro de antimonio, tubos de pasta ocre de junco y diversos enseres que nos da a pensar que servían para cuidados estéticos.

En la Mesopotamia

Las fuentes son bastantes escasas. El ideal de belleza de la época eran caras delgadas, piel clara, cabellos claros o negros y cejas largas.

Sabemos que fabricaban diversos tipos de perfumes. Su mitología nos cuenta que la diosa Istar retocaba sus ojos para llevar su seducción hasta los infiernos. Los ojos se destacaban y se agrandaban con khol, una especie de máscara a base de antimonio. (También utilizado en la actualidad). También utilizaban productos similares como el polo e oro, el rojo Illera y el kalu. Las cejas las pintaban en un solo trazo.

También practicaron la depilación y el cuidado de las uñas, dientes y orejas.

En Palestina

Para hablar de palestina hay que tener en cuenta las influencias que ejercieron Persia y Egipto, que despertaron su afición por los perfumes y cosméticos.

La fuente principal la tenemos en un libro de larga historia como es "La Bilblia" y sobre todo el antiguo testamento, donde encontramos gran información sobre los cuidados estéticos de este pueblo.

El ideal femenino de la época era cuello largo, ojos redondos, cabellos negros, labios rojos y dientes muy blancos.

La gran fertilidad de sus tierras, ponía a disposición gran cantidad de materias primas que crecían espontáneamente como la almáciga, el azafrán, la alheña, el aloe. etc.

La mujer pintaba sus ojos con khol. Utilizaba polvos a base de alheña para teñir las mejillas de rojo y rojo anaranjado. Para suavizar la piel utilizaban ungüentos, aceites, perfumes, para lavarse utilizaban un jabón compuesto de potasa o álcali extraído de las cenizas de plantas como la haya.

Edad Media

La mujer de la Edad Media soportó las consecuencias de una época caracterizada por la austeridad, las frecuentes guerras y las grandes epidemias.

El cuidado de la belleza resurge, sin embargo, en los siglos XI al XIII al organizarse en Occidente las Cruzadas para recuperar los llamados “Santos Lugares”, entonces en manos de los musulmanes.

Estas guerras originaron contacto e intercambios con otras culturas y consecuentemente se introdujeron nuevas técnicas sobre afeites y cosmética que suplieron las ya existentes en Europa. La nobleza, en este periodo, se recluye en sus castillos. Son los vendedores ambulantes de bálsamos, artículos de tocador e hierbas medicinales, que van de castillo en castillo vendiendo sus productos, quienes conservarán y renovarán los secretos de la cosmética. Éstos se guardan en la “muñeca para adornarse”, nombre que se le daba al tocador. El tocador medieval era un hermoso y complicado mueble, lleno de cajones y espejos que, al estar cerrados, daban al tocador la apariencia de un escritorio.

Durante los primeros siglos de la Edad Media los nobles no descuidaban la higiene personal. En las ciudades, los baños públicos eran visitados con frecuencias por éstos, mientras que en los castillos las damas se bañaban en agua fría perfumada con hierbas aromáticas.

Pero a medida que la Edad Media avanza, estas costumbres se van olvidando. Los perfumes de fuerte olor sustituirán poco a poco a la más mínima higiene corporal.

El Renacimiento: Nuevo Resurgir de la Estética.

A la Edad Media le sucede el Renacimiento, época en la que los valores estéticos toman un nuevo impulso, olvidados desde Grecia y Roma.

La sensibilidad por el arte, la filosofía y la cultura en general, adquieren en el Renacimiento una importancia clave. Es el momento del florecimiento del arte italiano, de los mecenas, de la concepción filosófica del hombre como “hombre-total”, sin especializaciones.

La estética, en todos los campos creativos, llega a cotas refinadísimas. La belleza lo abarcará todo y por tanto la estética femenina formará también parte de esta armonía que envuelve la vida de la Italia renacentista.

Este país se convertirá en el centro europeo de la elegancia. Las nuevas propuestas de la moda, la belleza y la estética salen de Italia para influir en las cortes de Europa.

En el siglo XVI los monjes de Santa María Novella, en Florencia, crean el primer gran laboratorio de productos cosméticos y medicinales.

El ideal de belleza de mujeres nobles italianas consistía en tener un cuerpo de formas muy curvadas, la frente alta y despejada, sin apenas cejas y la piel blanquecina.

Tener el pelo rubio era sinónimo de buen gusto y para conseguirlo mezclaban los extractos más inverosímiles.

Los primeros tratados de belleza y cosmética aparecieron en Francia e Italia durante estos siglos. En 1573, en Paris, sale el libro “Instrucciones para las Damas Jóvenes” y en Italia el libro de Catalina de Sforza “Experimentos”. En este libro encontramos toda clase de recetas cosméticas y perfumería, escritos sobre maquillaje, para corregir defectos del cuerpo e incluso reconciliar matrimonios.

En el siglo XVI Catalina de Médicis, interesada por todo lo referente a la estética, dedico gran parte de su tiempo al estudio de ungüentos y combinaciones de cremas. Más tarde, al convertirse en reina de Francia, llevo consigo a los mejores especialistas en perfumes de Florencia, quienes se impusieron en el arte de la perfumería.

Fue precisamente una de sus más íntimas amigas quien instaló en Paris el primer Instituto de Belleza. A pesar de los cambios producidos, todavía la higiene personal dejaba mucho que desear. Las memorias personales de los nobles

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