ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Casa De Tebas

chloellovet29 de Septiembre de 2013

1.080 Palabras (5 Páginas)521 Visitas

Página 1 de 5

LA CASA DE TEBAS:

Ofender a los dioses

ESTA HISTORIA TRATA DE LO QUE LOS GRIEGOS ENTENDÍAN COMO LA MALDICIÓN FAMILIAR: UNA OFENSA CONTRA UN DIOS QUE SE CASTIGA A LO LARGO DE GENERACIONES SUCESIVAS.

LOS MIEMBROS DE ESTA FAMILIA OFENDEN CONSTANTEMENTE A LOS DIOSES DEBIDO A LA FALTA DE JUICIO, ARROGANCIA Y HARMATÍA. LA MALDICIÓN TERMINA SOLAMENTE CUANDO ACABA LA EXISTENCIA MISMA DE LA FAMILIA Y LA CIUDAD QUE SUFRE BAJO SU GOBIERNO QUEDA LIBERADA.

Layo era el rey de Tebas. Afligido por no poder tener hijos, consultó secretamente con el Oráculo de Delfos del dios Apolo. El oráculo le informó que este aparente infortunio era, de hecho, una bendición, porque un hijo nacido de su esposa Yocasta se convertiría en su asesino. En consecuencia, el rey se deshizo de Yocasta, aunque no le informó del motivo. Ella, furiosa, hizo que Layo se emborrachara y lo retuvo en sus brazos toda la noche. Cuando, después de nueve meses, Yocasta tuvo un hijo, Layo arrebató al niño de los brazos de la niñera, atravesó sus pies con un clavo y lo dejó al aire libre en una montaña. Este fue el primer pecado de la Casa de Tebas contra los dioses; pues Apolo y su hermana Artemisa, protectores ambos de los niños, tomaron debida nota de este acto perverso.

Gracias a su intervención, el niño no murió en la montaña. Un pastor corintio lo encontró, le puso por nombre Edipo (que significa pie hinchado), porque sus pies quedaron deformados por la herida del clavo, y lo trajo a Corinto. Los reyes de Corinto acogieron al niño y lo criaron como si fuera de ellos, ya que no tenían hijos y ansiaban tener un varón. Edipo creció pensando que era el heredero del trono de Corinto. Pero cierto día, provocado por un joven corintio que afirmó que no se parecía en lo más mínimo a sus supuestos padres, Edipo viajó a Delfos a fin de preguntar al oráculo qué era lo que el futuro le tenía deparado. El dios Apolo previno a Edipo de que asesinaría a su padre y se casaría con su madre.

Horrorizado por esta profecía, Edipo decidió no regresar a Corinto; estaba determinado a demostrar que el dios se había equivocado. Este fue el segundo pecado de la Casa de Tebas contra los dioses; pues nadie desafía la voluntad de Apolo impunemente, por más cruel e incomprensible que esa voluntad pueda parecerle. En un estrecho desfiladero cercano a Delfos, mientras viajaba a pie, Edipo tropezó con el carro del rey Layo (a quien, naturalmente, no reconoció). Layo ordenó al joven desconocido que se apartara del camino y cediera el paso a sus superiores. Edipo se puso furioso y replicó que no reconocía a ningún superior excepto a sus padres y a los dioses, ajeno a la ironía de su afirmación. Layo, en represalia, pasó con la rueda de su carro por encima del pie de Edipo, reabriéndole la antigua herida. Montando en cólera, Edipo arrojó a Layo sobre el camino, hizo que los caballos pasaran por encima de él y abandonó el cadáver insepulto sobre el polvo.

Entre tanto, Tebas estaba afligida por una maldición. De hecho, Layo también se había ido a Delfos, para preguntar cómo librar a la ciudad de la temida Esfinge. Este monstruo había sido enviado por la diosa Hera para castigar a Tebas por el rapto y secuestro de un joven, que Layo había llevado a cabo (esta era la tercera ofensa de la Casa de Tebas contra los dioses, por ser Hera la protectora de la familia). El monstruo se estableció a las puertas de la ciudad y le proponía a cada viajero un acertijo: «¿Qué ser, con una sola voz, tiene a veces dos pies, a veces tres, a veces cuatro, y es más débil cuanto más tiene?» Aquellos que no eran capaces de resolver el acertijo eran degollados de inmediato, y el camino estaba lleno de cadáveres medio devorados.

Edipo, al acercarse a Tebas, poco después de haber matado a Layo, acertó con la respuesta. «El hombre»,

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (6 Kb)
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com