La Ciencia De Hacerse Rico

LA CIENCIA DE HACERSE RICO

La obra “La Ciencia de Hacerse Rico” de Wallace D. Wattles hace referencia a una serie de prácticas que el hombre debe llevar a cabo acertadamente para enriquecerse.

El hombre tiene el derecho a ser rico y tiene las mismas oportunidades de serlo, pues hay suficiente riqueza para todos. Se presume que para vivir una vida plena debemos ser ricos y que el objeto de la vida es el desarrollo tanto mental como espiritual y físico y para lograr esto, gozamos de una libertad para usar las cosas realmente necesarias. Por ello tenemos que aprovechar al máximo nuestras posibilidades.

Wallace manifiesta que existe una ciencia exacta para hacerse rico y que para que el hombre se enriquezca tendrá que hacer las cosas de un cierto modo, pues la riqueza no es resultado del ahorro, ni es producto del ambiente, tampoco es resultado de hacer cosas que otros no logran hacer, al contrario la gente con y sin talento se enriquece al hacer las cosas de un cierto modo, para que se pueda apropiar de lo que es suyo cuando le llegue.

Asimismo debemos aprender a pensar de cierto modo, para así tener la capacidad de formar cosas en nuestro pensamiento y a la vez conseguir que estas sean creadas. Tolo lo que hay sobre la tierra está hecho de una sustancia original, de la que todas las cosas proceden, esta sustancia original es una sustancia sin formar y nuestro pensamiento es el único que puede producir la riqueza tangible a partir de ésta.

Por otro lado, es necesario que el hombre pida continuamente la expansión de la vida la cual le permita enriquecerse para poder alimentarse y estar alegre, para rodearse de las cosas hermosas de esta vida, para alimentar el ama y desarrollar su capacidad intelectual, para amar al prójimo, entre otros. La sustancia inteligente hará cosas por nosotros pero no se las quitará a alguien para dárnoslas.

El hombre no debe quitarle nada a los demás, no debe hacer negocios turbios ni tampoco engañar y aprovecharse de los demás, no debe codiciar los bienes del otro, al contrario debe crear y no competir y de esta manera conseguirá todo lo que quiere.

Pero ¿cómo haremos que la riqueza llegue a nosotros? pues cuando se realicen transacciones con otras personas debemos dar a cada hombre más en valor de uso de lo que tomamos de él en valor efectivo, es decir, dar un mayor valor de beneficios a la otra persona de lo que tomas de ella en valor efectivo.

También se obtendrá riqueza si somos capaces de agradecer por todo lo que se nos ha dado, esto aumentará la fe, la cual es necesaria para enriquecerse.

Es de vital importancia que nos formemos primero una imagen clara y definida de lo que queremos, luego desearlo con todas nuestras fuerzas para mantenerlo presente en nuestro pensamiento como un objetivo fijo para conseguir lo que se quiere y la fe firme en el que se obtendrá, no debemos permitir que ciertas cosas nos hagan cambiar de propósito, o bien debiliten nuestra visión o apaguen nuestra fe y por último una vez alcanzado agradecer por lo recibido.

Es necesario no distraernos de nuestro objetivo, debemos ser creativos y brindar toda nuestra atención a la riqueza. No debemos aplicar nuestra voluntad a nada que este fuera de nosotros, pues es un error aplicar nuestra voluntad a otros para que hagan lo que deseamos. Consiguientemente para que el hombre se haga rico, sólo tiene que usar el poder de su voluntad sobre sí mismo.

A través del pensamiento, puedes atraer las cosas que quieres y mediante la acción la recibes, debes actuar ahora y poner la mente entera en la acción presente, no en el pasado ni el futuro.

Wallace menciona además que no debemos buscar cosas nuevas para hacer como un primer paso hacia hacernos ricos, que es probable que nuestras acciones, al menos por ahora, serán aquellas que hemos venido ejerciendo desde hace algún tiempo; pero que estamos por comenzar ahora a realizar esta acciones de un cierto modo que, seguramente, nos hará ricos.

Debemos usar nuestro pensamiento y comenzar a hacer todo lo que podemos donde estemos en este momento, cualquier día puede ser un día exitoso o un día de fracasos. Si cada día es un fracaso, nunca podremos enriquecernos, en cambio, si cada día es un éxito, nos enriqueceremos más aún. Es conveniente hacer cada día todo lo que se pueda, sin embargo no debemos precipitarnos

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