La Democracia. Una Guía Para Los Ciudadanos
onoalva28 de Octubre de 2012
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Resumen:La Democracia. Una Guía Para Los Ciudadanos
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Categoría: Informes De Libros
Enviado por: Antonio 01 junio 2011
Palabras: 6288 | Páginas: 26
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ida, practicada, destruida, y después reinstaurada, no han conseguido, o así parece, generar un acuerdo sobre algunas de sus cuestiones fundamentales.
El mismo hecho de que la democracia posea una historia tan dilatada, ha contribuido a la confusión y al desacuerdo, pues “democracia” ha significado muchas cosas distintas para gente diferente en diversas épocas y lugares.
En su sentido más general, la democracia es antigua, la forma de democracia de la que principalmente el autor se ocupa en este libro es un producto del siglo XX.
“Democracia” ha significado cosas diferentes en épocas distintas, ¿cómo podemos estar de acuerdo sobre lo que hoy en día significa?
¿Por qué en todo caso es deseable la democracia? Y, ¿cuán democrática es la democracia en países que hoy calificamos como democráticos: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Noruega, Australia, y muchos otros? ¿Es posible explicar por qué estos países son democráticos y otros no? Las preguntas podrían seguir y seguir.
PRIMERA PARTE
EL COMIENZO
Capítulo II - ¿Dónde y cómo se inició el desarrollo de la democracia?
Una breve historia
El autor menciona que puede parecernos agradable contemplara a la democracia en forma continua desde su invención, es decir, desde la Grecia antigua o Roma. Pero aclara que esta imagen es falsa, por dos razones, una que luego de los primeros siglos de historia europea en Grecia y Roma, el progreso de gobierno popular derivó en su caída y desaparición; y en segundo lugar porque es un error presuponer que la democracia fue inventada de una vez por todas. Para esto el autor establece de que si bien las condiciones fueron favorables para la invención de la democracia en un tiempo y lugar concreto (Atenas, en torno al 500 a.C.) da por supuesto que la democracia puede ser inventada y reinventada donde quiera que se den las condiciones adecuadas. Por ejemplo, debido a estas condiciones favorables, probablemente existió alguna forma de democracia en las sociedades tribales no alfabetizadas mucho antes del período histórico documentado. Sin embargo, ese período de democracia primitiva llego a su fin cuando esas condiciones favorables desaparecieron y le dieron lugar a otros sistemas como despotismo, aristocracia, monarquías u oligarquías. En torno al año 500 a. C. volvieron a aparecer esas condición es favorables y la democracia primitiva fue reinventada en una forma más avanzada. Los desarrollos más cruciales se produjeron en Europa, tres en el Mediterráneo, otros en el norte del continente.
El Mediterráneo
Grecia
No fue un país en el sentido moderno del término, se componía de varios cientos de ciudades independientes, cada una con sus tierras circundantes. Los Estados soberanos de Grecia fueron ciudades- Estado, de la cual la más famosa fue Atenas. En el año 507 a. C., los atenienses adoptaron un sistema de gobierno popular que perduró durante casi dos siglos hasta que la ciudad fue sometida por Macedonia. Fueron los griegos los que acuñaron el término democracia (demos, pueblo, kratos, gobierno). El gobierno de Atenas era complejo, en su núcleo y a la cabeza había una asamblea en la que podía participar todos los ciudadanos, allí se elegían cargos claves (como el cargo presidencial) a través del sorteo, al que los ciudadanos se sometían para ser seleccionados en régimen de igualdad. Sin embargo, las instituciones políticas de la democracia griega, por muy innovadoras que fueran en su tiempo, fueron ignoradas o incluso directamente rechazadas durante el desarrollo de la democracia representativa moderna.
Roma
Los romanos decidieron designar a su sistema con el nombre de república (res, cosa o asunto, públicus, público). Pero aquí la participación estaba restringida en un principio a patricios y aristócratas, pero tras muchas peleas por parte de los plebeyos también consiguieron participación en el sistema. Al igual que Atenas, el derecho a participar se restringió a los hombres. La República romana se expandió mediante la anexión y la conquista y llegó a dominar sobre toda Italia y mucho más allá, y además se les otorgaba ciudadanía romana a todos los pueblos conquistados. Sin embargo, el inmenso número de ciudadanos y las grandes distancias geográficas de Roma produjo que muchos tengan negada la participación en asambleas en el centro del sistema de gobierno romano. Tampoco el pueblo romano supo crear un sistema representativo basado en representantes elegidos democráticamente. En torno al año 130 a.C. la República romana comenzó a verse afectada por agitaciones civiles y militares y la corrupción, y lo poco que había quedado de las practicas republicanas pereció con la dictadura de Julio César. Tras su asesinato en el 44 a. C., la república se convirtió en un imperio gobernado por sus emperadores.
Italia
El gobierno popular comenzó a reaparecer en muchas de las ciudades del norte de Italia en torno al 1100 d. C., desarrollándose en ciudades- estado relativamente pequeña una vez más. Al principio, la participación se restringía a las familias pertenecientes a las clases altas (nobles, grandes terratenientes y similares), pero residentes urbanos de menor nivel económico comenzaron a reclamar y a rebelarse en pos de participación política, y como consecuencia la obtuvieron. A partir de mediados del siglo XIV, en las ciudades- estado se abrieron paso un declive económico, corrupción, oligarquía y guerra, y toma del poder por gobernantes autoritarios. Además, comienza a surgir la idea de Estado- Nación, por lo que, la ciudad- estado quedó obsoleta y estas ciudades se vieron destinadas a incorporarse a una entidad más amplia y poderosa, convirtiéndose en unidades subordinadas de gobierno.
Europa del Norte
De los tres sistemas anteriormente mencionados estaban visiblemente ausentes tres instituciones políticas básicas: un parlamento nacional compuesto de representantes electos, y gobiernos locales elegidos por el pueblo que en última instancia estaban subordinados al gobierno nacional. Esta combinación de instituciones políticas se originó en Gran Bretaña, Escandinavia, los Países Bajos, Suiza, y otros lugares del norte mediterráneo. En diferentes localidades, hombres libres y nobles comenzarían a participar directamente en asambleas locales. A estas se sumarían asambleas regionales y nacionales compuestas de representantes, de los que algunos o todos ellos llegarían a ser electos.
Asambleas Locales
El autor hace referencia en este caso a los vikingos como ejemplo ya que considera que su experiencia es muy relevante. Desde el 600 al 1000 d. C. los vikingos se reunían en una asamblea decisoria que en noruego se llama Ting, las cuales hacia el 900 d. C. se hacían en muchos lugares de Escandinavia. Allí los hombres libres dirimían disputas, discutían, aceptaban y rechazaban leyes, aceptaban o rehusaban propuestas de cambio de religión e incluso elegían o daban consentimiento a un rey. Los vikingos no conocían nada de las políticas democráticas o democráticas practicadas 1000 años antes en Grecia y Roma, ellos partían de la lógica de la igualdad. Sin embargo, la igualdad se aplicaba solo a hombres libres, y debajo de estos se encontraban los esclavos, los cuales por más que sean liberados, permanecían en relación de dependencia con respecto a su antiguo propietario. A pesar de estos severos límites de igualdad, la clase de los hombres libres era lo suficientemente grande como para imponer una perdurable influencia democrática sobre las instituciones políticas y las tradiciones políticas.
De las asambleas a los parlamentos
El autor establece que cuando los vikingos se aventuraron hacia el oeste además de recrear los Tings, anticiparon la posterior aparición de los parlamentos nacionales en otros lugares; en el 930 d. C. crearon una especie de supra- Ting, el Althing o Asamblea Nacional. Mientras tanto se desarrollaron asambleas regionales en Noruega, Dinamarca y Suecia y después, como en Islandia, asambleas nacionales, y estas dejaron su huella sobre desarrollo posteriores.
Mientras tanto, desde comienzos oscuros comenzaba a ver la luz gradualmente un parlamento que en los siglos venideros ejercería con mucho la mayor influencia sobre la idea y la práctica del gobierno representativo. Era el parlamento de la Inglaterra medieval, el cual surgió durante el reinado de Eduardo I desde el 1272 al 1307. Hacia el siglo XVIII tal evolución había conducido a un sistema constitucional en el que el rey y el parlamento estaban cada uno limitado por la autoridad del otro, dentro del parlamento el poder de la aristocracia hereditaria en la Cámara de los Lores estaba compensado por el poder del pueblo en la Cámara de los Comunes, y las leyes eran interpretadas por jueces independientes del rey y el parlamento.
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