La Educación En Nuestros Tiempos....Todo Un Reto

La educación de nuestros tiempos… Todo un reto.

Desde hace ya varios años, la sociedad venezolana, como otras, ha presentado cambios. La sociedad actual presenta nuevos e inquietantes desafíos a la tarea educativa de la Escuela. Un primer desafío podría estar en los límites entre la socialización primaria que se lleva a cabo en la familia y la socialización secundaria que tiene lugar en la escuela.

La incorporación de la mujer al trabajo remunerado y a la vida pública ha provocado el ingreso muy temprano de los niños y niñas en la institución escolar. Ello significa que la escuela tiene que cumplir funciones claras de cuidado y atención al desarrollo físico, afectivo y moral tanto como del clásico desarrollo intelectual.

El nocivo efecto que surten los medios de comunicación, dado su rol de agente socializante, en la población de niños en edad escolar, ha potenciado los antivalores. La educación, según Victoria Camps (2002), ha perdido el norte, ha caído en la indefinición y ha olvidado su objetivo fundamental: la formación de la personalidad. Una formación que corresponde, sobre todo, a la familia, pero también a la escuela, al estado, a los medios de comunicación y al espacio público en todas sus manifestaciones.

Aunado a esto, los asuntos políticos y económicos siguen incidiendo irremediablemente en la familia venezolana, haciendo que la sociedad experimente una gran pérdida de valores.

El discurso de nuestro presidente, Hugo Rafael Chávez Frías, que con tanta frecuencia recibe la sociedad venezolana, desde ya hace más de diez años, promueve una lucha entre hermanos de una misma patria y resentimientos en base a rencores infundados, *Son los burgueses y sus aliados, el pueblo y sus aliados. Son dos bandos, dos sectores enfrentados, y aquí no hay reconciliación posible* H. Chávez (Dic. 2009). Esto genera una discordia inútil, que el mismo presidente, en sus alocuciones a denominado una Guerra Social.

En este clima de cambios sociales, y muy particularmente, el clima hostil que está viviendo nuestra sociedad, los padres parecieran olvidar que son ellos los principales educadores y modelos de sus hijos, y pretenden exigir a la escuela, bien sea pública o privada, y a los maestros, que eduquen a sus hijos en su lugar.

La familia es la primera formadora, los niños aprenden los valores que tienen sus padres, por tanto, los padres y/o representantes no pueden abandonar su rol y dejarlo a cargo de la escuela. Su participación es de carácter primordial, así que la integración entre la familia y la escuela resulta vital para la edificación del individuo.

¿Cómo puede un docente mantenerse firme en sus valores y educar en esta difícil época? Sin duda, cada vez resulta más difícil. Anteriormente el docente recibía más ayuda de parte del núcleo familiar, pues en éste se fundaban las bases y valores de los chicos y la sociedad actuaba solidariamente con los educadores haciéndose eco de los valores originarios de los hogares. Hoy por hoy, se propicia hallar la solución de los problemas por la vía más fácil, sin importar si es la adecuada,

El sistema judicial y algunas leyes que nos rigen dejan espacios abiertos donde se cobijan las faltas a la moral y muchos actos ilícitos, lo cual sin duda genera la pérdida de ideales y sueños entre quienes observan boquiabiertos a quienes violentan las normas y no enfrentan consecuencias.

Si bien es cierto que se han dado cabida a programas de educación masiva, también es cierto que este tipo de programas manejan tiempos reducidos y estructuras de contenidos restringidos, así como en muchos casos instructores que

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