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La Enfermedad Renal Crónica es la disminución de la función renal,


Enviado por   •  5 de Julio de 2016  •  Documentos de Investigación  •  3.328 Palabras (14 Páginas)  •  202 Visitas

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INTRODUCCIÓN

La Enfermedad Renal Crónica es la disminución de la función renal, expresada por una VFG (Velocidad de Filtración Glomerular) de <60 ml/min/1.73m2 y/o la presencia de daño renal durante más de 3 meses, manifestada en forma directa por alteraciones histológicas en la biopsia renal o en forma indirecta por marcadores de daño renal como albuminuria o proteinuria, alteraciones en el sedimento urinario o alteraciones en pruebas de imagen. Es un proceso fisiopatológico multifactorial de carácter progresivo e irreversible que frecuentemente lleva a un estado terminal (Flores et al 2009).

Las causas de ERC se pueden agrupar en enfermedades vasculares, enfermedades glomerulares, túbulo intersticiales y uropatías obstructivas. Actualmente en nuestro país la etiología más frecuente es la diabetes mellitus, siendo responsable del 50% de los casos de enfermedad renal, seguida por la hipertensión arterial y las glomerulonefritis. La enfermedad renal poliquística es la principal enfermedad congénita que causa ERC.

En relación con los mecanismos de progresión de la insuficiencia renal crónica se debe mencionar que una vez que la causa primaria ha ocasionado destrucción de un numero de nefronas se pondrán en marcha mecanismos que tratarán de remplazar la función de las nefronas destruidas, como consecuencia se produce hipertrofia e hiperfiltración de los glomérulos restantes que si no se corrige terminarán por destruirlos progresivamente (Torres, 2003).

Dependiendo de la severidad de la reducción de la TFG, la ERC se clasifica en cinco estadios: 1) daño renal con FG normal o aumentado (FG 90 ml/min/1,73 m2 ), la ERC se establece por la presencia de daño renal diagnosticado por método directo (Alteraciones histológicas en la biopsia renal), situaciones representativas de este estadio son los casos con microalbuminuria o proteinuria persistente con FG normal o aumentado o el hallazgo ecográfico de una enfermedad poliquística con FG normal o aumentado. 2) corresponde a situaciones de daño renal acompañadas de una reducción ligera del FG (FG entre 60 y 89 ml/min/1,73 m2). La detección de un FG ligeramente disminuido puede ser frecuente en ancianos. Los casos con ERC estadios 1 y 2 son subsidiarios de beneficiarse del diagnóstico precoz y del inicio de medidas preventivas de progresión de la ERC y de la patología cardiovascular. 3) Es una disminución moderada del FG (FG entre 30-59 ml/min/1,73 m2). Los datos de daño renal pueden estar ausentes o presentes pues ya no se constituyen en parámetros necesarios para el diagnóstico de este estadio. En este estadio se observa un riesgo claramente aumentado de progresión de la ERC y de complicaciones cardiovasculares y pueden aparecen las complicaciones clásicas de la insuficiencia renal como la anemia o las alteraciones del metabolismo fosfocálcico. Los pacientes con ERC en este estadio deben ser evaluados de forma global desde el punto de vista cardiovascular y renal y deben recibir tratamiento adecuado para la prevención a ambos niveles y, en su caso, para las complicaciones que se detecten. 4) se refiere al daño renal avanzado con disminución grave de la TFG entre 15 y 30 mL/min/1.73 m2. Pacientes con alto riesgo de complicaciones cardiovasculares. 5) insuficiencia renal crónica terminal, la TFG cae por debajo de 15 mL/min/1.73 m2. En este estadio se requiere tratamiento sustitutivo. (Cabrera, 2004).

La ERC es un problema que ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial ya que se estima que más de 500 millones de personas presentan ERC, además se acompaña de elevada morbilidad, mortalidad y costos, así como de una calidad de vida disminuida. Los sujetos con estadios tempranos de la ERC generalmente no son reconocidos ni tratados de manera oportuna. Estos pacientes sin una intervención oportuna incrementan su riesgo para la pérdida de la función renal, el desarrollo de complicaciones y de muerte cardiovascular precoz. En México no es la excepción, se estima que aproximadamente el 8.5% de la población mexicana tiene ERC (SSA, 2010).

Aunque actualmente se desconocen cifras exactas de las personas con dicha patología, de acuerdo con datos reportados por la Fundación Mexicana del Riñón en el 2015 existían México 8.3 millones de personas con Insuficiencia Renal Crónica en sus estadios tempranos, 140,000 personas con Enfermedad Renal Crónica (estadio 5) de los cuáles sólo el 50% tienen la oportunidad de ser atendidos en el Sector Salud, cerca de 65,000 personas con tratamiento sustitutivo de la función renal (ya sea diálisis peritoneal o hemodiálisis), 9.6 millones de personas con Enfermedad Renal Leve, más de 75 mil enfermos renales crónicos no atendidos adecuadamente, 25 mil niños Insuficientes Renales Crónicos. Así mismo, la tasa de crecimiento de la IRC, descontando los decesos, ha sido aproximadamente del 11% anual en los últimos 10 años (FMR, 2015).

La enfermedad renal crónica constituye actualmente un problema de salud pública en nuestro país, debido a su alta prevalencia y altos costos que de ella derivan; ya que del presupuesto de egresos del 2016 ($4, 763,874.0 millones de pesos) del cual solo el 75.7% pertenece al gasto programable ($3, 606,705.6 millones de pesos) y que de este último se destina $2, 233,396.7 al desarrollo social, del cual solo $520,678.8 mpd pertenecen al sector salud (SHCP, 2016). Aunado lo anterior cabe resaltar que esta última cifra principalmente se destina a las diversas instituciones que conforman el sistema de salud, pero se desconoce la cantidad exacta que recibe cada una de ellas. Sin embargo, el IMSS reporta que gasta 13 mil 250 millones de pesos para atender a los pacientes con Insuficiencia renal crónica ya sea por diálisis, hemodiálisis o trasplantes; también afirma que los costos de un tratamiento, es tres veces mayor al de un trasplante; además es la institución que más pacientes atiende, aproximadamente 58 mil; distribuidos como de la siguiente forma: diálisis peritoneal automatizada 15 mil pacientes, diálisis peritoneal continua ambulatoria 19 mil pacientes, hemodiálisis interna 11 mil pacientes y hemodiálisis subrogada 13 mil pacientes (CIRC, 2015). A pesar de la gran cantidad de enfermos con insuficiencia renal crónica, el Seguro Popular no cubre esta enfermedad, debido a que no cuenta con los recursos suficientes para incluirse en el Fondo de Gastos Catastróficos a dicha patología. Ya que a este fondo se le destinan 11 mil 138 millones de pesos, por lo que se necesitaría incrementar un 191% los recursos para atender a los enfermos renales crónicos (Herrera, 2014). Por otro lado, el ISSSTE no tiene una cifra exacta de cuánto gasta en pacientes con ERC ya que no tiene un registro exacto de estos como el IMSS, pero afirma que destina más de 15 mil 700 millones de pesos en la atención de derechohabientes con incidencia y prevalencia de enfermedades crónico degenerativas como: cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, insuficiencia renal crónica y cáncer (Tejada, 2014). También los pacientes de PEMEX y SEDENA están cubiertos cien por ciento con terapia de reemplazo renal (SSA, 2016).

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