La Eutanasia

¿ES NUESTRA VIDA UNA OBLIGACIÓN?

En estas semanas hemos escuchado hablar de la norteamericana Brittany Maynard de 29 años de edad, que conmovió al mundo anunciando que iba a someterse a la Eutanasia. Después de subir un video a la web, donde anunciaba su decisión, la norteamericana fue punto de críticas así como de numerosas muestras de apoyo. Britany aseguró que no se trataba de un suicidio, sino que quería morir en sus propios términos debido al terrible cáncer que la asechaba y que le producía intensos dolores y convulsiones. Brittany cumplió su último deseo y terminó con su vida este 1 de noviembre al lado de sus seres queridos. Otro caso similar es el de la italiana Eulena Englaro, quien había permanecido por 17 años en estado vegetativo, y tras una larga lucha, su familia, consiguió su muerte asistida en el 2009, existen muchas otras historias como estas, donde pacientes terminales lucharon por tener una muerte digna.

La Eutanasia es un tema polémico, ya que envuelve conceptos de vida, dignidad y muerte. Es uno de los grandes dilemas teóricos-jurídicos, una de las cuestiones más escrudiñadas pero a la vez más necesitadas de respuestas. No cabe duda que dada su alta incidencia social e innegable relevancia práctica, la eutanasia ya no es un problema que atañe solo a la ciencia médica; por el contrario, su principal cuestionamiento apunta de modo inevitable a la punición de aquellos comportamientos dirigidos a reducir el dolor de una persona gravemente enferma, aquejada por un intolerable sufrimiento, que solicita expresa y conscientemente que se le ponga fin a su vida de un modo y forma determinado por ella misma.

Ya son varios los países del mundo que han aceptado la Eutanasia, el primer país fue Holanda . Otro país es Bélgica, quien aprobó su ley de eutanasia en 2002; esos pasos siguió Luxemburgo, siendo la ley aprobada en el 2009. En Suiza, el derecho a decidir morir está ampliamente aceptado pero la eutanasia está prohibida; la ley permite el suicidio asistido, en el que se facilita a los enfermos terminales, sustancias letales para morir, que ingieren por su cuenta. En 1994 y tras un referéndum, Oregón fue el primer estado norteamericano en permitir el suicidio asistido para enfermos incurables .

En el Perú la Eutanasia ha sido regulada y entendida en el Código Penal Peruano como Homicidio Piadoso en el artículo N°112 del Código Penal Peruano, el cual está referido a los delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, y está tipificado de la siguiente manera:

"El que, por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente para poner fin a sus intolerables dolores, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años ”.

Pero es acaso este enunciado, un instrumento simbólico, donde se limita aplacar ciertos temores sociales, y lejos de resolver un problema solo busca transmitirnos una seudo – tranquilidad. A diferencia de otras legislaciones, en el caso de Holanda donde, la ley sobre La Eutanasia se tipifica de la siguiente manera:

“ 1) El que quitare la vida de otra persona, según el deseo expreso y serio de la misma, será castigado con pena de prisión de hasta doce años o con una pena de multa de la categoría quinta, 2) El supuesto al que se refiere el párrafo 1, no será punible en el caso de que haya sido cometido por un médico que haya cumplido con los requisitos de cuidado en el artículo 2° de la Ley sobre Comprobación de Vida a Petición Propia y del Auxilio del Suicidio, y se lo hayan comunicado al forense municipal conforme al artículo 7°, párrafo segundo de la Ley Reguladora de los Funerales.”

Y en cuanto se refiere al artículo 2° de la Ley sobre Comprobación de Vida a Petición Propia y del Auxilio del Suicidio, implican que el médico:

a) Ha llegado al convencimiento que la petición del paciente es voluntaria y bien meditada, b) ha llegado al convencimiento de que el padecimiento del paciente es insoportable y sin esperanzas de mejora, c) ha informado al paciente de la situación en la que se encuentra y de sus perspectivas del futuro, d) ha llegado al convencimiento junto con el paciente de que no existe ninguna otra solución razonable para la situación en la que se encuentra este último, e) ha consultado por lo menos con un médico independiente que ha visto al paciente y que ha emitido su dictamen por escrito sobre el cumplimiento de los requisitos de cuidado a los que se refieren los apartados a, al d. y f) ha llevado a cabo la terminación de la vida o el auxilio del suicidio con

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