La Evaluación Como Punto De Partida De La Planificación Y Programación

“La Evaluación como punto de partida de la planificación y programación”

INTRODUCCIÓN

A dos años de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), en los servicios de Educación Especial los docentes que prestan sus servicios en las escuelas primarias regulares, aun presentan dificultades para realizar su planeación, incluso suele haber confusión a la hora de diferenciar la planificación, de la programación. Por esto es importante que seamos conscientes de las diferencias de éstas y sepamos aprovechar la evaluación en cada momento. Hablaremos a continuación sobre qué es cada uno de dichos instrumentos en los que debe sustentarse la práctica de la enseñanza y el aprendizaje y de qué manera deben ser abordados en los momentos de práctica docente en Educación Especial.

DESARROLLO

En todos los servicios que realizan su labor en el ámbito educativo lo primordial para saber hacia dónde ir, es conocer el terreno donde estamos parados, para de ahí, tomar el punto de referencia y trazar la línea del cómo lo voy a lograr y qué es lo que voy a utilizar para llegar a la meta deseada. Y para conocer dónde estoy, o dónde y cómo está mi alumno, debemos sumergirnos al proceso de evaluación, donde se debe valorar tanto alumnos como a maestros, métodos, procesos, etc. Y ¿Para qué nos sirve la evaluación?:

La evaluación nos permite conocer bien los resultados; si son negativos, es preciso conocer la causa. Según lo que evaluemos y la experiencia en esa evaluación, podremos establecer mejor las causas, lo ordinario para un profesor es evaluar a los alumnos, y lo ordinario es que esa valoración de resultados responda bien a la realidad. También percibimos si la actividad realizada ha sido la idónea para su edad o no; si la herramienta de trabajo usada ha sido la adecuada. Otras veces, la valoración es más compleja por tener unas expectativas erróneas o por una mala planificación del trabajo. (Mañú, 2012, p. 131)

La evaluación es el medio para conocer el estado ó situación real de una persona, proceso, contexto, etc., y a partir de esta actuar para lograr una meta, en el caso de la educación la meta es el aprendizaje. Para determinar lo que debe evaluarse es importante tomar en cuenta el grado de donde proviene el alumno, ó los contenidos antes abordados hasta ese momento por parte del docente que estuvo a cargo. Tiene una condición flexible en lo que respecta a educación especial, pues la evaluación debe realizarse de manera continua para analizar qué y cómo está teniendo efecto la enseñanza en los alumnos con NEE y así realizar reajustes en la planeación si es que los objetivos o expectativas están muy altas o muy bajas para el alumno o simplemente no son las adecuadas; ó si las actividades o la metodología, los materiales utilizados para ir logrando los objetivos a corto plazo no son los que el alumno requiere, es necesario retomar la programación para analizar qué es lo que puede estar fallando para reformarlo e intentar lograr los objetivos antes propuestos.

En estos casos se realiza la evaluación inicial, continua y final para conocer en el tiempo el estado real, progresivo y final de algún proyecto educativo; y tomando en cuenta la evaluación por los fines de éste, podemos relacionar la inicial con la evaluación diagnóstica, que nos permite conocer las capacidades, limitaciones, intereses y experiencias de los alumnos. (Mañú, 2012, p. 135) y la continua con la formativa, pues nos sirve para conocer el desarrollo del proceso internamente, para tomar decisiones correctoras del propio proceso, como puede ser el cambio de un aprendizaje apoyado básicamente en la memoria a otro apoyado en la comprensión (Ibidem, p. 135).

Tomando en cuenta que la planeación hace referencia a los objetivos que se pretenden alcanzar en un periodo de tiempo (Ibidem, p. 119), de manera menos específica que en la programación, los servicios de educación especial deben llevar a cabo dos tipos de planeación:

Las Unidades de Servicio de Apoyo a la Educación Regular, debe realizar el Plan Anual de Trabajo (PAT), planeación anual que considera cuatro dimensiones de la organización de los servicios:

1) Técnico – Pedagógica, que es el que determina las necesidades de conocimientos teórico-prácticos que favorezcan el desempeño del personal y del cumplimiento de los objetivos que la educación demande por parte de la sociedad.

2) Administrativa, que abarca el manejo y gestión de los recursos materiales y administrativos de la documentación de los servicios.

3) Organizativa, que organiza en el tiempo y espacio las actividades que deberán realizarse.

4) Comunitaria y de participación social, a la cual corresponde organizar eventos, reuniones, actividades de concientización, etc., donde se involucre a la Sociedad de Padres de Familia y Comunidad en general.

Considerando establecer de acuerdo a sus posibilidades objetivos realistas para cada contexto de las primarias a las que se atienden.

De igual manera las U. S. A. E. R. deben involucrarse en la dimensión técnico –pedagógica de la Escuela donde brinda sus servicios, debido a que en ésta se exponen los temas sobre los que pueden existir dudas, necesidades de capacitación, etc., y requieren de aprender acerca de la atención de los alumnos con necesidades educativas especiales.

De igual manera el docente de apoyo debe realizar el plan general de trabajo, plan anual de trabajo ó propuesta curricular adaptada por alumno atendido, que vienen a referirse a lo mismo, esto derivado de la Evaluación Psicopedagógica, que es un documento de recogida de datos que datan desde los antecedentes de desarrollo, pre-peri y post- natal, familiares, de contexto, etc., que pueden haber afectado o continuar haciéndolo, ya sea el aprendizaje,

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