La Evaluación Necesaria.

La Evaluación Necesaria.

Todo educador, profesor, maestro, instructor, tutor o cualquier persona que tenga la necesidad de evaluar a otra, debería saber bien el compromiso y responsabilidad que esta acción requiere, por tales motivos, esta tarea no se logra con facilidad. Es quizás la acción pedagógica que más reclama honestidad y amor al prójimo, ya que confronta a las personas con sus propios errores.

Partiendo de este problema que representa la evaluación en cualquier proceso educativo, donde además, se enfrentan las ideas o criterios del docente con las ideas o criterios de los estudiantes, en un marco que pretende cuantificar lo cualitativo y que a su vez, intenta demostrar lo veraz o la exactitud que puede llegar a ser la “calificación” expresada hasta en centésimas de puntos, en una escala preestablecida que por lo general va del 0 al 20. Limitando las capacidades mentales de todo ser humano que se vea envuelto en el proceso educativo, tanto para el estudiante como para el docente, este último con la necesidad de colocar una “nota” que más o menos demuestre la capacidad del alumno, aferrándose a unos criterios evaluativos que el mismo creó y que trata de seguir al pie de la letra para no sentirse tan “incomodo” cuando las notas no demuestren las capacidades y destrezas de sus estudiantes, aun cuando sean llevadas con el más impecable rigor matemático. Por otro lado, el daño psico-social que se le hace a los estudiantes ya que lo único que logramos es el descontento general, es decir, la división, la segregación, el individualismo, el sentirse superior o inferior, aparte de los estudiantes que basan su esfuerzo en conseguir una “buena nota” con el fin de ubicarse en uno de esos espacios o grupos que crea la división social, o por otro lado los que piensan que “10 es nota y lo demás es lujo”. Dicho que hace una muy clara referencia a esta división. Todo esto crea a la final el desgaste de la educación, el desinterés por aprender, por crear, por saber, por instruirse, por ser mejor persona. Siendo este fenómeno tan imperceptible que casi nadie toma en cuenta, y mucho menos el daño que este puede producir, y que en mi modesta opinión es la clave del deterioro social, en esta y, me atrevería a decir, que en todas las sociedades latinoamericanas, ya que los estudiantes “apáticos e individualistas” se convertirán casi en su totalidad, en ciudadanos “apáticos e individualistas” con una perspectiva de vida muy limitadas, sin mucha intensión de crecer, de superarse intelectualmente o profesionalmente para contribuir con el desarrollo de su patria, por el contrario, su motivación o deseo de superación sólo se limita al plano económico, desde el punto de vista más personal posible, es decir, con una visión individualista, motivados únicamente para conseguir un “buen salario” y ubicarse en una posición social. Total, eso fue lo que aprendió en la escuela.

Todo esto que trato de exponer en esta sencilla reflexión, es causado por una falsa inferencia, que todos conocemos como NOTA, ya que no es válido cuantificar lo cualitativo partiendo de cualificar

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