La Huelga En México
EleazarHR28 de Abril de 2014
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I.- PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
A) Antecedentes
De acuerdo con los historiadores, el surgimiento de la huelga en nuestra nación, tiene como punto de partida posterior a la Independencia de México, después de haber sido invadidos por los españoles y dominados por ellos; por lo cual, la clase social que dominaba en ese entonces aprovechando que el país había quedado en un estado de deterioro, vulnerabilidad, pobreza extrema, en la que se les otorgaban a los campesinos y obreros horas de trabajo denigrantes, que marchaban desde doce a catorce horas al día, y que por su defecto el remuneramiento económico era tan miserable que no podían ni siquiera solventar los gastos más indispensables de cada una de sus familias. A pesar del levantamiento en armas en lucha por la independencia de nuestro país, no surgió ningún efecto realmente, puesto que los indígenas y campesinos, quienes más sangre y vida dieron por tierra y libertad no consiguieron nada a su favor, ya que pese al intento de suprimir la tiranía que se les había impuesto, en ese entonces por España, y posteriormente por el mismo gobierno del país, no se consiguió mucho, puesto que las mejoras salariales y laborales en general no tuvieron ningún cambio, es decir, los obreros y campesinos, seguían en su misma condición, no había regularidad, en pocas palabras, no había alguna norma explicita e implícita en la ley que les permitiera la posibilidad de hacer valer esos derechos inherentes como trabajadores, pero principalmente como seres humanos. No obstante, surgieron grandes desventajas y lagunas jurídicas dentro del ámbito laboral, puesto que las irregularidades que surgían día con día en el sistema político y legal nacional afectaba en primera instancia a los trabajadores, quienes siempre quedaban en un estado de susceptibilidad e indefensa, ya que con el hecho de no contar con una ley que regulara los derechos laborales, los trabajadores no tenían la mínima ventaja de exigir y recibir justicia mediante la herramienta considerado como “huelga”, era imposible de aplicar, y que por ende, ¿ cómo se podría reclamar o exigir una vida digna como trabajadores que pertenecían a la clase obrera?, y por si fuera poco, en estas épocas pasadas, la huelga se constituía como un acto delictivo y atroz, por lo que los trabajadores corrían el riesgo de que se les imputara una pena inmediatamente. Mientras la impotencia y abusos laborales existían, ya sea por empresas e industrias locales o extranjeras, siempre fueron los trabajadores mexicanos quienes quedaban en desventaja, así que, durante el Porfirito incluso se estableció sanciones y penas privativas de libertad con la intención intimidar a los trabajadores y de prevenirles de las consecuencias que podrían presentarse si estaba de ellos exigir cambios en los salarios o el de interrumpir las labores de una empresa, por lo que cada vez se volvía tan complicado y difícil creer que algún día se podría exigir un pago que compensara el esfuerzo de cada trabajador.
Dicho lo anterior, durante las luchas por hacer valer los derechos de los trabajadores, ocurrieron situaciones trágicas y emergentes como “la huelga de Cananea”, la cual se llevó a cabo en Sonora, en fecha 2 de junio de 1906, por los trabajadores de la mina de Cananea en contra de la empresa denominada “Cananea Consolidated Copper Company", propiedad de un empresario estadounidense llamado William C. Greene. Esta huelga se constituyó con el ánimo de manifestarse en contra de su situación laboral tan marginal, humillante y por otro lado, la desigualdad en el salario, ya que los trabajadores norteamericanos de esta misma empresa recibían un remuneramiento superior y un trato más justo. Sin embargo, una vez iniciado el movimiento de huelga los trabajadores acudieron a manifestar sus inconformidades, empero, cuando al pasar a un costado de la compañía se empezaron a oír disparos que provenían de los trabajadores norteamericanos, lo que ocasionó que los trabajadores mexicanos actuaran en defensa, y en respuesta a esta agresión los mineros mexicanos atacaron con lo que disponían en el momento, lo que a continuación desataría por completo la batalla entre mineros de las dos nacionalidades. posteriormente, como respuesta a estas protestas, la autoridad local implantó estrategias para impedir que dichos trabajadores prolongaran el paro de labores; pese a la situación tan perceptiblemente de explotación tanto física y laboral de los trabajadores mexicanos, los cuales contaban con sueldos miserables y que cada vez más surgía la escases en las familias mexicanas, la pobreza y la marginación aumentaba velozmente, sin embargo, cínicamente las autoridades locales mexicanas dieron apoyo a esta empresa extranjera, por lo que las violaciones a sus derechos subjetivos en ese entonces fueron pisoteados. Así que, el 6 de junio del 1906 las actividades mineras regresaron a su normalidad, los trabajadores fueron sometidos y la incompetencia del entonces gobernador de Sonora Rafael Izábal se dejó ver, sin embargo el primer destello de luz de la Revolución se había dado en un pequeño poblado al norte del Estado de Sonora. Pese a esta situación y a lo ocurrido en Cananea, 6 meses después, otra importante huelga estalló.
En enero de 1907, en la región de Orizaba, en el Estado de Veracruz, trabajadores de las fábricas textiles de Río Blanco, se declararon en huelga por las malas condiciones de trabajo a que eran sometidos. Podemos decir que esta huelga también surgió como preámbulo a la Revolución Mexicana de 1910, y que dio un gran impulso a otras situaciones semejantes y trascendentes para los trabajadores, obreros y empleados de las industrias y otros empleos relativos. “La huelga de Rio Blanco”, se dio inicio cuando los empleados de la fábrica de tejidos de Río Blanco en Veracruz, exigían no tan solo un mejor salario, sino un mejor trato como personas y trabajadores de dicha empresa textil, un trabajo digno, que trajera progreso tanto a los patrones, como empleados, en esta fecha, después de haber tratado de ser escuchados por los patrones, y sin la intención más que el de hacer valer sus derechos como trabajadores, persistieron sin ninguna respuesta por parte de los jefes de la empresa, lo que ocasionó posteriormente se declararan oficialmente en huelga para exigir mejores condiciones de trabajo, aun cuando habían solicitado la intervención del entonces presidente Porfirio Díaz, este siempre tenía un favoritismo por las empresas e industrias, por lo que envió a un grupo de militares a interferir en dicho conflicto, llegando a la extrema decisión de asesinar a muchos trabajadores en dicha huelga. Durante el gobierno de Porfirio Díaz, este obligo a los trabajadores a no constituir manifestaciones para exigir y defender sus situaciones laborales, trayendo como consecuencia a quienes contradijesen este mandato, penas y sanciones denigrantes. La rebelión que tuvo lugar en Río Blanco respondía a la inconformidad con el decreto de Porfirio Díaz y el paro patronal que afectó a todos los obreros textiles de la zona. Una vez restablecido el orden por las fuerzas militares, el gobierno de Porfirio Díaz ofreció un gran banquete a los empresarios extranjeros propietarios de las fábricas en compensación por la rebelión obrera.
Tristemente, tal y como sucedió con la huelga de cananea, en este suceso también hubieron muchos trabajadores que murieron y fueron oprimidos hasta mas no poder, que para algunos no les quedó más remedio que huir, por miedo a las represalias, sin embargo, había otro grupo de personas que decidieron quedarse a seguir con la huelga, y que en su momento fueron despedidos e incluso arrestados por un tiempo estimado de 15 años a causa de la supuesta alteración al orden público, afectar a la economía nacional y empresas locales, sin embargo, lograron conseguir fatigosamente que se les escuchara y posteriormente se les hiciera valer sus derechos laborales.
Algo sumamente interesante, fue que, aun cuando en nuestro país aún no había una regulación para aquella figura denominada huelga, fue la valentía y persistencia de miles de trabajadores que, en su afán por ser valorados como personas y como trabajadores, pelearon por sus derechos, con el único objetivo de obtener un trato digno y adecuado a sus esfuerzos laborales.
Posteriormente, en fecha 5 de febrero de 1917 ya se había promulgado una nueva reforma constitucional, la cual contenía el articulo 123 y en el cual también se estableció por primera vez normas que garantizaban los derechos a los trabajadores, dentro de las cuales las principales garantías estipuladas en esta constitución consistían en una jornada máxima de trabajo de ocho horas, en caso de un menor de edad, este tenía que contar con 16 años de edad y se le otorgaría un horario especial de trabajo, también se agregó un horario de descanso, pago de salarios además de establecer obligaciones patronales, vacaciones, formación de sindicatos y el derecho a huelga. No obstante, pese a que ya se había establecido esta nueva constitución, aún seguían habiendo deficiencias y violaciones a las garantías laborales a la hora de aplicarse estos derechos y obligaciones reciprocas entre trabajadores y patrones, no había ambigüedad en la ley sino en la aplicación de este, es decir, el sistema anticuado prevalecía pese a la promulgación de un ordenamiento, puesto que aun y cuando esta nueva constitución ya tenía previamente establecido el derecho de huelga no era bien visto por algunas autoridades gubernamentales y por los empresarios, así que, no fue sino hasta en el año de 1931 cuando se proclamó la Ley Federal del Trabajo, reglamentaria del artículo citado y en su numeral 259 en que se estableció que la huelga es la suspensión legal y temporal
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