La Mujer más Pequeña Del Mundo
MussettA15 de Febrero de 2015
766 Palabras (4 Páginas)239 Visitas
Susana Hernández Aguilera
Práctica Regional – Derecho a la igualdad y a la no discriminación
Profesora: Angélica García Andrade
La mujer más pequeña del mundo: Descripción y Análisis.
Clarice Linspector
Diferencia es la cualidad que permite que algo se distinga de otra cosa. El término, que procede del latín differentia, puede utilizarse para nombrar a la variedad de cosas de una misma especie. La diferencia, por lo tanto, es lo contrario a la igualdad o la semejanza. A mayor cantidad de características o cualidades que no son compartidas, mayor diferencia. Las diferencias pueden notarse a través de los sentidos (objetos que son diferentes a la vista, el tacto, etc.) o ser advertidas por cuestiones simbólicas (dos gemelos pueden ser muy diferentes si uno muestra un carácter tranquilo y el otro resulta inquieto). Las diferencias de carácter o de gustos no necesariamente repercuten negativamente en una relación interpersonal. Es imposible anticipar el resultado del acercamiento de dos extraños, dado que existen quienes buscan sentirse complementados por las características del otro, así como aquellos que no desean lidiar con las asperezas que a veces se dan entre dos personalidades opuestas.
A nivel cultural, las diferencias pueden aportarnos mucha riqueza. Partiendo de los aspectos más evidentes, como son los rasgos físicos y el idioma, existe una gran variedad de personas en el mundo y cada individuo se crea una realidad en la que se siente cómodo, que representa para él lo normal. Sin embargo, al adentrarse en los límites de una realidad ajena, tiene la posibilidad de contrastar sus creencias y sus costumbres con otras, potencialmente opuestas, y de reforzar las propias o bien adoptar las nuevas.
A pesar de los esfuerzos de la sociedad por crear grupos de personas incapaces de decidir por ellas mismas, todos y cada uno de nosotros cuenta con una combinación única de rasgos, tanto físicos como mentales. Cada vez que un individuo se apoya en sus diferencias para potenciar su talento, nace un genio, alguien que trasciende y que, sin importar cuantos intenten imitarlo, nunca se pierde en la multitud.
Una lectura que da mucho que pensar, no porque sea muy difícil de comprender, sino por la cantidad de moralejas que nos dejan, en especial a mí. Uno de los temas principales de los que habla “La mujer más pequeña del mundo”, es acerca de las diferencias, de lo que nos hace únicos como personas, de lo que valga la redundancia nos hace diferentes unos a otros.
La pequeña flor no es otra cosa si no la representación de la incomprensión de la esencia del ser humano, del deseo de mostrar que no somos iguales al resto y que además entre menos parecidos seamos mejor –en la mayoría de los casos por supuesto- esto sin hablar de la discriminación. Del miedo que nos da como personas el encontrarnos con algo que no podemos entender y que a su vez no podemos dominar o controlar. Inclusive valientemente podría entrar en un debate controversial ¿Alguna vez se ha preguntado porqué en momentos catastróficos las personas buscan algo superior a ellos para que los ilumine y les de contestación a sus preguntas? La respuesta es sencilla, el humano por naturaleza busca algo más grande para ser guiado, porque todos tienen miedo de fallar y no hacer lo correcto, tienen miedo de no entender lo que se roza frente a sus narices aunque todo sea sencillo. ¿Dios existe? ¿Lo correcto existe? ¿Lo malo existe? ¿Qué piensa la sociedad de mí? ¿Te gusta mi collar nuevo? ¿Lo ves? Soy diferente a ti, pero no tan diferente como para que me rechaces, sino para que me admires.
La parte más significativa de esta lectura para mí, fue el momento en el que el explorador se pasma ante la ligereza con la que la mujer Likouala se ríe, de la facilidad con la que se enamora con todas clases de amor -si es que existe alguna
...