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La Vision De Los Vencidos


Enviado por   •  6 de Julio de 2011  •  5.515 Palabras (23 Páginas)  •  8.775 Visitas

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“LA VISION DE LOS VENCIDOS”

Capitulo 1. PRESAGIOS DE LA VENIDA DE LOS ESPAÑOLES.

Narra la forma en que se manifestaron los augurios que indicaban la previa llegada de los españoles.

El primer presagio se presento diez años antes de la llegada de Cortes. Se rebeló en el cielo, en forma de espiga de fuego, cada año, causando gran alboroto entre la población.

El segundo presagio se presento en el templo de Huitzilopochtli se consumió en llamas, acabando con todo, los intentos de apagarlo fueron en vano, en cambio, solo afectaban mas.

El tercer presagio fue, un rayo el cual cayó en un templo en Tenochtitlán, algo sumamente raro debido a que no llovía fuertemente, solo una leve llovizna, y el trueno nunca se escucho, por eso fue tomado como un presagio.

El cuarto presagio fue una lluvia de chispas de donde sale el sol, una brasa de fuego en su dirección, también causo gran alboroto en todos; este fue el cuarto presagio.

El quinto se presento de la manera en que el agua hirvió de repente, como si hirviera de furia, alcanzando gran altura, destruyendo las casas contiguas.

Sexto presagio. En diversas ocasiones, por las noches se escuchaba el alarido de una mujer que lloraba y preguntaba por sus hijos.

Posteriormente, el séptimo. Unos pescadores encontraron un ave, parecida a una grulla que en la mitad de su cabeza tenía algo parecido a un espejo, en donde Motecuhzoma podía observar las estrellas. Cuando volvió a verlo pudo ver a personas que iban a cuestas de lo que le parecieron venados, individuos que iban haciendo guerras. Pero cuando Motecuhzoma llamo a sus brujos para que lo examinaran, ya no se podía apreciar nada.

En el octavo y último se encontraba a personas deformes, que se les podría llamar monstros; hombres de dos cabezas, que después de ser vistos por Motecuhzoma, desaparecían.

Capitulo 2. PRIMERAS NOTICIAS DE LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES.

Motecuhzoma mando a su mayordomo mayor (Petlacálcatl) que buscara a todos los mayordomos de todo su pueblo y que le llevaran a los adivinadores del futuro. Una vez que algunos de los adivinadores estuvieron ante el gobernante, Motecuhzoma comenzó a preguntarles si se habían percatado de algo extraño, en la tierra, en las cuevas, en los lagos, etc. Como sus hechiceros no le daban la respuesta que quería, ordeno a su mayordomo que los encerrara en la cárcel hasta que le dijeran lo que quería escuchar. El exigía saber si algún mal acosaría a su pueblo y a su gente, ante esto, los nigrománticos decidieron inventar algo, para que así el mayordomo fuera a ver a su amo el cual no estaba contento con la respuesta y una vez más mando al sirviente a consultar a los predicadores, pero tal fue su sorpresa que cuando abrió la puerta de la prisión, ya no había nadie. Al ir con su señor, el súbdito le comento que no encontraba una manera en que pudieran escapar debido a que su recinto estaba custodiado por guardias y nadie se había dado cuenta de su salida, como si hubieran volado o se hubieran hecho invisibles. A Motecuhzoma no le agrado la situación y ordeno a sus guerreros acudir a los pueblos en los que residían los predicadores y matar a sus familias y destruir sus moradas.

Días después, se presento un hombre que venía de Mictlancuauhtla a presentarse con Motecuhzoma y a decirle que él y su gente se encargaban de ver el mar y que necesitaba saber que algo se acercaba, algo que ellos desconocían. Motecuhzoma ordeno lo encerraran y mando a sus exploradores a verificar que la información era cierta. Estos, pasaron por Cuetlaxtlan y contaron a Pínotl lo que pasaba, el les dijo que podían descansar ahí y continuar con su viaje una vez que hubieran descansado. Cuando ellos regresaron informaron que vieron torres o pequeños cerros que iban sobre la superficie del mar, Pínotl quiso comprobar esto con sus propios ojos y regresaron, pero cuando llegaron ya no estaban en el mar si no en la orilla de este. En los barcos había personas que estaban pescando y los exploradores observaban desde arboles. Una vez que los pescadores regresaron a las torres, los exploradores se decidieron regresar a Tenochtitlán e informar a su gobernante. Una vez que estuvieron presentes con él, le describieron de manera completa como eran esas personas, su vestimenta, su fisionomía, etc. A Motecuhzoma le sorprendió tanto esta información que no comento nada.

Cuando Motecuhzoma recupero el habla les digo a sus súbditos que creía en sus palabras y les ordeno que le trajeran al mensajero que les había avisado. Cuando fueron por el ya tampoco estaba, había escapado al igual que los otros. El gobernante declaro que volvieran a hacer lo mismo que a los demás, matar a sus familias y destruir sus casas, no dejar nada, arrasar con todo. Posteriormente, ordeno a sus trabajadores, ciertas tareas, en las cuales solicito diversos tipos de joyería, realizadas con oro jade, plumas vistosas y todo lo que fuera valioso en ese entonces, lo quería a la brevedad posible. Una vez terminado todo, las obras fueron presentadas a Motecuhzoma, quien estuvo conforme con lo realizado y posterior a esto, ordeno repartición de diversos bienes entre la gente que lo rodea complaciendo a sus oficiales.

Capitulo 3. LAS IDAS Y VENIDAS DE LOS MENSAJEROS.

Motecuhzoma ordeno a sus siervos que hubiera vigilancia en las aguas y se le mantuviera informado sobre la situación, a la vez que se reunía con sus príncipes para informarles sobre la situación y mostrarles las artesanías que había mandado a hacer, haciéndoles saber que debían de ser bien resguardados.

Motecuhzomapensaba que su lejano visitante era Quetzalcóatl, el lo sentía, en su interior, para conocer su trono. El monarca envió a cinco individuos para que le fueran a regalar bienes. Estos sujetos eran los que tenían a su cargo importantes pueblos. Les dio instrucciones de que estuvieran atentos a sus movimientos, a sus palabras, a sus acciones.

Cada uno de los embajadores llevaba varios tesoros de bienvenida para el Dios que llegaba, diversos objetos de gran lujo sorprendentes a la vista de cualquiera que los apreciara. Motecuhzoma les ordeno que no tardara en llegar con las insignias divinas las cuales fueron puestas en cestones Motecuhzoma les dice id, no os demoréis. Haced acatamiento a nuestro señor el dios.

Una vez que llegaron al lugar donde estaban los españoles fueron interrogados por estos mismos, cuestionándoles quienes eran y de donde venían. Los nativos se presentaron una vez arriba de los barcos, haciendo reverencias, reproduciendo las palabras que les

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