La afición desconocida de un genio
magali12Informe5 de Septiembre de 2012
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Ana Lilia Quijano López
Universidad Privada del Estado de México.
Curso Gastronomía
“Notas de cocina de Leonardo Da Vinci”
La afición desconocida de un genio
Sorprendente es saber que un genio de la talla de Leonardo Da Vinci pudo haber tenido como afición cocinar. Es realmente fascinante saber, como es que una persona la cual todos conocemos y respetamos por ser una persona totalmente humanista y hombre de la ciencia durante largos periodos de su vida paso por rachas de frustración por no lograr aquellas cosas que se imaginaba dentro de una cocina, o el tan solo hecho de que sus inventos ya logrados pudieran ser reconocidos de tal manera que todos y cada uno de sus seguidores lo implementaran.
Es raro ver que un artista, pintor, escritor, escultor y de más cosas estuviera tan pendiente de la elaboración de un espagueti o como Leonardo los llamaba los cordones comestibles (spago mangiabile) tanto que modifico la receta para que fuera mas comestibles y después invento una caja la cual cortaba y porcionaba la pasta para que fuera más estética.
Aunque para comprender la vida y el legado de este gran humanista hay que empezar desde el principio. Leonardo nació en 1452 en Vinci, muy cerca de Florencia. Su infancia la pasó entre la casa de su padre, casado con una dama 16 años más joven, y la de su madre, que contrae matrimonio con un repostero sin ningún trabajo, Accatabriga di Piero del Vacca. El gran oficio lo aprendió de este señor que le dejo gusto por los dulces y la cocina en general le acompañará toda su vida. Desde muy joven, Leonardo descubrió su interés por este efímero arte. De hecho, su carácter fue decisivo en su carrera gastronómica, su inventiva quedó reflejada en las recetas, muy extrañas para la época por la arriesgada combinación de elementos, y su presentación. Empezó en el oficio como jefe de cocina de una taberna Los Tres Caracoles, situada al lado del puente Vecchio de Florencia; aunque después se asoció con el también pintor Sandro Boticelli, en una nueva cantina.
Durante unos años Leonardo comenzó a escribir cada detalle de sus inventos y cada movimiento que hacia esto lo fue recopilando en unos cuadernos que fallidamente no pudo poner en marcha si no hasta que lo nombraron jefe de banquetes de el señor Ludovico Sforza “ el moro” llamado por el “Mi señor”.
Estuvo en su palacio varios años en los que realizo infinidad de cosas e inventos, aunque tanta modernidad y extravagancia asustó al gobernador Ludovico, acostumbrado a comidas donde se servían enormes bandejas de huesos de vaca y otras carnes rojas. Realmente, Ludovico nunca previó, cuando le acogió, las vicisitudes que se le venían encima. Durante años, tuvo que luchar contra el carácter innovador de Da Vinci y mandarle hacer retratos de la corte milanesa para evitarse problemas mayores. pero eso no evito que en aquel gran banquete que ofrecería Ludovico da bici interviniera aplicando inventos como la picadora de carne, los limpiadores de pisos, el molino de pimienta, el secador de servilletas entre otros que en su momento lo que quería y buscaba Leonardo era reducir trabajo pero que al final salió contraproducente pues el número de empleos aumento ya que cada máquina necesitaba de recurso humano y uno que otro animal.
Entre tanto invento Leonardo logro algunas obras y cuadros celebres entre ellos una de las más importantes y representativas que toda persona conoce que es “la mona lisa” y "La última cena", obra en la que quiso reflejar su gran amor por la cocina. Tal es así, que primero ideó las recetas que aparecen en esta magnífica obra de arte que el cuadro en sí, caso del Puré de nabos con rodajas de anguila. Durante dos largos años y cerca de nueve meses, realizó cientos de bocetos de alimentos, como los Huevos cocidos con rebanadas de zanahoria o el Muslo
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