La carrera docente

LA CARRERA DEL CUERPO DOCENTE

Adriana Barrionuevo

Como estudiantes elegimos la carrera docente, carrera  se lo denomina a las corridas de todos los días, a papeles burocráticos, a llenar planillas, pasar lista.

El ejercicio de estudios, es un modo de relacionarse con el saber que corresponde a la escritura, esa intensa escritura que nos mantiene en un participar y mantenerse en la carrera, y a la formación de todos los días.

Enseñamos a leer, escribir, nos preparamos, de una manera lógica porque esos niños aprenden con nosotras/os y ponemos lo mejor todos los días.

Ese deseo, deseo de enseñar que está dentro nuestro, que lo llevamos en el alma, ese papel, ese lápiz que no dejamos de lado, en las clases. Esos niños que nos necesitan, ya sea para enseñarles o para darles un aliento de confianza para sí mismo, esa mano en el hombro que hoy en día hay muchos que lo desean y necesitan, un cariño una sonrisa.

Esas somos, somos mamás, somos psicólogas, somos todo en esas cuatro horas, sé que no hay que confundir el rol maestro-padres, hay que separarlo, pero cuesta, porque uno ve cómo se siente el niño, hay que ponerse un poquito en su lugar.

Aunque estemos rodeadas de otros docentes, no son todos iguales seamos realistas, hay maestros que no le importa lo que le está pasando al niño, hay docentes que no les lleva un lápiz aquel niño que no tiene. Hay que ayudarlo siempre, y así es que ellos tendrán, los mejores recuerdos, cuando sean grandes.

En esta carrera llevamos un legajo en la cual la directora observa, vigila, aunque no esté con nosotros en el aula, quienes están en el aula son los niños quienes tenemos que dar el ejemplo como docentes.

La metáfora es igual a la carrera resulta algo paradójico que hablando de carrera, para correr hay que saber parar, un detenerse no es pérdida, y el riesgo de la velocidad que llevan los docentes es tratar de darnos un tiempo, para nosotras/os para que él cansancio no llegue.

Personalmente no creo que avanzar es retroceder, al contrario es una experiencia, y una frustración personal de haber dejado dos años, no es retroceder, es una experiencia ganada en el ámbito del saber (hablo de mí, que esto me agrada y deseo seguir, ya que es mi objetivo.

La carrera del sol, es la escritura, es la razón, es la que ilumina nuestra carrera, que sólo queremos avanzar hacia la claridad y no queremos que se entorpezca con la oscuridad, es un movimiento continuo hacia la luz. La escuela pretende brillar en la razón e iluminar a la humanidad, más que nada a los niños, que se desarrollen como flores es decir con cariño, que se sientan conforme, que vayan contentos al colegio, que sean iluminados por el resto de los años.

Con relación a la carrera pedestre, nos permite ver lo invisible nos nuestra aquello que permanece oculto a imple vista y lo hace descubrir en lo ajeno aquellos que hemos sido incapaces de percibir en nosotros mismos. Como si de un puente se tratara, cada símbolo nos conduce a la otra orilla, nos permite penetrar en el reino eterno e invisible para después volver a nuestra cotidianeidad con el tesoro de descubrir reflejos del misterio en todo aquello que nos rodea. La hermenéutica simbólica no es lineal, racionalista ni dual, sino racional intuitiva y unitiva.

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