La centralidad patrimonial del derecho civil

La centralidad patrimonial del derecho civil

Esta corriente surge desde la creación del código civil napoleónico de 1804, hasta de alguna manera, la implantación del capitalismo. Esta idea del código civil se centra en el patrimonio, es decir en los bienes que una persona pueda tener. Debido a que la idea de persona humana y su dignidad pasan a segundo plano, siendo los bienes materiales de esta los que valen. “Las personas ya no son tomados por lo que son, sino por lo que tienen”^[1].

Partamos de la creación del código civil francés o napoleónico de 1804. Este código o “code es la expresión de la burguesía triunfante”^[2]. Debido a esto por los intereses de la burguesía, la propiedad pasa a ser un eje principal (sino el más importante) del código napoleónico.

El interés presentado aquí por la propiedad, se debe al triunfo de la revolución burguesa sobre el feudalismo. La burguesía ahora en el poder busco que las propiedades, antes pertenecientes a los altos mandos del feudalismo (reyes, la iglesia y los nobles), pasen a ser posesión de la burguesía. Esto significaría una gran transferencia de tierras para los burgueses, cosa que el código se encargó de regular y proteger, para que la burguesía mantenga las tierras en su poder.

Otro factor que estuvo presente en la centralidad del patrimonio en el derecho civil, fue el punto de vista que tenían los redactores del código en ese entonces. Los redactores del código civil tenían una idea pesimista del hombre, “para ellos, los hombres eran “naturalmente egoístas,  presos de sus apetitos o pasiones y estaban guiados esencialmente por el interés o el temor”^[3]. Esta visión tan desencantadora del hombre, influye en los autores del código para no tomar al hombre importancia, para ellos “ante el derecho, el individuo no es nada, la sociedad lo es todo”^[4].

Con todo esto los creadores del código entendieron que al hombre, al ser tan violento, no se le podía dejar en completa libertad. Para esto se le creo uno “ilusión de libertad al individuo”^[5].  Es decir una libertad a medias, debido a que el individuo cree que está ejerciendo su voluntad, pero lo que en verdad lo está guiando para tomar decisiones son el bien común y el estado.

Para pasar a hablar del capitalismo, hay que centrarnos en dos puntos concretos. El primero de ellos es la perdida de la persona humana como idea central del código civil. Esto se debe a que actualmente el capitalismo es la corriente más fuerte de nuestra era, al influir esta corriente en la política, genera que los  “valores y atributos de la personalidad son desplazados por los valores extrínsecos de carácter patrimonial y económico”^[6]. Debido a esto dejamos de ver a la persona humana como fin o como elemento esencial del código civil, para pasar a tomarla como un instrumento de las relaciones patrimoniales, que ahora son fundamento o idea central del código civil.

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