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La condición física y sus componentes, razones para mantenerse en forma


Enviado por   •  18 de Abril de 2018  •  Informes  •  4.660 Palabras (19 Páginas)  •  128 Visitas

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La condición física y sus componentes, razones para mantenerse en forma

Es de gran importancia para el ser humano conocer las razones por las que se debe tener una condición física en óptimas condiciones y mantener hábitos saludables a lo largo de su vida. Obtener la energía necesaria para realizar todas las actividades diarias con vigor sólo se logra mediante el trabajo de varias cualidades físicas: como la fuerza, resistencia, velocidad, que sólo se logra realizando ejercicio físico de manera planificada.

La condición física

La mejora de la condición física es uno de los objetivos principales en un programa de ejercicios. Esto es así porque al mejorar la condición física, el organismo aumenta su capacidad de utilización de energía y, por lo tanto, de quemar grasa. A medida que mejora la condición física suele aumentar también el gasto metabólico de reposo, como consecuencia de un incremento en la masa muscular. Por lo tanto, además de mejorar la capacidad de utilizar energía durante la realización del ejercicio físico, la mejora de la condición física aumenta la utilización de energía durante las restantes horas del día.

Toda persona posee fuerza, resistencia, flexibilidad, coordinación y velocidad. Estas cualidades físicas básicas están desarrolladas de forma diversa en cada persona, de acuerdo con el esfuerzo que debe realizar diariamente o en su actividad deportiva. El estado individual de las cualidades es el que determina la condición física.

A continuación se da una breve descripción de las cualidades físicas básicas:

Fuerza: capacidad de generar tensión intramuscular frente a una resistencia, independientemente de que se genere o no movimiento.

Resistencia: Definimos resistencia como la capacidad psicofísica de la persona para resistir a la fatiga. En otros términos, entendemos por resistencia la capacidad de mantener un esfuerzo de forma eficaz durante el mayor tiempo posible.

Flexibilidad: capacidad que tienen las articulaciones para realizar movimientos con la mayor amplitud posible. Hemos de tener en cuenta que la flexibilidad no genera movimiento, sino que lo posibilita.

Coordinación: un movimiento es coordinado cuando se ajusta a los criterios de precisión, eficacia, economía y armonía.

Velocidad: La velocidad es una de las capacidades físicas más importantes en la práctica de cualquier actividad física de rendimiento. La rapidez de movimientos en las acciones deportivas es primordial, ya que la efectividad en su ejecución depende, en gran medida, de la velocidad con la que se realice. Es la capacidad física que nos permite llevar a cabo acciones motrices en el menor tiempo posible.

Todas estas características pueden mejorarse mediante el entrenamiento diario o constante. Un entrenamiento concreto puede influir sobre facultades desaprovechadas e incluso mejorarlas. Cuando se entrena de manera razonable, se pueden mejorar las debilidades físicas, llevando a la armonización de la condición física, así como también a una disminución del tiempo necesario para la recuperación del desgaste físico. El cuerpo humano puede ser entrenado a cualquier edad, aunque las adaptaciones al entrenamiento ocurren con menor rapidez.

La disminución de la fuerza a consecuencia de la edad puede ser retardada claramente por medio de un entrenamiento especial e incluso puede ser frenada completamente. La capacidad de resistencia puede conservarse durante un tiempo considerablemente mayor. No se trata de correr una maratón, pero precisamente a una edad avanzada un entrenamiento de resistencia correctamente dosificado contribuye de forma significativa al bienestar. También la movilidad de las articulaciones y la capacidad de elongación de

A cualquier edad puede mejorar su condición física. Una persona de 60 años bien entrenada tiene una mayor capacidad de rendimiento físico que una persona de 40 años no entrenada.

Para que amplíe sus conocimientos lea el siguiente documento titulado “Cuido mi condición física” para ver el documento haga

Esfuerzo y descanso, la clave del éxito

El entrenamiento físico significa, en primer lugar, consumo de energía, solamente en la fase de recuperación después del esfuerzo, el cuerpo vuelve a normalizar las reservas energéticas. Si el ejercicio está dosificado correctamente y la recuperación es adecuada, el nivel de recuperación de la energía superará los niveles anteriores al comienzo del esfuerzo. Por lo tanto, habrá conseguido un aumento de energía y un beneficio por el entrenamiento. Un ejercicio dosificado correctamente supone la obtención de un beneficio gracias al entrenamiento y con ello un mejor rendimiento en la fase final de recuperación. Además de la elección de los ejercicios que integran el programa, la dosificación del esfuerzo durante los mismos en fundamental.

Recuerde siempre que para cualquier entrenamiento, hay que hidratarse antes, durante y después de la actividad. Observe el esquema que contiene los cinco (5) beneficios de actividad física diaria.

Es de vital importancia mantenerse en forma y desarrollar los componentes de la condición física, para nuestro bienestar físico y así hacer del ejercicio físico un hábito en nuestra vida diaria.

Funciones y signos vitales del ser humano

Los signos vitales son mediciones de las funciones más básicas del cuerpo, son parámetros clínicos que reflejan el estado fisiológico del organismo, mediante éstos evaluaciones nos proporcionan los datos que nos darán las pautas, para evaluar el estado homeostático de la persona, indicando su estado de salud presente, así como su evolución ya sea positiva o negativamente. Se apoyan en nuevas tecnologías, donde se detectan fácilmente las alteraciones. Los signos vitales de un individuo a otro, y se deben evaluar en diferentes horas del día.

Los cuatro signos vitales principales que monitorizan de forma rutinaria los profesionales médicos son: la temperatura corporal, el pulso, la frecuencia respiratoria (ritmo respiratorio), la presión arterial (si bien no se considera a la presión arterial como un signo vital, por lo general se la controla junto con los signos vitales).

Los cuatro signos vitales principales que monitorizan de forma rutinaria los profesionales médicos, son: la temperatura corporal, el pulso, la frecuencia respiratoria (ritmo respiratorio), la presión arterial (si bien no se considera a la presión arterial como un signo vital, por lo general se la controla junto con los signos vitales). Estos son tomados en control de salud, orden médica, antes de una intervención quirúrgica, al ingresar al hospital.

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