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La cultura de lo pirata


Enviado por   •  31 de Mayo de 2017  •  Ensayos  •  1.986 Palabras (8 Páginas)  •  134 Visitas

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La cultura de lo pirata

  1. Introducción

En México, es muy común encontrar en las calles puestos de artículos con precios accesibles para prácticamente cualquier público. Desde películas que acaban de estrenarse, hasta imitaciones de bolsos de diseñador y relojes. También en internet se pueden descargar películas, música, software de licencia, y muchas cosas más contenido con copyright totalmente gratis y sin ninguna repercusión. Esta práctica de copiar, reproducir, falsificar o clonar este tipo de artículos, conocida coloquialmente como piratería (Pérez, 2012), al parecer no suena como algo tan negativo, ya que hace que el consumidor obtenga productos a un muy bajo precio o incluso sin ningún costo, sin embargo, este es un verdadero problema que afecta no solo a la economía del país completo, sino también al autor creativo de dichos productos.

Según la UNESCO, la piratería se define como “la reproducción y distribución de copias de obras protegidas por el derecho de autor, así como su transmisión al público o su puesta a disposición en redes de comunicación en línea, sin la autorización de los propietarios legítimos” (2007). Entonces, además de que la piratería es considerado como un delito, con lo anterior es posible afirmar que al vender o comprar un producto de este tipo, además de ilegal, es un robo.

Entendiendo a la moral como “el conjunto de normas, principios y valores que regulan la vida de un grupo social” (Gutiérrez, s.f.), se sabe que moralmente, el robo está calificado por la sociedad como un acto reprobable, y desde una perspectiva legal, un delito, sin embargo, cuando se trata de la piratería, la sociedad no lo ve de esa forma, lo que llega a ser bastante hipócrita e irónico

ya que no solo estás comprando una película a un tercio del precio real, sino que también estás privando a muchas familias de sus ingresos, desde las familias de los productores hasta los que venden las películas en los locales autorizados que pagan un permiso y cumplen con la ley.

 Sin embargo, a pesar de tener este conocimiento, la piratería se ha posicionado a tal nivel que se ha infiltrado al ámbito común en la vida del ciudadano promedio. Tan solo en México, la 4ª Encuesta de Hábitos de Consumo de Productos Pirata y Falsificados publicada por la American Chamber en septiembre de 2011, indicó que 8 de cada 10 mexicanos declararon haber comprado productos pirata, siendo las principales causas el bajo precio y la facilidad para encontrarlos (Orozco, 2012). Claramente el principal problema al que los gobiernos y los propietarios intelectuales se enfrentan es que la piratería ya se ha convertido en parte de la cultura de los países.

  1. Desarrollo

La piratería no es un problema exclusivo de las industrias, debido a que también los gobierno y la economía mundial se ven afectados por ésta, por lo que se han tratado de implementar medidas para asegurar la protección de las creaciones, pero aun así el problema no ha dejado de crecer, y es que en el 2013, el comercio internacional de este tipo de artículos representó hasta un 2,5% del comercio mundial, es decir, 461 000 millones de dólares (OECD, 2016).

Es así como se puede ver que la piratería ha tomado tanta fuerza que se ve como algo cotidiano, es un producto más en el mercado que está al alcance de cualquier persona que la requiera, algo que es preocupante porque se convierte en un hábito negativo, debido a las repercusiones que éste provoca, y repetitivo, lo que según Aristóteles, sería clasificado como un vicio y posteriormente como circulo vicioso, pues la demanda irá aumentando, por lo que se producirá a mayor escala, habrán más compradores, y así sucesivamente hasta que lleguen a destruís las diversas industrias a las que ataca.

Lo que es bastante alarmante es que, como se dijo anteriormente, la sociedad no ve a los productos pirata como algo que va en contra de las normas y leyes, sino como un producto más que existe en el mercado y está al alcance de cualquiera que lo requiera, pues una encuesta realizada por la Cámara de Comercio mexicana en 2009 reveló que del total de encuestados, un 88% alguna vez adquirió un producto pirata y apenas un 58% tenía una percepción negativa de esta practica. (Fundacion MEPI, 2012) Podemos ver cómo los consumidores se vuelven una especia de cómplices ya que de cierta manera además de aceptarla la apoyan lo que provoca una proliferación de ésta y normalización, la cual no está para nada construyendo ni aportando nada a la sociedad, por lo que si tomamos el imperativo categórico de Kant, el cual nos dice que

Existen muchas personas que aseguran que lo dicho anteriormente es falso, ya que culpan del delito exclusivamente a los vendedores, y otros llegan a justificarse diciendo que de todas formas el dueño de la patente o copyright del producto no se verá afectado debido a que ya cuenta con recursos suficientes o simplemente no necesita ese dinero, cuando en realidad las cifras no mienten y es que tan solo en el sector de la industria musical solo se recupera el 10% de las inversiones en grabaciones. (Mendoza, 2016) Además de todas las afectaciones tanto a las industrias como a la economía, el consumir un producto de esta naturaleza refleja el poco respeto a la dignidad humana hacia los propietarios intelectuales, la cual se definiría como “el respeto al derecho humano en su persona como en los demás” (Tecnológico de Monterrey, 2015), debido a que al comprar un artículo pirata, se está considerando que el trabajo hecho no es tan valioso como el de la otra persona, que el precio asignado no le corresponde o que simplemente no se lo merece, cuando cualquiera tiene el derecho de recibir la remuneración correcta que por ley se establece.

Si se requiere buscar un culpable a esta conducta, existen algunos autores que defienden el hecho de que la globalización es la que ha causado la “cultura pirata” dentro de las sociedades. El artista español Jota Izquierdo respalda lo anterior, diciendo que “la modernidad pirateada surge y permanece como una solución local a una modernización globalizada (pero no alcanzada)”(Paul, 2016). Esto quiere decir que como estamos expuestos a un consumismo extremo, pensamos que entre más cosas se tengan, más feliz se es, sin embargo, muchos países no tienen la solvencia económica como para que sus habitantes lleven este tipo de vida, por lo que se necesita buscar otro tipo de soluciones para saciar esa gran necesidad de consumir, y una de estas soluciones son los productos pirata. Sin embargo, esta no es una justificación para nada válida, debido a que si se analiza esta situación con el punto de vista de Kant y el imperativo categórico

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