La educaccion en chile

Imagen educativa de nuestro país

“Un día como cualquiera se encuentran muchos animales; un mono un pingüino, un elefante, un pez, una foca, etc. Los cuales debían ser evaluados para ingresar al sistema educacional, éste eligió, para ellos, la mejor forma de definir quién puede entrar y quien no, por lo que le dicen a los animales: -Para una selección equitativa vamos a hacer el mismo examen a todos; por favor, trepen el árbol.” … ¿Selección equitativa? Como nos decía el científico Albert Einstein; “Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad por trepar un árbol, pasará el resto de su vida creyendo que es un idiota”

En nuestro país existen una serie de evaluaciones estandarizadas, es decir la misma prueba para miles de niños, jóvenes y adultos, tales como el Simce, la Psu y en el caso de los profesores la evaluación docente las cuales son externas, es decir, provienen desde otros entes a evaluar dentro del establecimiento educacional. En Finlandia, por ejemplo, se prioriza la evaluación al interior de cada escuela y logra mejores resultados que un país como Estados Unidos el que lleva una década aplicando los exámenes de manera externa, al igual que Chile. ¿Y por qué se produce esto? Es simple, no existen en ninguna parte del mundo, personas estandarizadas, ni menos un ambiente educacional que sea igual a todos, las realidades son todas distintas y las evaluaciones deberían serlo también, si bien este tipo de pruebas son un método para entregar información nunca se es medida la capacidad que realmente pueda tener el individuo. Este tipo de evaluación no tiene carácter formativo, más bien está impulsado por una ideología mercantil en la competencia e interés político donde frecuentemente está el centro de interés.

El año 2010 la prueba Simce arrojó que el 62% de los alumnos de octavo básico va dos años atrasados en matemáticas, es decir que nuevamente los resultados del Sistema de Medición de Calidad de la Educación fueron malos, evidenciando que la brecha crece cada año. Al respecto, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, sostuvo: "Necesitamos un punto de inflexión que marque una nueva era (…) si seguimos a así nos vamos a demorar 100 años en lograr el aprendizaje esperado”. Ahora bien, hace exactamente 17 años el colegio de profesores apuntaba con sagacidad acerca de los grandes peligros de las pruebas estandarizadas y estableció cuatro características de estas que las hacen ser un instrumento no tan válido para medir la calidad de la educación chilena; “a) omiten la diversidad cultural y las capacidades de los estudiantes, discriminando a los más pobres y menos integrados a la “modernidad”; b) sancionan y estigmatizan a la educación pública, que es la que recibe en su mayoría a los alumnos y alumnas con mayor atraso educativo, familias con bajos niveles escolares y socioeconómicos,

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