La evaluación según su finalidad

La evaluación según su finalidad

Éste ensayo se elaboró con la finalidad de comparar los dos tipos de evaluación de acuerdo a su finalidad según María Antonia Cassanova. Los dos momentos de evaluación mencionados por la autora en su obra refieren a la evaluación sumativa y la formativa. Estos dos tipos de valoración refieren a dos formas de realizar el proceso de informe sobre los resultados que se están o se han obtenido de un proceso o un objeto. De tal manera que dentro de éste documento se abordará el para qué sirve cada uno de ellos, sus similitudes y diferencias, así como también el cómo son útiles dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje

El identificar la importancia de realizar estos dos tipos de evaluación dentro de la práctica docente también refiere un punto importante en este escrito. Puesto que utilizando ambos tipos de evaluación de manera correcta aseguramos que se estará indagando y reflexionando de manera correcta el accionar del maestro, así como también de los resultados en las actividades propuestas por el mismo.

Comenzaré hablando de la evaluación sumativa, aspecto que representa el más conocido tipo de evaluación, puesto que muchas personas al escuchar dicha palabra se imaginan el juzgar algo, tal cual es y la evaluación sumativa es precisamente eso, determina el valor del producto final, o del resultado de un proceso sin detenerse a ver cómo fue que llegó hasta ese punto. La evaluación sumativa solo decide si el resultado está bien o mal, dependiendo de los aspectos a diagnosticar, es simple y efectiva, nos sirve para el control de calidad de un juguete o de un producto alimenticio. Claramente es sencillo indicar cuando un juguete está mal, o un producto no cumple con los estándares adecuados para ser vendido pero… ¿Y en los estudiantes?

Personalmente creo que no se puede basar el juicio de valor de un estudiante solamente en una evaluación sumativa, porque se deja de lado todo el proceso y esfuerzo que el alumno puso para aprender dicho conocimiento, las circunstancias particulares también se dejan de lado y solo queda un resultado frío, que indica si el alumno es apto o no. Al ser explicado de esta manera llega a sonar bastante lógico que en la escuela se evite éste tipo de prácticas, pero normalmente en cada escuela existe un maestro que dice “si está bien es 10 y si está mal es 5” les da la ficha de trabajo a sus alumnos y cómodamente se sienta en su escritorio esperando a que sus alumnos lleven a cabo todo un proceso de aprendizaje por ellos mismos, para el solo ser el juez de si ellos triunfaron o fracasaron.

La evaluación sumativa resulta particularmente dañina cuando se usa de la manera antes mencionada, pero no quiero ser malinterpretado, ya que es una estupenda ayuda para expresar los resultados de un proceso,

...