La función de la evaluación en el mejoramiento del proceso de enseñanza

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“La función de la evaluación en el mejoramiento del proceso de enseñanza”

        La evaluación es el medio mediante el cual se  debe mejorar el proceso de enseñanza. Tomando como referencia los objetivos de la evaluación  que permiten perseguir la aplicación de un modelo evaluador cualitativo, formativo y continuo, adatado convenientemente a los procesos de enseñanza y aprendizaje, no se limitan ya a comprobar lo aprendido por el alunado cada cierto tiempo, sino que amplían sus expectativas y posibilidades y cubren un campo mas extenso, mas completo, pues la evaluación  se incorpora, al camino de aprender y enseñar, y ofrece, en consecuencia, mayores aportaciones y  al conjunto del proceso que transcurre.1 

        Para que la evaluación tenga los resultados esperados, que favorezcan el proceso de enseñanza, es necesario saber aplicar, tanto la evaluación formativa como la evaluación sumativa, así como saber en que momento debe aplicarse cada una de las evaluaciones. Los dos tipos de evaluación nos proporcionan información útil.

Normalmente los profesores sol usan la evaluación sumativa. Se limitan a evaluar un trabajo y otorgar una calificación, vinculada sólo a los conocimientos adquiridos, no tomando en cuenta las posibles causas de tal calificación; pudiendo ser, en caso del un mal resultado,  las estrategias aplicadas por él las más responsables.  Éste tipo de evaluación no busca mejorar el proceso sino determinar  el grado en el que se han alcanzado los objetivos.

1 Casanova, María Antonia (1998), “Objetivos de la evaluación”, La evaluación educativa.  La escuela básica. México, SEP/ Fondo Mixto de Cooperación Técnica y Científica México - España pp. 101-102

Lo anterior se debe a que el maestro siembre busca su comodidad y el realizar menor trabajo y esfuerzo. Sin embargo, cabe señalar que la evaluación sumativa no es del todo mala, lo malo es que los profesores no saben cuando es el momento ido neo para aplicarla. Éste momento puede ser al termino de un tea, un bloque y al final del curso; ya que con este tipo de evaluación se permite tomar medidas a mediano y largo plazo.

En contraste, la evaluación con funcionalidad formativa se utiliza en la valoración de procesos y supone, por lo tanto, la obtención rigurosa de los datos a lo largo del mismo proceso, de modo que en todo momento se posee el conocimiento apropiado de la situación evaluada que permite tomar las decisiones necesarias de forma inmediata.2

Al aplicar este tipo de evaluación, que se realiza de manera continúa a lo largo de un proceso, se obtienen datos e información acerca de los aprendizajes adquiridos por el alumno y su modo de hacerlo. Esto nos ofrece lo necesario para evaluar, no solo al alumno, sino a nosotros mismos demostrando sí las estrategias usadas son efectivas; así como en que puntos están bien y en cuales otros es necesario realizar una adecuación y/o modificación a corto plazo  fin de obtener mejores resultados.

La evaluación formativa busca adaptar el sistema usado para enseñar a las necesidades  particulares de los alumnos pudiendo así desarrollar sus capacidades al máximo.

2 Casanova, María Antonia (1998), “La evaluación según su funcionalidad”, La evaluación educativa.  La escuela básica. México, SEP/ Fondo Mixto de Cooperación Técnica y Científica México - España pp. 77-88

Los maestros no realizan este tipo de evaluación por su complejidad y  tediosa necesidad de observación necesaria para evaluar y adaptar sus formas de enseñanza a las particularidades presentadas por su grupo.

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