La hora de la siesta en el aula de 2-3 años
MOYURRCTarea4 de Noviembre de 2015
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EJERCICIO 1
La hora de la siesta en un aula de 2-3 años
Después de la comida toca volver al aula y los niños y niñas ya sabrán que se acerca el momento del descanso y la siesta. Lo primero que se deberá hacer nada más llegar a nuestra clase será acudir, ordenadamente, al baño a limpiarse las manos para evitar que ningún tipo de olor o sabor (al acercarse las manos a la boca) nos distraiga de nuestra actividad principal en ese momento, el sueño. A continuación, sentados en corro alrededor del profesor/a se establecerán las pautas de la actividad correspondiente para el descanso.
DESCANSO
Actividad y objetivo
En este caso, la actividad que se llevará a cabo se conoce como “Cuida, respeta y recoge tu aula”. Con este ejercicio se trata de enseñar a los niños la necesidad de tener una clase recogida para saber en todo momento dónde tenemos los objetos y utensilios que vamos a necesitar en cada momento. Una vez sentados en corro, el educador/a en un tono de voz suave y bajo, que va proporcionando mayor relajación en los niños, les explica la manera de llevar a cabo la activad.
Metodología y materiales empleados
Una vez aseados tras la comida, los niños y niñas deberán desprenderse de toda aquella ropa que les moleste a la hora de dormir. Con esto, además, evitaremos que pasen un calor excesivo. Colgarán los “babis” en sus respectivos percheros y continuarán con la actividad. A continuación, guardaremos cada uno de los juguetes del aula en sus cajas y lugares correspondientes. Tener un aula recogida evita que los niños y niñas encuentren distracciones con las que les sea más difícil conciliar el sueño. El siguiente paso es acercar todos los utensilios para la hora de la siesta. Se colocarán las hamacas y tumbonas de clase para que cada niño pueda disfrutar del descanso. Se recogerán las mantas o sábanas con las que se taparán para no pasar frío después de la comida. El momento de la siesta se va acercando y nuestros alumnos/as están ejercitándose mental y físicamente para conseguir un mejor sueño. Ya solo nos quedan dos pasos antes de poder dormir. Para hacer posible un mejor descanso, bajaremos la luz de la clase, pero que no se consiga una oscuridad completa. Los niños deben diferenciar entre el día y la noche y entre el sueño y la vigilia. Así evitaremos que crean que es la hora de dormir por la noche en vez de la siesta que nos durará entre 1 hora y 1 hora y media. Regularemos los estores para conseguir una luz tenue. Apagaremos la luz del aula y, para conseguir una temperatura ideal, colocaremos el termostato entre 20-22ºC. por último, y volviendo al primer paso, cada niño deberá descalzarse colocando sus zapatillas cerca de su hamaca o tumbona. Una vez acostados, el ultimo paso será escuchar el cuento que el/la profesor/a leerá. La voz debe de estar relajada, hablando en bajo y despacio, consiguiendo una musicalidad en la voz que haga que los niños se relajen para conciliar el sueño. Atenderemos a las necesidades de cada niño y niña si vemos que no son capaces de dormirse. Cada uno tiene unos hábitos y se debe conseguir que todos duerman al mismo tiempo para que tengan el descanso correcto.
DESPERTAR
Tan importante es el descanso como la hora del despertar. El momento de la siesta para los niños y niñas entre 2 y 3 años no deberá ser superior a 1 hora y media.
Actividad y objetivo
Cuando se vaya acercando el momento de despertar a los niños y niñas, el profesor/a irá acondicionando el aula para hacer posible que los alumnos/as se vayan despertando solos. Se levantarán los estores paulatinamente para que la luz vaya entrando en el aula y ellos mismos sepan que es la hora de ir despertándose. Con esto queremos conseguir la autosuficiencia de los niños y que comprendan que la siesta tiene un horario determinado y que no es bueno que se alargue en exceso.
Metodología y materiales empleados
A medida que los alumnos/as se van despertando, y en voz baja, se les insta a que con cuidado vayan recogiendo los materiales utilizados para el descanso. Al igual que hacen con los juguetes después de la hora de juegos, tendrán que recoger y depositar en sus lugares correspondientes las sabanas o mantas. Volverán a ponerse las zapatillas y se colocarán el “babi” para evitar ensuciarse en las siguientes actividades. Una vez recogida la clase, volveremos a sentar a los niños y niñas en corro alrededor del profesor/a. Es posible que tras una hora de sueño algunos sigan dormidos. Para evitar que se duerman y que estén apáticos, cantaremos un par de canciones que contengan bailes y movimientos para despertar así a todos.
Descripción del espacio destinado para el descanso de los niños y niñas de 2-3 años: mobiliario y condiciones ambientales.
Nuestra zona de descanso en el aula deberá ser un lugar confortable que haga posible un descanso satisfactorio. Además de ser un espacio tranquilo que no se vea alterado por ruidos del exterior. Para ello es fundamental un buen aislamiento. Las colchonetas o hamacas donde cada niño descansará en la siesta serán de uso individual y de un material ni demasiado blando ni demasiado duro. El material deberá ser transpirable para evitar malos olores o humedad en el caso de que nuestros alumnos/as suden mucho. Los colores tienen que ser claros para evitar una mayor estimulación visual. Los colores crema son los más adecuados. Por otro lado tenemos que disponer de mantas o sábanas para cubrir a los niños y niñas durante su descanso.
Bibliografía y recursos empleados
- Apuntes de la plataforma de educación
- Visita y charla con profesores de educación infantil del Colegio Público Alto Ebro de Reinosa.
EJERCICIO 2
Folleto con información para madres y padres sobre los trastornos del sueño.
Los trastornos del sueño son un problema que afecta aproximadamente a un 15-25% de los niños menores de cinco años. La mayoría de los niños pasa por alguna época durante la que presenta algún problema o dificultad para conciliar el sueño.
La clasificación de los trastornos del sueño comprende cuatro categorías:
- Disomnias: en ellas encontramos el insomnio y la hipersomnia.
- Parasomnias: encontramos el sonambulismo, somniloquia, pesadillas, terrores nocturnos, jactatio capitis nocturna y bruxismo.
- Alteraciones médicas o psiquiátricas.
- Trastornos sobre los que no se tiene información.
DISOMNIAS
Son las alteraciones en la cantidad del sueño. Se pueden definir como dificultades para conciliar el sueño, o insomnio, y para mantenerse despierto, o hipersomnia. Encontramos dos tipos de dismonias: insomnio e hipersomnia.
- Insomnio: se trata de la dificultad para conciliar el sueño o la interrupción de éste seguida de una fase de desvelo anormal. Cuando consiste en la dificultad para conciliar el sueño se habla de insomnio inicial, mientras que si se trata de un despertar prematuro o cierta dificultad para dormirse se habla de insomnio terminal. Se pueden producir dos causas que desemboquen en insomnio. Por un lado, los malos hábitos de sueño provocan que el 10% de los niños no duerman la noche entera. Para solucionar este problema se deberá reeducar y estimular para dormir. Por otro lado, una alteración de la rutina del bebé le causará excitación y el bebé no conseguirá dormirse. Alguno ejemplos de estas alteraciones pueden ser: viajes, nacimientos de hermanos, aprender a gatear, etc.
- Hipersomnia: es un trastorno poco frecuente en la infancia y normalmente se asocia a alteraciones del sistema nervioso central. Consiste en una excesiva cantidad de sueño con incremento de la somnolencia diurna. El sueño se puede prolongar de las 8 a las 12 horas y, pese a ello, puede haber necesidad de volver a la cama durante el día. El tratamiento consiste, básicamente, en la administración de fármacos estimulantes por la noche o por la mañana.
PARASOMNIAS
Son las alteraciones en la calidad del sueño. Se producen mientras el niño duerme y afectan a sus diferentes fases. Entre ellas están: sonambulismo, somniloquia, pesadillas, terrores nocturnos, jactatio capitis nocturna y bruxismo.
- Sonambulismo: se caracteriza por una secuencia de comportamientos complejos ocurridos durante el sueño, generalmente en el primer tercio de la noche. El episodio se inicia con movimientos corporales que pueden llevar al sujeto a sentarse en la cama de una forma brusca e incluso levantarse y comenzar a deambular. Puede llegar a vestirse y abrir puertas o ventanas. El episodio de sonambulismo puede terminar de diferentes maneras. Normalmente el sujeto, tras terminar la actividad, vuelve a la cama y sigue durmiendo, produciéndose el olvido a la mañana siguiente. Además puede despertarse por si mismo con signos de desorientación o simplemente acostándose en un lugar diferente. Estos episodios suelen durar unos minutos y se produce en las fases III y IV del sueño en el primer tercio de la noche. Entre el 10 y el 30% de la población ha sufrido sonambulismo en su etapa infantil y afecta tanto a hombres como mujeres. Al tratarse de una alteración del sueño benigna no suele ser necesario ningún tipo de tratamiento. Bien es cierto, que no es conveniente intentar despertar al niño ya que puede causarle desorientación o asustarle. La principal precaución que deben tener los padres es evitar que el niño, durante esta fase, se cause ningún tipo de daño.
- Somniloquia: se trata normalmente de la emisión de palabras ininteligibles o conjunto de ellas formando frases cortas. Consiste en hablar durante el sueño. Pueden acompañarse de risas, gritos o llantos. Normalmente, el habla tiene una duración de pocos segundos y ocurre esporádicamente. No suelen despertar al niño, pero puede resultar molesto para otros. Estas manifestaciones son muy frecuentes y alrededor del 50% de los niños entre 3 y 10 años presenta somniloquia al menos una vez al año. Pueden aparecer durante el sueño de ondas lentas y en el paradójico. No suele intervenirse salvo que los episodios sean muy frecuentes o molestos para el niño. El tratamiento de la somniloquia se suele colocar un dispositivo electrónico que emite un sonido molesto justo cuando el niño comienza a hablar.
- Pesadillas: se acompañan siempre de ansiedad. Esta respuesta de ansiedad suele ir acompañada de una reacción motora brusca que puede provocar el despertar. En el caso de que las pesadillas se presenten de una forma recurrente pueden conducir a una fobia al sueño o provocar interrupciones repetidas del sueño paradójico. Las pesadillas aparecen principalmente en el período medio y final del sueño nocturno, puesto que ocurren durante el sueño paradójico. Suelen aparecer por primera vez entre los 3 y los 6 años. Normalmente estos episodios se superan con la edad y no necesitan ningún tipo de intervención psicológica. Aún así, los padres como educadores y cuidadores, deberán tranquilizar a los niños utilizando una voz suave. Es bueno preguntar al niño, pero sin entrar en detalles acerca del contenido del sueño. Si el niño es muy pequeño se puede valorar la opción de dormir con los padres. Si son mas mayores conviene hablar con ellos por la mañana acerca del sueño, tranquilizarles y explicarles que son procesos anormales que se dan con el crecimiento y que acabarán desapareciendo.
- Terrores nocturnos: el niño, que hasta ese momento estaba durmiendo de una forma calmada, se sienta de forma brusca en la cama gritando intensamente; se puede producir toda una serie de vocalizaciones acompañadas de manifestaciones de una ansiedad intensa: sudoración, piloerección y taquicardia. Se pueden producir gestos descoordinados y rápidos, y una fijación de la mirada en algún punto frontal. A pesar de toda esta activación inicial, el niño puede tardar entre cinco y diez minutos en despertarse, en el caso de que esto ocurra. Cuando el niño se despierta durante un episodio, no suele recordar lo ocurrido, y tampoco lo hace a la mañana siguiente. los episodios de terrores nocturnos suelen ocurrir en el primer tercio de la noche, en las fases III y IV del sueño. Normalmente se inicia en niños de edades comprendidas entres los 4 y los 12 años. Los terrores nocturnos suelen desaparecer con el tiempo y no suelen precisar tratamiento farmacológico. Los padres deben adoptar una actitud tranquila. Durante los terrores nocturnos solo deben evitar que se causen algún tipo de daño. Es aconsejable no hablarle ni despertarle. Además hay que esperar que el episodio siga su curso natural, pero bajo nuestra vigilancia.
- Jactatio capitis nocturna: consiste en efectuar golpes rítmicos con la cabeza contra la almohada o movimientos de balanceo de todo el cuerpo al intentar conciliar el sueño. Pueden también aparecer sonidos guturales. Estos episodios se consideran inofensivos y no dejan secuelas, pero se debe evitar que en la cama del niño no haya superficies duras contra las que golpearse. Estos movimientos, que se producen en estado de vigilia y en las fases I y II de sueño, pueden ser regulares o intermitentes. Suele comenzar a los 9 meses y no persiste más allá de los 4 años. El tratamiento a seguir es similar al de la somniloquia. Se establece la aparición de un estímulo sonoro o luminoso al iniciarse los movimientos.
- Bruxismo: se trata del “chirriar de los dientes” que se produce por la contracción excesiva de los maxilares produciendo un ruido característico y, a veces, molesto aunque raramente despierta al niño. En los casos mas graves puede producir desgaste en dientes y encías. Aparece sobre todo en la fase II del sueño y en la transición entre las distintas fases, y en el ámbito fisiológico se origina una discreta taquicardia. El curso de este trastorno puede ser transitorio o crónico. La incidencia en niños de 3 a 7 años es del 2,3 al 12,1%. El tratamiento a seguir para evitar este trastorno del sueño incluye técnicas conductuales (relajación, práctica masiva y biorretroalimentación con alarma nocturna. Para casos mas severos se aconseja el uso de protectores bucales.
Bibliografía y recursos empleados
- Apuntes de la plataforma de educación
- http://www.psicodiagnosis.es/areaclinica/otrostrastornosclinicos/trastornosdelsueoinfantil/index.php
- http://www.iis.es/?page_id=123
- http://www.drromeu.net/trastornos-de-sueno-en-los-ninos/
- Charla con un familiar que acaba de tener dos niños sobre la posibilidad de trastornos de sueño en sus hijos.
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