La Ética Como Resistencia A La Corrupción

Autor: Antonio S. Negrón García

La ética es la parte de la filosofía que trata el bien y el mal en los actos humanos; o el conjunto de principios y reglas morales. En los países con democracias liberales se está dando el fenómeno de la corrupción gubernamental a todos los niveles. La corrupción significa la acción y el efecto de corromperse, esto es, alterar, descomponer y cambiar la naturaleza de una cosa volviéndola mala. Este fenómeno ha acompañado el poder y lo corrompe y cuando el poder es absoluto se corrompe absolutamente. Esto es inmoral, produce escándalos y afecta gravemente el sistema político. El poder y el control son adictivos, crecen diariamente, y ese poder sin controles es formula, para el nepotismo, rasgos de imperfección que como germen lleva todo ser humano y se manifiesta en la ambición, la pasión y la voluntad de mandar.

La historia de la política puertorriqueña de mostrarnos, la fragilidad de las “realidades” de los triunfadores. La noción peligrosa de que el poder mayoritario es irrestrictico se olvidan que es efímero. Es la razón de que en nuestra isla ha habido numerosos casos de corrupción, cuyos nombres y apellidos son bien conocidos. La corrupción privatiza las ganancias públicas y socializa injustamente las perdidas. Esta se apropia indebidamente de lo que nos pertenece a todos y de ordinario resultado, del abuso de una prerrogativa que alguien tiene que ejercer sobre el monopolio.

En la democracia a través del voto le entregamos a los servidores públicos el poder para que con sus conocimientos y habilidades realicen gestiones en beneficio de nosotros. Esto no significa inhabilidad de nuestros gobernados, como tampoco una sumisión incondicional a una fuerza superior que quiere dominarnos. Estos al recibir el poder no tiene derecho ni natural ni inherente, es un poder libre y voluntario que hemos entregado por eso tiene una contra presentación que conlleva servirnos. A las personas electas por el pueblo se les nombra honorables porque tiene el honor de recibir la confianza del pueblo para dirigir las riendas del país.

Con el propósito de evitar casos de corrupción, influencias indebidas y otras conductas que atentan contra el problema real del estado (la corrupción), se crea el Código de Ética para los servidores públicos. Este con el fin de eliminar toda percepción de ilegalidad, discrimen, fraude, impericia administrativa y conflicto de intereses reales. La ley de ética vino como resistencia a la corrupción, esta prohíbe prácticas como nepotismo, el uso de propiedad y de fondos públicos para fines ilegales. El aplicar criterios políticos-partidistas en el ejercicio de una función administrativa, la solicitud o aceptación de bienes o servicios que disminuyan la pureza de las transacciones gubernamentales. Esta ley prohíbe que los servidores públicos entren en relaciones contra actuales privadas que puedan tener el efecto de menos cavar la independencia de criterio en el desempeño de las funciones oficiales.

Esta persigue evitar casos abiertos de corrupción económica

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