Laberinto Informativo

EL LABERINTO INFORMATIVO: ‘’UNA SALIDA ÉTICA’’

Carlos J. Rivero Flores.

Ética es un término que siempre esta bombardeado por el Periodismo. Ética a la hora de hacer noticia es un reto casi imposible para el periodista porque lo que para unos está bien, para otros simplemente atenta contra su integridad; y es ahí cuando la sociedad marca al periodista de anti ético, mentiroso, difamador, cuando lo único que hace es cumplir con el deber de informar.

Mientras nos formamos hacia nuestra profesionalización, todos soñamos con ser algo importante en el futuro y luchamos por conseguirlo a costa de cualquier precio. Yo elegí ser periodista, siempre quise serlo. Comencé con el hábito de la lectura a muy corta edad, los periódicos eran más grandes y tapaban casi todo mi pequeño cuerpo. Siempre al tanto de lo que acontecía para contárselo a mi padre que a pesar de llegar cansado del trabajo comenzaba a cuestionarme sobre todo lo que había visto en las noticias. Pero, nunca pensé que cumplir este sueño iba a ser tan difícil y mucho menos que iba a estudiar una cosa de la cual iba a criticar todos los días.

A pesar de ser una profesión que implica tener contacto con la gente, generar credibilidad y por sobre todo tener pasión por hacerlo; cuando se pone en tela de juicio la ética surge la disyuntiva de los periodistas que no saben hacer noticia. La emisión de las ideas por la prensa debe ser tan libre, como es libre en el hombre la facultad de pensar.

Los seres humanos ya solo por el simple hecho de nacer, tienen la facultad de ser catalogados como seres racionales, individuos que en la vida diaria funcionan como pensadores, creadores de ideas, grandes fuentes de información en constante cambio, por ello, se debe comprender la necesidad de brindar las herramientas para que la libertad mueva el mundo de lo que se puede informar.

Dejando atrás la conformación de los grandes medios, hay que lograr que se tenga el concepto de libertad, para poder presentar información confiable, de primera mano, sin maquillajes ni verdades a medias, la masa o sociedad, tiene el derecho de elegir lo que le mejor le parezca.

Existirán siempre aquellos a los que la verdad le incomode, pero como medio de comunicación y como periodista, se debe tener en cuenta la tan anhelada libertad. Hoy día, las sociedades están más pegadas al concepto de multiétnicas, la pluralidad se ha convertido en una de las características principales de los grupos - especialmente en nuestro país - el mundo se convierte a cada paso en un lugar más pequeño, pero sigue avanzando al punto de ser su propio habitante aquel que acabe con ella, y es ahí cuando la gente se siente aún más afectada, cuando se toca su sentimiento cultural, su sentimiento de identificación con algún grupo determinado.

Pero cabe destacar, que no por ser medio de comunicación quedamos exentos de los análisis, del reclamo social, puede resultar un arma de doble filo el pretender ser juez y parte. El periodista, no puede hacer más que ajustarse a los hechos, investigar, dar espacio para el debate, para la confrontación de las ideas, servir solamente de medio, no más, cuando el reportero presente una opinión, es válida siempre y cuando aclare que esa es su participación, el individuo debe tener la capacidad de comprender esta diferencia.

En los últimos años hemos visto cómo el poder de los medios de comunicación ha crecido de forma sorpréndete. Mientras los deberes de informar son cada vez más propensos a su deformación.

Es cierto que realizar comentarios, adjetivar hechos o personas, así como enjuiciar escenarios sociales y políticos, son parte de lo más espinoso y engañoso, donde el periodista debe destilar la ética, sentirla y ejercerla. Lo importante en esta disyuntiva es destacar que el poder de la palabra debe estar sujeto siempre a criterios éticos para que los informadores realicen un correcto trabajo periodístico.

En la actualidad, no dudo que existan profesionales del periodismo comprometidos con su labor, que amen lo que hacen. Sin embargo también es válido reconocer que el periodista analiza la realidad desde una serie de perspectivas con múltiples matices y su labor suele confundirse con la dirección de la noticia que realiza hacia algún bando en específico y es justo en esas circunstancias cuando el periodista es tachado de anti ético.

Lo más complicado y con lo que siempre choca el ejercicio del periodismo en el ámbito de la ética profesional corresponde a los géneros de opinión como el editorial, la columna, el artículo, el ensayo. Donde su campo de función

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