Las Preguntas De Los Niños

Las preguntas de los niños

(Elkind David)

es la etapa del niño que comienza a pensar, a descubrir el mundo y quieren saber el porqué de las cosas lanzándote preguntas de cualquier cosa. Para dar una respuesta adecuada a las numerosas preguntas que los niños plantean a los adultos, es necesario comprender el sentido y las razones profundas, que las motiva.

A veces se trata de simple curiosidad, y por ello preguntan y preguntan, pero en otros casos porque necesitan llamar nuestra atención, relacionarse más con nosotros, etc. Los niños tienen menos temor y menos vergüenza que los adultos para preguntar, conforme vamos creciendo vamos aprendiendo más y más, y teniendo menos dudas y menos curiosidad.

Cuando los niños preguntan debemos cuestionar primero a ellos y saber de que está hablando por ejemplo cuando pregunta ¿qué es sexo?, podemos preguntar ¿donde escuchaste la palabra?, ¿qué piensas que es? etc. para así poder explicarle, porque qué tal le enseñamos un gran rollo y el solo quiere saber si es hombre o mujer. Es muy común que después de la pregunta principal hagan otras y así se van preguntando.

Los niños son nuevos en el mundo por eso todo lo que ven les sorprende y los llena de dudas y quieren saber más, lo importante es responder con claridad y estar seguros de lo que les decimos, también debemos tener paciencia y responder con amor sin cansarnos de responder.

Debemos tomar en cuenta que todo lo que los adultos le responde al niño, el siempre se va a acordar y las respuestas deben ser correctas y a su nivel para no seguir sembrando dudas.

• Los niños de cuatro y de cinco años son incansables interrogadores, y sus preguntas representan un esfuerzo de iniciativa intelectual además de un intento por tomar la iniciativa social al interactuar con los adultos.

• Si respondemos debidamente a las preguntas de los niños, les daremos la sensación de que bien valieron la pena el esfuerzo y la angustia indispensables al tomar la iniciativa intelectual y social.

• Les damos así el fundamento para tomar la iniciativa como niños mayores o como adultos.

• Un poco de culpa resulta saludable y si a veces fallamos al responder a las preguntas de un niño, eso podrá ofrecer el toque de culpa que es necesario para equilibrar un abrumador sentido de iniciativa.

• Cuando respondamos a las preguntas de los niños, lo primero que deberemos recordar es que no debemos dejarnos engañar por el vocabulario y la sintaxis.

• Siempre tengamos en mente que las habilidades verbales de los niños pequeños son muy superiores a su conocimiento conceptual.

• Los niños en edad preescolar parecen mucho mas brillantes y enterados de lo que en realidad

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