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Laudato si (ensayo sobre enciclica).


Enviado por   •  12 de Agosto de 2016  •  Apuntes  •  3.531 Palabras (15 Páginas)  •  717 Visitas

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Alabado seas

Lucas Orozco Ramírez

Religión

11-2

Colegio Mayor de Nuestra Señora

Manizales, mayo de 2016

Nota

Distinto a los pretextos que mis compañeros utilizaran para excusarse sobre el uso de esta encíclica y no otra, yo lo hago por dos razones, primero por qué el día en que se asigno la encíclica a tratar para cada estudiante yo estuve ausente, durante la clase de religión yo estaba en una cita medica de rutina y al momento de llegar usted (profesor) me dijo “haga un trabajo de una encíclica, de la que usted quiera” así que seleccione esta, y mi segunda razón es que este libro me cautivo, el año pasado lo leímos en clase de religión y francamente cambio mi visión de la iglesia católica, pues antes de leer esta encíclica era de los que tachaba a la iglesia católica como una empresa, destinada a conmover a las masas y obligarlas a dar limosna, y quizá ha habido momentos en los que sea de este modo, nunca me cupo en la cabeza que hubiese un sumo pontífice que de joven fue soldado nazi y tampoco comprendí el motivo de que la iglesia misma encubriera a los sacerdotes que cometían pederastia, tal vez lo mejor que le pudo haber pasado a la iglesia católica de nuestros días, es haber cambiado de líder, y de esto procede que yo trate esta encíclica, antes de Francisco pudo haber grandes encíclicas, lo bastante conmovedoras e interesantes, pero siento hipócrita hablando bien de algo que escribió alguien que muy seguramente no es del todo humano, o a mi concepto no, Francisco es lo que le faltaba a la iglesia y a los católicos del mundo.

Laudato si

“Alabado seas, mi Señor”, cantaba san Francisco de Asís. En ese cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: “Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas”.

Papa Francisco

Capitulo primero

Lo que le pasa a nuestra casa común es que su destino recae en las manos de unos pocos, en el primer capitulo de la obra de Francisco, entre las muchas cosas de las que se habla, esta el hecho de que a todos nos pertenece esto que él denomina “casa común”, y la cuestión es que de algún modo nuestro hogar se esta deteriorando, por la contaminación que el hombre genera en el afán de vivir mejor. A todos desde muy pequeños se nos vende la idea de una vida perfecta, en la que tengamos una linda esposa, una vivienda lujosa, un auto ultimo modelo y todos los caprichos que queramos, pero en la medida en la que esto se da (si es que llega a cumplirse) estamos germinando en los demás y en nuestro medio un detrimento de la vida; a todos se nos plantea esa vida perfecta de la que acabe de hablar y de la que todos se quieren hacer participes, aunque ¿qué hay mas allá?, ¿podemos tener todo el dinero que queramos y seremos humanos o unas simples maquinas inanimadas? ¿seremos tan hipócritas de reclamar justicia y equidad, cuando alguien tiene mucho mas de lo que necesito, mientras nuestros hermanos de otros países ni agua tienen?, ¿será que con la vida de ensueño que la sociedad nos plantea, llegaremos a ser verdaderos cristianos?, como estas hay muchas otras preguntas que de forma implícita  la encíclica hace surgir en los juicios de quienes tienen el gusto de leerla; la contaminación, el cambio climático, la cuestión del agua y el detrimento de la calidad de vida humana, se han ido gestando desde hace muchísimo tiempo, los políticos y los lideres religiosos negaban algo inconmensurable, algo que se les iba salir de las manos y que tocaría fondo en el siglo XXI, incluso hoy, pese a estar agotadas fuentes hídricas que en la infancia de nuestros padres eran manantiales, pese a soportar olas de verano e invierno nefastas para la agricultura y la ganadería, pese a no tener a nuestra madre tierra tan saludable como lo ha estado, hay quienes tienen la terquedad de decir que no hay problemas, que no hay cambio climático, que no hay necesidad de encontrar fuentes de energías alternas, que no hay necesidad de cambio, y este tipo de personas las hay en todo lado, en nuestra ciudad, nuestro congreso, nuestro continente e inevitablemente en nuestra iglesia, aunque como Francisco enmarca en su visión de las cosas, no todos son así, y quienes lo son, es hora de que cambien, comprendemos perfectamente que adaptarse a las opiniones es difícil, pero es mas que un hecho que existen problemas y de que es momento de afrontarlos.

Capitulo segundo

Es acendrado e inmarcesible el sentimiento que el papa latinoamericano lleva en su interior, y si me preguntaran como es Dios, muy seguramente me imaginaria a alguien como Francisco, no en el aspecto físico, sino en lo humano de su raciocinio, de su ser, de su misión como papa y como guía, en su propósito de difundir el evangelio de la creación, es decir la luz que ofrece la fe, y de la que consta todo el segundo capitulo de la encíclica. En mi vida no siempre tuve fe o por lo menos no la contemple como lo hago hoy, como un adolecente corriente de nuestra época, tuve una etapa inmadura en la que juzgue a Dios y a la iglesia como un manojo de palabras que no servía para nada, un poco influenciado por mis amigos, solía creer en mi mismo para todo, a pesar de que iba a misa con mi familia y de que recitaba una oración cada vez que iniciaba una clase, en mi mente había todo excepto fe, digo que fue una etapa inmadura por que no tiene sentido rechazar algo innegable, los hombres de nuestros días, los mas eruditos e ilustren se basan en sus propios juicios para dar origen a la vida, a los hombres, al orden natural de las cosas, a la humanidad misma, y están en facultad de hacer esto, nadie podrá ser censurado en ninguna circunstancia y todos son libres de creer con autonomía, puesto que en la historia del mundo ha habido grandes personalidades, que sin tener fe, contribuyeron de forma notable a los hombres, es imprescindible romper ese estigma del que todo que se autoproclama ateo o agnóstico es un estorbo, y no es que diga que este bien, pero tampoco esta mal que sean lo que quieran ser mientras no sean perjudiciales para la sociedad y para las demás personas, y en algún momento yo me sentí con aires de una persona de este tipo, que creían en si mismos y que podían ser del todo buenos pese a no creer, sin embargo como al día llega la noche, como a la vida la muerte, como al sueño el despertar, a mi ateísmo llego Dios, no me refiero a que algo sobrenatural haya acontecido mi vida o que algún milagro me hubiera curado y fortalecido, es simple, empecé creer por la luz que esto generaba en mí, como dijo alguna vez Kant “el cielo estrellado encima de mi y la ley moral dentro de mi, son pruebas de que hay un Dios encima de mi y dentro de mi”, yo creo por la fe que hay en los hombres, yo creo por la misión que tiene sacerdotes de la talla del papa Francisco, yo creo por el evangelio de la creación, yo creo por la belleza de las cosas, por el nacimiento de alguien, por las estrellas, por las cosas insignificantes de la vida, por el hecho de que para estar firme como humano es necesario tener simientes fuertes, cuando hablo con Dios creería que las cosas salen mejor,  y no es que sea de los que recitan oración una tras otra rogando conseguir o ganar algo que humanamente cualquiera podría, cuando hablo con Dios lo hago para creer en mi, y de este modo tener éxito. No obstante hay un punto en el que la fe debe estar, un punto que de traspasarse no corresponde a católico sino a fanático, e increíble es que el papa nos invite a ser ovejas del rebano del señor sin tener que ser del todo un santo, la luz que brinda la fe es dimensionada en las acciones, o es que a mitad de una guerra civil (como la que hoy se desarrolla en Siria) a que mas se puede apegar el hombre, si ya no tiene una vivienda, un empleo, una familia y una vida digna, ¿viviendo en la servidumbre y la miseria a que mas nos podríamos apegar?, la fe existe y de estar equivocado el papa Francisco o mi persona, quisiera preguntar hasta que punto la ciencia es creíble y el hombre humano, la ciencia jamás es el del todo exacto, pues siempre llegara alguien que refute una teoría y geste una nueva, por consiguiente sus percepción de las cosas cambia, así que por el lado de la ciencia no podemos emitir juicios, y si nos basamos en el antropocentrismo estaríamos creyendo en los hombre mas de lo que los hombres nos podemos confiar, puesto que las guerras y la inequidad siempre han sido para la humanidad como para el cielo las nubes, o es que alguno vez en la historia ha habido un momento en el que no se haya registrado asesinatos y personas con vidas indignas, nunca se registro algo así, por tanto tampoco el hombre es una pieza indispensable para la comprensión del mundo, el problema es que los hombres nos pasamos de racionales.

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