Laudato Sí

Laudato Sí

   Laudato sí es la segunda encíclica del Papa Francisco, en ella el sumo pontífice resalta el valor del planeta tierra, refiriéndose a el como la casa común y su texto se llenó de reflexiones, sorprendió por el gran énfasis que hizo en torno a la defensa de la naturaleza, la vida animal y las reformas energéticas.                                                                                                                    

   El Papa realizó una fuerte crítica al consumismo y alertó sobre la necesidad de combatir la degradación ambiental y el cambio climático. También habló de la pobreza y de “poderes económicos”.

   El fin de Laudato sí es evitar una coalición catastrófica de la economía global y el medioambiente. Además, marca la necesidad de realizar una revisión profunda de nuestro proceder individual y colectivo para el cuidado de nuestra “casa común”.

   El tema central que transmite la Encíclica es el contenido de la ecología, desde una perspectiva integral, es decir, abordando todas sus dimensiones tanto como las naturales, humanas, sociales y económicas.

    La encíclica hace un diagnóstico detallado de los males del planeta: la contaminación, el cambio climático, la desaparición de la biodiversidad, la deuda ecológica entre el norte y el sur del mundo, vinculada a los desequilibrios comerciales. Sobre todo, parece prevalecer una "cultura del desastre", el uso y tira que conduce a la explotación de los niños, el abandono de los ancianos, a la reducción de otros a la explotación.

  Ciertamente, se subraya que es necesario intervenir en la formación de una ecología integral, para comprender que el medioambiente es un don de Dios, un patrimonio común que debe ser administrado, no destruido.

  Algunas de las frases que utilizo fueron: “la tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”, “Necesitamos una revolución valiente”, “Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos”, “Cada año desaparecen Miles de especies animales que ya no podremos conocer”.

  La enseñanza que nos deja o trata de hacer el Laudato sí es que, la Encíclica resalta la ética del cuidado. Es central en la Carta de la Tierra, y se enfoca en algunos temas importantes enmarcados en la Carta como el principio de la responsabilidad universal, la interdependencia, el bien común, y la justicia económica y social. En otras palabras, la encíclica del Papa Francisco subraya que actuar frente al cambio climático es un imperativo moral para ayudar a las poblaciones más vulnerables del planeta, proteger el medio ambiente y fomentar un desarrollo sostenible.

  Para concluir con el tema, se presentará una pequeña síntesis del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, con el siguiente comunicado:

  El Secretario General se congratula de la encíclica papal que llama la atención sobre el hecho de que el cambio climático es uno de los principales restos a los que se enfrenta la humanidad y que se trata de una cuestión moral que requiere un diálogo respetuoso entre todos los sectores de la sociedad. El Secretario General subraya el hecho de que la encíclica concluye que existe un “consenso científico muy sólido” sobre el calentamiento significativo del sistema climático y que la mayor parte del calentamiento de las últimas décadas ha sido causado “principalmente por las actividades humanas”.

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