Lengua Y Literatura 3
debosu16 de Febrero de 2014
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Lengua y Literatura III
Trabajo Practico Final
Alumnos: Sacha Iván Montenegro y Mauricio Casado
Curso: 5°2°
Tema: El género fantástico y el realismo mágico
1.- Introducción:
El género fantástico es un género que describe hechos sorpresivos o imprevisibles en la vida cotidiana y que se interesa, en consecuencia, por trascender los límites y obtener una percepción más aguda y menos superficial de la realidad inmediata. La fantasía puede ser un recurso placentero, que estimula el gusto por el vuelo imaginativo, o un medio tendente a exacerbar emociones como el miedo, la perplejidad, el terror, la incertidumbre. Introduce un dialogo con lo real y lo incorpora a su estructura, pero rompe esa realidad mediante hechos inexplicables por las leyes de nuestro mundo. Entonces como lectores no sabemos si lo que sucede es una ilusión, y nada ha sido alterado; o si es la realidad, y esta está regida por otras leyes. Acá está el límite con lo real, donde el tiempo y el espacio sufren un colapso.
La esencia y el corazón del género están dados por la distorsión de lo cotidiano y la resolución de la historia, es decir, cómo termina.
El realismo mágico es un una literatura netamente latinoamericana que se representa como el interés en mostrar lo común y cotidiano como algo irreal o extraño, de esta manera el escritor se enfrenta a la realidad y trata de descubrir lo que hay de misterioso en las cosas del diario vivir. También se abstiene de emitir juicios lógicos, no destaca las ambigüedades ni se detiene en análisis psicológicos de sus personajes, a los cuales muestra con toda naturalidad sobre los hechos ambiguos del relato. La noción de la realidad tal como la apreciamos cotidianamente se ve quebrada y puesta en duda por elementos fantásticos que se mezclan en las situaciones aceptadas como reales.
2.- Desarrollo:
2.1.- Género Fantástico:
2.1.1.- Definición:
La literatura fantástica es un género de ficción fantástica cuyas obras se distinguen por referir hechos o fenómenos contrarios a las leyes naturales, reales o ficticias. Se caracteriza por utilizar sucesos que sobrepasan lo ordinario como elemento principal de la temática, es decir, mezcla en cierto modo tanto la realidad como los fenómenos sobrenaturales.
Es el único género literario que no puede funcionar sin la presencia de lo sobrenatural. Y lo sobrenatural es lo que transgrede las leyes que organizan el mundo real, aquello que no es explicable, que no existe, según dichas leyes.
El género fantástico es aquel que, por la suma de elementos reales y de elementos extraños e inexplicables, hace vacilar entre una explicación natural o una sobrenatural y deja al lector sumido en la incertidumbre.
2.1.2.- Características:
* Los personajes representados son hiperrealistas, es decir, presentan características comunes a nuestro mundo, de modo que el lector se sienta identificado.
* El espacio o contexto, también es hiperrealista, representado generalmente por un lugar poco habitado y que al desarrollarse la historia presenta un aislamiento físico o psicológico.
* El personaje es presa de las fuerzas sobrenaturales, si es un ser humano puede sufrir, entre otros, el fenómeno de la metamorfosis; si es cualquier elemento de la realidad –animales, objetos, muerte, espíritu- se animiza y adquiere características propias del hombre.
* Para que la historia narrada sea considerada fantástica, debe crearse un espacio similar al que habita el lector, un espacio que se verá asaltado por un fenómeno que trastornará su estabilidad. Es por eso que lo sobrenatural va a suponer siempre una amenaza para nuestra realidad, que hasta ese momento creíamos gobernada por leyes rigurosas e inmutables.
* El lector se enfrenta a lo sobrenatural, pero no como evasión, sino muy por el contrario, para interrogarlo y hacerle perder seguridad frente al mundo real.
* Alteración del tiempo y del espacio, se producen traslados a los otros tiempos -ya del pasado como al futuro-, retrocesos en la propia historia, detención del tiempo, desajustes entre el tiempo cronológico y el tiempo interior, multiplicación en el tiempo, ruptura de las leyes físicas, transmutación de mundos.
* Interrelación entre el sueño y la realidad: sueño dentro de otro sueño, conciencia de que se está soñando, sueños comunes a varias personas; en todos los casos, con un elemento que, luego en la vigilia, deja un rastro: por ejemplo, un objeto material presente en el sueño y presente en la vigilia.
* Utilización de un narrador subjetivo.
2.1.3.- Origen:
El origen del género fantástico data de la mitología y los relatos antiguos, en donde se podía notar con claridad, como el mundo representado funcionaba según sus propias reglas, sin la necesidad de tener que representar un mundo que sea totalmente igual al nuestro.
Este género originalmente fue creado para los europeos, pero tuvo un gran desarrollo en la literatura latinoamericana, debido a que los latinoamericanos pueden creer de una manera en lo espiritual y sobrenatural, sin necesidad de tener que verlo o explicar el fenómeno que se presenta, es decir, presentan una “mente más abierta”.
2.1.4.-Un poco más sobre el género fantástico:
El relato fantástico, entonces, basado en la confrontación de lo sobrenatural y lo real dentro de un mundo ordenado y estable, como pretende ser el nuestro, provoca la incertidumbre de la precepción de la realidad y del propio yo: la existencia de lo imposible, de una realidad diferente a la nuestra, conduce a dudar sobre nuestra propia realidad y nuestra propia existencia: lo irreal pasa a ser real y lo real, como posible irrealidad.
Podemos decir, que en un contexto real (natural) se produce la irrupción de lo irreal (no natural, sobrenatural) y se produce entre ambos órdenes una convivencia problemática.
No pueden escribirse relatos fantásticos sin contar con un marco de referencia que delimite que es lo que ocurre o no ocurre en una situación histórico-social.
La participación activa del lector es fundamental para la existencia de lo fantástico. Lo fantástico va a depender siempre de lo que consideremos como real y lo real, depende directamente de lo que conocemos.
El género fantástico ofrece una temática tendiente a poner en duda nuestra percepción de lo real, por lo tanto, para que la ruptura se produzca, es necesario que el texto presente un mundo lo más real posible, que sirva como termino de comparación con el fenómeno sobrenatural, es decir, que haga evidente el choque que supone la irrupción de dicho fenómeno en la realidad cotidiana.
El relato fantástico debe ser creíble, debe establecer un pacto con el lector: “aceptamos sin cuestionarlo todo lo que este nos cuenta”. Después de aceptar que estamos frente a un relato fantástico, éste debe ser lo más verosímil posible para alcanzar el efecto correcto en el lector. Debemos aceptar – creer- algo que el propio narrador reconoce o plantea como imposible.
En la literatura fantástica una de las prioridades más importantes según Jackson es que obliga al lector a vacilar entre explicaciones naturales y sobrenaturales de lo sucedido, extendiendo este sentimiento de duda, perplejidad y vacilación hacia el personaje. Por lo tanto, el lector, responsable de recibir y recrear el texto, se enfrenta con un determinado acontecimiento que rompe con las leyes que rigen la vida cotidiana dando una infinita variedad de interpretaciones compuestas por elementos naturales y sobrenaturales que caracterizan al género fantástico, actuando de este modo, de una forma “activa” y haciendo de este género un sentimiento individual de libre interpretación, que puede variar de un lector a otro.
Cortázar, plantea que tanto en la literatura como fuera de ella, lo fantástico es definido como un sentimiento donde no existen las pautas de la lógica, ni la causalidad del tiempo y espacio. La realidad se ve expuesta a una “sacudida” donde la presencia de algo extraño e inexplicable se enfrenta a las leyes que se obedecen habitualmente haciendo que no se cumplan del todo.
2.1.5.- Entre Borges y Cortázar:
Tanto Jorge Luis Borges como Julio Cortázar pertenecen al género fantástico, sin embargo, no se mueven por la misma fantasía. Estos dos monstruos de la ficción, tienen diferentes formas de tratar sus personajes, el espacio-temporal en que sitúan sus cuentos, la relación que establecen con el lector y el entendimiento del género fantástico.
Borges trabaja con los personajes de sus cuentos de forma despersonalizada, según él “…somos algo cambiante y algo permanente. Somos algo esencialmente misterioso. (…) Ese es el problema que no podremos nunca resolver: el problema de la identidad cambiante (…) Estamos continuamente naciendo y muriendo. (…)”. No somos algo que podamos describir, no tenemos unos rasgos definidos, sino que más bien estos fluyen y se dejan influenciar por el entorno. El entorno nos construye así como nosotros lo construimos a él y por ello en los relatos de Borges nos encontramos con personajes que podrían ser cualquiera. Lo que se destaca no es su personalidad, sino sus acciones y pensamientos sobre las situaciones que deben afrontar. Trabaja sus personajes desde un punto de vista general, propone estereotipos y los
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