Ley Del Trabajo

LIBRO: SALUD Y ENFERMADAD DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE.

Para fines de nuestro análisis tomemos la mortalidad infantil (MI) en conjunto (entendida como a probabilidad de muerte desde el nacimiento hasta la edad de un año expresada por 1000 nacidos vivos) pero sin hacer distinción a su interior entre la hebdómada (probabilidad de muerte desde el nacimiento hasta los seis días), la neonatal (probabilidad de muerte de los siete a los 27 días de nacido) y la pos neonatal (probabilidad de muerte de uno a 11 meses de nacido).

Estas afecciones del periodo perinatal dan cuenta e como el ambiente externo influye sobre el intrauterino y conduce a que una parte significativa de los RN muera por motivos como hipoxia y asfixia, el crecimiento fetal lento o traumatismos al momento de nacer y a partir de situaciones inmediatas como la deficiente o ausencente atención medica otorgada antes, durante y los primeros días después del nacimiento, así como situaciones relacionadas con la condición de las madres.

Los distintos tipos de infecciones completan el cuadro principal del conjunto de muertes vinculadas a factores externos.

Así, más que una debilidad innata o un problema congénito, son los factores socio-económicos incluidos los médicos, los que desempeñan un papel sustancial en el destino final de estos 32 590 niños mexicanos que murieron en 2005, antes de cumplir su primer año de vida.

Los preescolares mexicanos (1-4 años) se enfrentan a retos parcialmente semejantes a los anteriores a la vez que presentan nuevos problemas, aunque con una tasa de 81.5 muertes por 100 000 niños de esa edad, es decir, menos de veinte veces que la del grupo anterior.

La mortalidad de escolares (5-14 años) sigue la tendencia anterior no solo al disminuir la tasa general respecto a las etapas anteriores (30. 6 por 100 000 habitantes de esa edad) sino también al profundizarse el cambio en el perfil de la mortalidad en México.

Entre los estudios de mortalidad de adolescentes (10-19 años) llevados a cabo en México está el de Reyes y colaboradores (1994). Según sus resultados entre 1980 y 1990 la mortalidad va en ascenso a expensas de las mujeres de 10 a 14 años por causas relacionadas al embarazo.

SUBTEMA: LA DESNUTRICION EN LATINOAMERICA.

La desnutrición proteico-calórica sigue siendo un factor determinante de la mortalidad y mortalidad de niños en América Latina y el Caribe a principios del siglo XXI. Sin lugar a dudas, constituye ese espectro indivisible que muchas veces no se identifica como tal, sino que subyace bajo múltiples denominaciones el niño que muere por diarrea, desequilibrio, hridroelectrolitico, soltura, “fiebre cerebral”, tos ferina o sarampión.

Cada año cobra miles de vidas, entre hijos de campesinos e indígenas y los pobres urbanos, donde la pobreza tiene carta de naturalización. Con tasas que alcanzan hasta doce episodios por año registradas en algunas poblaciones rurales latinoamericanas, la diarrea aguda es literalmente una costumbre para muchas comunidades.

Un niño latinoamericano que tiene desnutrición desde su nacimiento, alimentado con leche, artificial (promovida muchas veces por el mismo medico y por la propaganda comercial) mal preparada, en condiciones no higiénicas y con doce episodios diarreicos por año, es un niño que si no se muere antes de cumplir los cinco años estará profundamente alterado en su crecimiento físico y en su desarrollo mental.

En el área de desarrollo psicomotor, Cravioto ha demostrado profundas alteraciones en su crecimiento fisiológico del SNC, en la conducta-aprendizaje.

CONCEPTO.

La desnutrición es un estado patológico de distintos grados de severidad que resulta de la ingestión y/o asimilación deficiente de los alimentos por el organismo y que se presenta con manifestaciones clínicas diversas. La desnutrición primaria se observa de manera principal en países subdesarrollados y es consecuencia de las condiciones económicas, sociales, culturales y políticas que impiden una obtención y distribución adecuada de los alimentos. La desnutrición secundaria es la que se asocia a alguna enfermedad aguda o crónica. Estos mecanismos pueden presentarse de manera independiente o combinarse unos con otros dependiendo de la patología subyacente.

AGENTE.

El agente de la desnutrición secundaria son las enfermedades del aparato digestivo, como las enfermedades del esófago, síndrome de diarrea persistente, síndromes de mal absorción, hepatopatías colestaticas, pancreatitis, y enfermedad intestinal inflamamatoria crónica. En estas entidades se pueden presentar los mecanismos fisiopatologicos mencionados. En la figura 20-18 se presenta la frecuencia de desnutrición aguda y crónica en diversas enfermedades del aparato digestivo.

LIBRO: LA DESNUTRICION DEL MEXICANO.

SUBTEMA: LOS CONTORNOS DEL PROBLEMA.

En el país nacen 40,000

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