Lic. Derecho

EL JURISTA Y EL SIMULADOR DEL DERECHO.

El jurista es el cultor del derecho, y entre sus actividades principales se encuentra el construir las normas, perfeccionarlas, y vigilar su respeto. Por eso el jurista es una parte importante de la sociedad ya que es el encargado de la existencia de justicia y seguridad.

Dentro de la gran descripción que hace el Lic. Burgoa destacan ciertas características que debe tener el jurista, entre ellas algunas muy importantes como la libertad, no precisamente la libertad personal, sino la libertad profesional que significa no estar relacionado permanentemente con ningún sector ya sea público o privado, para poder llevar a cabo o seleccionar sus casos basado en su propio criterio, y no depender de alguna institución. Teniendo como único limite su sentido ético y de justicia.

Hago mención de una afirmación que me parece importante de Ángel Ossorio “abogados de empresa, o abogados al servicio del estado, no son verdaderos abogados.” Aunque un poco fuerte, me parece importante porque ya se había mencionado el aspecto de la libertad profesional.

El jurista debe ser autentico, tener un comportamiento de acuerdo con su forma de pensar y sentir, debe de ser veraz, tener rectitud de pensamiento, debe ser combativo, pero sin confundir la combatividad con agresividad, debe de luchar por la justicia, y ser “el caballero del derecho”, tiene que ser honesto, en el sentido de no ser corrupto. Ni dejarse manipular por terceros y caer en la ilicitud, debe regirse con honestidad y rectitud.

El jurista debe tener un gran sentido de justicia, pero no en el sentido tradicional, sino de justicia social que entraña un concepto que consiste en una síntesis armónica y de respetabilidad recíproca entre los intereses sociales y particulares. (Esto denota el carácter de bilateralidad de la norma).

Tener la labor de defensor de la justicia social, dado que los grupos personas desvalidas de la sociedad son el grupo que más requiere sus servicios, cuya prestación redunda en la preservación de las garantías sociales y del derecho que las proclama.

La cultura del derecho abarca el ámbito más extenso del campo de las humanidades.

Su estudio es muy amplio, que es exagerado decir que una vida no alcanza para comprenderlo en su integridad. El verdadero jurista debe de ser a la vez historiador, filósofo y moralista, esto no es necesario para el estudio de otras disciplinas.

El vulgo cree que el escueto conocimiento de la ley y su aplicación resumen la cultura jurídica. Y la prueba que refuta este argumento se encuentra en las ideas anteriormente expuestas dado que el derecho no solo comprende las leyes y su aplicación. “conocer un árbol, no significa conocer un bosque”.

El simulador, lamentablemente el jurista tiene su contraparte, y es necesario hablar de ella como lo hace el libro, el simulador es aquel que pretende ser algo que no es, hay que reconocer que son personas hábiles, pues hacen creer a los demás que son abogados, pero son farsantes que se ostentan como lo que no son. Son personas carentes de valores, audaces, pero esa audacia se convierte en cobardía frente a las personas que están enteradas de sus limitaciones intelectuales y culturales.

El complejo de inferioridad aqueja a los simuladores, y todos los defectos que de ellos se derivan los imposibilitan para ser autocríticos o independientes en la vida. Cabe destacar que un simulador puede ser cualquiera, aunque tenga el título de licenciado, doctor o maestro, un simulador del derecho se puede encontrar en cualquier ámbito, y lo que hay que hacer es formar un criterio y poder distinguir entre un verdadero jurista o cultor del derecho y un simulador.

El libro es muy útil porque ayuda a formar un criterio con bases sólidas para determinar quién es un jurista y quien es solo un simulador, hay opiniones que se reflejan en el libro con las cuales concuerdo, especialmente con la que respecta a la libertad profesional, que me parece esencial.

Otro aspecto que me gustó mucho del libro es que engrandece el nombre del jurista, del abogado, y de cierta manera trata de resarcir la mala reputación de los abogados dentro de la sociedad.

NECESIDAD DEL DERECHO COMO ORDEN NORMATIVO DE LA SOCIEDAD Y DEL ESTADO.

El derecho es un orden normativo jerarquizado. Por eso pertenece al mundo del deber ser, desde la norma jurídica positiva, escrita o consuetudinaria, hasta los postulados ideales. Ese orden normativo es la estructura formal de toda sociedad.

Sin ésta no podría existir ni subsistir, pues la vida social, a través de sus múltiples e incontables manifestaciones de toda especie.

Reza un proverbio sociológico: Ubihominessocietas, Ubisocietasjus, que no expresa sino la indispensabilidad del orden jurídico formal integrado por normas bilaterales, imperativas y coercitivas, independientemente de su contenido múltiple ad infinitum, sujeto siempre a factores tempo-espaciales en permanente movimiento y transformación.

Se ha sostenido por una importante corriente filosófica que la seguridad social es un fin del derecho independiente de la justicia a que este debe propender. Sin embargo, más que un telón, la seguridad es un elemento esencial del orden jurídico. Este puede ser injusto pero jamás prescindir de la seguridad, ya que sin esta no existiría en el mundo social aunque no en el ámbito de las idealidad.

El derecho es en sí una estructura normativa susceptible de acoger dentro de la sustancialidad de sus normas, principios, reglas o tendencias de diferentes disciplinas tanto culturales como técnicas y científicas.

En resumen, el derecho como orden normativo de carácter imperativo y coercitivo en

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