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Literatura De Países


Enviado por   •  27 de Febrero de 2013  •  4.012 Palabras (17 Páginas)  •  313 Visitas

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CHINA:

La tradición literaria de China no es de las más antiguas del mundo. Es superada en miles de años por las tradiciones literarias del Cercano Oriente y Egipto. Sin embargo se puede afirmar que es la tradición que puede presumir de mayor continuidad a lo largo de la historia.

Los primeros testimonios literarios, o al menos considerados literarios en China, son las inscripciones encontradas en los caparazones de tortuga utilizados para adivinar durante la dinastía Shang (siglo XVI a XI a.C.) y las oraciones grabadas en los bronces sacrificiales de esa misma dinastía. En estas inscripciones ya aparecen los primitivos caracteres chinos, que con sus variedades y evoluciones se seguirán utilizando hasta hoy en día.

La literatura china abarca una asombrosa variedad de géneros, muchos de los cuales habitualmente no son considerados obras literarias en Occidente. Una buena muestra de los mismos, y la forma en que deben utilizarse se puede tener con la lectura del libro "El Corazón de la Literatura y el Cincelado de Dragones", una ambiciosa obra de crítica literaria escrita por Liu Xue que en el siglo V de nuestra era que nos permite asomarnos al complejo mundo literario de la China antigua.

Los más antiguos poemas de China están contenidos en el Libro de los Cantos (Shi Jing), una antología de las baladas populares de las diversas regiones de China. Puede que los más antiguos de ellos hayan sido compuestos antes del siglo XI a. C. En cualquier caso su trasmisión fue oral hasta el siglo VI a.c. Su temática variada refleja con una impresionante belleza la vida del pueblo chino en aquellos tiempos lejanos: El paso de las estaciones, las guerras con los bárbaros, el amor y el desamor, el buen y mal gobierno, la forma correcta de realizar determinados rituales, todo tiene cabida en el Libro de los Cantos.

Otra obra que precede al periódo clásico del primer esplendor de la literatura china es el I Ching (o Libro de los Cambios). Su origen se pierde en la leyenda de tal forma que sus fundamentos se atribuyen al mítico héroe Fuxi, y su desarrollo al Duque Wen, padre del primer emperador de la dinastía Zhou. Una de las obras más herméticas de la historia literaria. Parece que en un principio fue compuesta como una guía para interpretar los oráculos antiguos, aunque posteriomente se va desarrollando como una obra que relacionando la realidad del hombre y el cosmos en un momento determinado, puede indicar un camino de reflexión ante cada uno de los acontecimientos que se presentan en nuestra existencia.

El desarrollo de la literatura china acompaña al de su sociedad. Es por ello que pronto se aleja de la magia y de la lírica, para centrarse en la política y las relaciones humanas, especialmente en la correcta forma de gobernar que pueda llevar al engrandecimiento del reino. Por los fragmentos que nos han llegado a través de obras de historia escritas muchos siglos después, desde el siglo VI se da en China una efervescencia política y filosófica sin precedentes. En medio de ese movimiento surgen numerosos e importantes pensadores, que proponen nuevos conceptos sobre la vida, el poder, la educación y el buen gobierno. China es un hervidero de ideas, las escuelas compiten entre sí, cada una de ellas busca poner en practica sus teorías y alcanzar la fama a la sombra de algún rey. De muchos de los geniales filósofos que habitaron China durante aquellos años sólo ha quedado algún fragmento, varias frases, o el reflejo de sus ideas en las refutaciones de las obras que nos han llegado.

No obstante, los que más influencia han tenido en el desarrollo posterior de las ideas en China han sido:

Confucio, con sus Cuatro Libros y su discípulo Mencio, en cuyas obras se destila la nostalgia por las pasadas grandezas, y proponen la vuelta al poder real absoluto, de una dinastía justa y fuerte, y el establecimiento de una sociedad regida por la armonía entre el gobernante y gobernado, padre e hijo, marido y mujer, maestro y discípulo, y entre los amigos.

Lao Tse, con el Taoteking, y su discípulo Zhuang Zi, mantienen teorías opuestas a las de Confucio. Proponen una vuelta a la naturaleza, un poder débil en el gobierno, y el abandono de la política y el gobierno para concentrase en la esencia de la propia naturaleza humana.

Mo Di, cuyas obras están recogidas en el llamado Mozi (Libro del maestro Mo) , expresa los anhelos de la gente común, como pequeño propietario, sólo espera que reine la benevolencia y la gente pueda vivir en paz. No cree en la necesidad de los lujos sino en comunidades de personas viviendo vidas sencillas. Han Fei, por el contrario, es el principal representante de la escuela legalista. El propone que las leyes se apliquen a todos por igual, y considera el establecimiento de un estado de derecho como requisito para que el país avance.

En el Sur, en la cuenca del Yangtze, se genera unos años después una tradición poética particular, de dulces canciones con temas variados, entre los autores de esa época destaca con luz propia el poeta Qu Yuan, (siglo III a. C.) autor de numerosos poemas, aunque la fama le ha llegado sólo por uno: Lisao, que se puede traducir como "El lamento", en el que llora por el mal gobierno del reino. Al ver que la decadencia era inevitable se suicidó arrojándose a un río. Su muerte se conmemora hoy en día en el Festival del Barco del Dragón, que se celebra en el 5 día del 5 mes lunar.

El historiador Sima Qian (140-100 a. C.) es otra de las figuras de la literatura. El primer historiador como tal, recoge en sus Registros Históricos las noticias sobre las antiguas dinastías. Su información se ajusta a la realidad, e incluso informaciones que hasta hace poco se creían fantásticas, descubrimientos arqueológicos las revelan como auténticas. No obstante su influencia va mucho más allá de la meramente literaria, pues al sacralizar una historia lineal que enlaza desde el principio del mundo hasta la dinastía reinante, contribuye como nadie a forjar la mentalidad del pueblo chino. La creencia en un gran país, foco de la cultura, rodeado de estados bárbaros, encuentra en Sima Qian uno de sus principales pilares.

Mientras Sima Qian y otros letrados iban forjando la que sería cultura china tradicional, un número importante de cantos y poesías, estudiadas con primor por Anne Birrell, reflejan todavía un mundo lleno de colorido que se resiste a integrarse en las rígidas formas imperiales.

Literatura hebrea

La literatura hebrea se puede dividir cronológicamente en doce periodos. La literatura hebrea antigua está compuesta principalmente por el Antiguo Testamento y los tres primeros periodos de la literatura estuvieron dedicados a la redacción de varias partes del Antiguo Testamento. En el primer periodo, que se extiende desde los primeros tiempos hasta el año 950 a.C., se escribió casi toda la parte poética del Antiguo Testamento. Entre los siglos X y VI a.C. se pusieron por escrito los libros que integran el Pentateuco o Torá, quedando así fijados unos textos que -al igual que en el resto del Antiguo Testamento- se habían venido trasmitiendo oralmente de generación en generación. Conviene recordar, no obstante, que los manuscritos más antiguos conservados son de época muy posterior. Al segundo periodo (c. 950-586 a.C.) pertenecen la mayor parte de narraciones históricas relativas a los reinos de Israel y Judá, algunos de los Salmos, y los oráculos de algunos profetas. Durante el tercer periodo (586-165 a.C.) se escribieron los libros conocidos en la Biblia hebrea como ketubim (hagiógrafos), específicamente Eclesiastés, Job, Proverbios, y gran parte de los Salmos. Muchos escritos apócrifos (deuterocanónicos según la denominación en las biblias católicas) también pertenecen a esta época y gran parte del Antiguo Testamento fue traducido del hebreo al griego por eruditos judíos residentes en Egipto.

En el cuarto periodo (165 a.C.-135 d.C.), el Midras, que se había empezado a escribir durante la cautividad de Babilonia, se dividió en dos partes, la Halaká y la Haggadá, por medio de las cuales se trataron temas teológicos y éticos, utilizando historias y anécdotas. Entre otras obras de esta época hay que citar los Escritos apocalípticos del Antiguo Testamento, incluidos los atribuidos a Moisés, al profeta Daniel, al patriarca Enoch, y al predicador y reformista Esdras; los Manuscritos del mar muerto, atribuidos a la comunidad monástica de los esenios; y los escritos del historiador Flavio Josefo. A este periodo pertenecen los targumim o versiones del Antiguo Testamento al arameo, idioma de uso común entre los judíos de esa época. Véase también Targum.

El Talmud

El mayor logro durante el quinto periodo (135-475) fue el Talmud. Se terminó la versión conocida como el Talmud de Palestina y comenzó a elaborarse la versión más importante del llamado Talmud babilónico. En el sexto periodo (470-740) se terminó el Talmud babilónico, se reunieron las primeras narraciones denominadas Haggadot (plural de Haggadá) y se creó la Masora, es decir, las anotaciones realizadas por ciertos rabinos al texto hebreo de las Escrituras.

En el séptimo periodo (740-1040), se recopilaron los primeros libros hebreos de oraciones (c. 880), y se escribió el primer diccionario del Talmud (c. 900). En esta época apareció el Séfer ha-Mitzwot (El libro de los Preceptos), que pregonaba la vuelta a las Escrituras, escrito aproximadamente en el 770 por Anán ben David, fundador de la secta judía de los caraítas. Otro escritor importante del noveno periodo fue Saadia ben Josef ha-Gaón, autor de importantes obras teológicas y de una versión de gran parte de la biblia hebrea al árabe, así como de diversas obras poéticas. Los grandes centros de la cultura judía estuvieron, a principios de este periodo, en el Norte de África y posteriormente se desplazaron hacia occidente, alcanzándose en la España medieval la edad de oro de la literatura poética, científica y religiosa de los judíos.

Escritores judíos en la España medieval

Entre el séptimo periodo y el octavo (1040-1204) destacaron tanto en los reinos cristianos como en al-Andalus. En este ambiente cultural, el más elevado del mundo occidental de esos siglos, se sientan las bases de la poesía hebrea moderna.

Menahem ben Sarug (910-970), nacido en Tortosa, y Dunas ibn Labrit, poeta andalusí, fueron los máximos representantes de sendas escuelas gramaticales. Discípulo del segundo fue Samuel ibn Nagrella (993-1055), notable poeta que llegó a ser visir de Granada. Filósofo y poeta notabilísimo fue Selomó ibn Gabirol (1020-1058), que desarrolló su actividad en Zaragoza. Allí vivió también el filósofo y poeta Bahya ibn Paguda (1040-1110). Coetáneos suyos fueron los dos grandes poetas Moshé ibn Ezra (1055-1135) y Yehuda ha-Leví. Grandes polígrafos fueron Abraham ibn Ezra (1092-1167) y Maimónides, quienes dejaron muestras de su erudición en el campo del derecho, la filosofía, las matemáticas o la medicina. A Maimónides se debe una obra capital en el campo de la filosofía y la religión judías, la Guía de los perplejos, escrita inicialmente en árabe y más tarde traducida al hebreo.

Otros escritores europeos

El noveno periodo (1204-1492) también incluye destacados estudiosos en España, aunque el centro cultural se desplaza hacia Portugal, Provenza, Italia y Alemania. Los tratados filosóficos y éticos fueron sustituidos por escritos místicos, entre los cuales destacó la gran obra cabalística del siglo XIII, el Zohar (el nombre completo es Sefer ha-zohar, "Libro del esplendor"), obra capital de la Cábala, formada por una amplia serie de estudios esotéricos sobre la Biblia. Se atribuye al doctor español Mois de León (1250-1306). Los primeros libros que se imprimieron en hebreo, fueron publicados en Italia; Joshua Soncino, miembro de una gran familia de editores judíos nacidos en Italia, imprimió la primera Biblia hebrea completa en (1488). Unos veinte años después, el editor holandés cristiano Daniel Bomberg fundó una editorial hebrea en Venecia y publicó las primeras ediciones completas tanto del Talmud palestino como del babilónico. A partir de la expulsión de los judíos de España (1492), la brillante cultura sefardí verá el ocaso de su esplendor, siendo sustituido ésta por el florecimiento askenazí centroeuropeo, especialmente en el campo jurídico-religioso.

En el décimo periodo (1492-1755) teólogos, filósofos, como Baruch Spinoza, historiadores, matemáticos, poetas, comentaristas de la Biblia y lexicógrafos judíos escribieron muchas obras en hebreo y en lenguas europeas.

El undécimo periodo (1755-1880) destaca por la obra de Mosé Mendelssohn, que con sus esfuerzos por dar a conocer la cultura occidental a los judíos de Europa Central, inició un movimiento conocido por la haskalá (ilustración). Retractor del uso del yiddish, Mendelssohn y sus seguidores fomentaron el uso del hebreo, así como el de las lenguas europeas de los países donde residían sus correligionarios. Una de las primeras revistas literarias modernas en hebreo, Meassef (El Coleccionista) fue publicada por el círculo de Mendelssohn. Entre otros eruditos hebreos de esta época cabe destacar al filósofo nacido en Ucrania Nachman Krochmal, cuya obra principal fue, Moré Nevujé ha-Zman (1851, Guía para los perplejos de nuestro tiempo).

Escritores modernos

El periodo duodécimo (1880 hasta el presente), se ve marcado, al principio, por la continuidad de la haskalá y la vuelta al uso de temas profanos, y por último por la literatura hebrea de Israel. El sionismo, que surgió a finales del siglo XIX, fomentó un interés renovado por el hebreo hablado y escrito, en especial entre los judíos de Europa Oriental. El primer periódico hebreo, ha-Yom (El Día), apareció en 1886; entre varias publicaciones periódicas estuvo ha-Sahar (La Aurora), una revista literaria fundada en Viena en 1868 y editada por el escritor de origen ruso Peretz Smolenskin. En esta revista apareció, por primera vez, en entregas, la gran novela semi-autobiográfica de Smolenskin ha-To'eh Be-Darjei ha-Hayyim (3 volúmenes, 1868-1870, "El caminante por los senderos de la vida"). El principal poeta de la haskalá fue Judah Leib Gordon, nacido en la actual Lituania. Su obra, escrita en ocasiones en hebreo bíblico y otras en un hebreo más actual, aportó un nuevo estilo poético. Algunos escritores de ficción, influidos por la haskalá, pasaron del uso del yiddish al hebreo; uno de ellos fue Mendele Mokher Sefarim (seudónimo de Shalom Jacob Abramovich). Las novelas del 'Abuelo Mendele', que describían la vida cotidiana en el gueto, han mantenido su popularidad en el siglo XX.

Entre las contribuciones más importantes del renacimiento hebreo cabe destacar la obra de tres escritores de origen ruso, de la misma generación, Hayyim Nahmán Bialik, Saul Tchernjovski, y Zalman Shneur. Bialik, poeta, ensayista e intérprete del legado judío, fue también traductor de clásicos europeos, como por ejemplo de Don Quijote. A pesar de que buena parte de la poesía de Tchernjovski habla de los dioses de la antigüedad en términos casi paganos, otras obras suyas hacen un retrato idílico de la vida popular judía. Shneur hace, en su poesía y su prosa, un llamamiento a su pueblo para que vuelva a los valores espirituales.

El establecimiento de los judíos en Palestina dio un gran ímpetu y actuó como una nueva guía para la literatura hebrea. Sin embargo, la prosa de los primeros inmigrantes seguía emocionalmente ligada al pasado. Joseph Hayyim Brenner, novelista, autor de relatos cortos y crítico literario, que se asentó en Palestina en 1908, hacía hincapié en el sentido trágico de la vida y en la búsqueda de una fe capaz de ofrecer alivio frente a la desesperación. Las primeras obras de Shmuel Yosef Agnon describen la vida judía en los shtetls, o asentamientos en la Europa Oriental; pero a partir de 1948, escribió sobre la vida de los pioneros de las comunidades en Palestina. Hayyim Hazaz fue a Palestina en 1931; sus obras incluyen historias del periodo bíblico, así con la novela Ha-Yoshevet ba-Gannim (1944) que narra la vida de los judíos yemeníes en la tierra de Israel. Al contrario que en la prosa, la poesía de esta primera generación trató temas más relacionados con la vida moderna. Los versos de Rachel Bluwstein, nacida en Ucrania, cantan su amor por Palestina; la mayor parte de su obra se ha musicalizado. La poesía de Uri Zvi Greenberg trata temas cotidianos. Nathan Alterman, nacido en Varsovia, llegó a Palestina en 1925. En un principio siguió la corriente del simbolismo francés y pasó del abundante uso de imágenes y rimas disonantes a un lenguaje y estilo más sencillos en obras tales como Ir Hayoná, "La ciudad de la paloma" (1957), además de abordar temas políticos.

Las obras de los primeros escritores ya nacidos en Israel, siguieron mostrando la dualidad de sus inquietudes. Inspirados en su pasado judío, escribieron también sobre las promesas y problemas de la nueva tierra y sobre la identidad judía. Entre estos escritores se cuenta Moshe Shamir, novelista y dramaturgo, entre cuyas novelas se incluyen Un rey de carne y hueso (1954) y Atravesó los campos (1969).

A partir de 1950 la literatura israelí, al igual que la de Occidente, se preocupó más por el individuo y sus problemas de soledad y alienación. El famoso novelista Amos Oz describió en Mi marido Mikhael (1968) la depresión de una joven ama de casa. Como consecuencia de la guerra de los Seis Días acaecida en 1967, volvieron a cobrar importancia en la literatura israelí los temas nacionales. De esta manera, la última obra de Oz, La colina del mal consejo (1976), mezcla la realidad y la ficción en una historia sobre los ideales que llevaron a la revolución israelí. Una obra anterior, Tocar el agua, tocar el viento (1973) aborda, simbólicamente, el tema de la huida del personaje central, primero del holocausto europeo y luego de la guerra de 1967. Tranquilidad perfecta (1982), describe el conflicto generacional en una familia residente en un kibutz, a mediados de los años 60. La obra histórica Las voces de Israel (1982) aporta un estudio compasivo, pero al mismo tiempo objetivo de su país.

La obra de Aharon Appelfeld, que llegó a Israel en 1947, evoca el holocausto y sus propias experiencias infantiles en Europa Central. Huir, intentar esconderse y esforzarse por borrar el pasado son los temas principales de sus relatos breves y de varias de sus novelas. Entre estas últimas se cuentan, Badenheim 1939 (1980), Tzili: Historia de una vida (1982), y La piel y la camisa (1971), obras de gran éxito.

En la poesía israelí contemporánea cabe destacar la poesía de Yehuda Amichai, en sus obras Ahora y antes (1955), El jardín público o Amen (1977). Su novela Ni de aquí ni de ahora (1964) relata la vida de un arqueólogo israelí que debe reconciliar su pasado judeoalemán con sus actuales crisis tanto personales como políticas. Son también notables sus relatos breves. Otros dos poetas notables son Amir Gilboa y T. Carmi. Gilboa se trasladó de Ucrania a Palestina en 1937. Utilizando motivos bíblicos y simbólicos, describe uno de sus temas más repetidos: la destrucción del mundo judío europeo. Carmi (seudónimo de Carmi Charney) nació en Nueva York y se estableció en Israel en 1947. Su poesía, perfectamente estructurada y rítmica, mezcla frases coloquiales hebreas con citas bíblicas.

LITERATURA LATINA

La literatura de la Roma antigua, se fomento en gran parte de Europa Occidental durante la edad media y el renacimiento, escrita en latín, el idioma de la Roma antigua y de los territorios del Lacio. Gracias a la expansión del pueblo romano el latín llegó a todo el mundo entonces conocido y se convirtió en lengua predominante de Europa occidental. Se ha empleado el latín en la enseñanza superior y en las relaciones diplomáticas hasta el siglo XVIII y sigue siendo la lengua universal de la iglesia católica, No era lengua nativa de Italia, sino que en tiempos prehistóricos el latín fue traído a la península Itálica por unos pueblos que procedían del norte. El latín pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas y es miembro de la subfamilia itálica; por otro lado es el antecedente inmediato de las actuales lenguas románicas. En el conjunto de las lenguas indoeuropeas, que no eran itálicas, se encontraba relacionado con el sánscrito y el griego, y con las subfamilias céltica y germánica. Una vez introducido en Italia fue el dialecto de la región de Roma. Las lenguas itálicas están constituidas por el grupo latino al que pertenecieron los dialectos falisco, latino y algunos otros dialectos, y por otro lado el osco y el umbro menos documentados. Las primeras inscripciones en latín son del siglo VI a.C., en tanto que los primeros textos escritos son ligeramente anteriores al siglo III a.C. Sufrió la influencia de los dialectos célticos del norte de Italia, de la lengua etrusca, que no era indoeuropea, y se hablaba en el región central de la península Itálica, y del griego que se hablaba en el sur antes del siglo VIII a.C. Bajo la influencia de la lengua y la literatura griega, que se tradujo al latín ya en la segunda mitad del siglo III a.C., se convirtió en una lengua de cultura con literatura propia.

LITERATURA HINDÚ:

La literatura india más antigua es de inspiración religiosa y filosófica, y está escrita en sánscrito antiguo. Estas primeras manifestaciones están constituidas por los Vedas(Colección de libros sagrados que eran transmitidos oralmente por los sacerdotes brahmanes).

Existen cuatro Vedas, de los cuales el Rig-Veda es el más antiguo de todos. Los otros son el Yajur-Veda, el Sama-Veda y el Atharv-Veda, que contienen numerosas fórmulas rituales. El Rig-Veda consta de 1,028 himnos distribuidos en 10 libros, y se refiere a los dioses de los antiguos arios que encarnaban personificaciones de los fenómenos celestes.

GRIEGA:

La Literatura griega es aquella que fue escrita por autores autóctonos de Grecia y áreas geográficas de influencia griega. Estas obras están frecuentemente compuestas en alguno de los dialectos griegos, pero no necesariamente. Se extiende a lo largo de todos los periodos históricos en los que han existido escritores griegos.

POESÍA LÍRICA:

La poesía lírica es la forma poética que expresa tradicionalmente un sentimiento intenso o una profunda reflexión, ambas ideas como manifestaciones de la experiencia del yo. La palabra "lírica" deriva de la palabra griega lyra que denota el instrumento musical llamado lira, creado por Hermeso Polimnia y de cuya ejecución, entre otros se encargaba Erató, la musa griega de la poesía.Aristóteles, en la Poética (1447a), hace mención a la poesía lírica (kitharistike como para ser cantada junto a la cítara) junto a la dramática, la epopeya, la danza y la pintura como otras formas de mimesis. El adjetivo "lírico" aparece por vez primera en el siglo XV haciendo mención a la poesía griega antigua que era cantada y distinguida de esta manera de la poesía dramática o narrativa (épica)1 y en el siglo XVI se define más como una forma de expresión más subjetiva, que concierne principalmente al dominio de los sentimientos privados.

Poesía epíca:

es un género literario en el cual el autor presenta de forma objetiva los hechos legendarios, elementos imaginarios y que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o basada en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad o ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinado. El autor usa como forma de expresión habitual la narración, aunque pueden darse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino contada oralmente por los rapsodas.

TRAGEDIA:

La tragedia es una forma dramática cuyos personajes protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa, inexpugnable e inevitable contra el destino o los dioses, moviéndose casi siempre (recordemos La Orestíada de Esquilo que tiene una reconciliación al final) hacia un desenlace fatal por una fuerza ciega, la fatalidad, el sino, el hado o fatum, en anunciado siempre por diversos oráculos. Su etimología deriva de la palabra griega τράγος /"Trágos "/, es decir, macho cabrío. La traducción más habitual es «canto del macho cabrío», debido a que los actores que las interpretaban vestían atuendos de piel de cabra, aunque algunos eruditos mantienen la antigua etimología «canto en el sacrificio de un macho cabrío», por su relación con antiguos sacrificios rituales

COMEDIA:

La comedia es una rama del género dramático que se caracteriza porque sus personajes protagonistas se ven enfrentados a las dificultades de la vida cotidiana y por eso ellos enfrentan las dificultades haciendo reír a las personas o a su "público", movidos por sus propios defectos hacia desenlaces felices donde se hace escarnio de la debilidad humana. La comedia se origina en el mundo griego, pero se va desarrollando a lo largo del medievo y la edad moderna, hasta llegar a nuestros días.

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