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Los retos que enfrenta la Educación Física ante el sedentarismo y sus consecuencias


Enviado por   •  12 de Febrero de 2020  •  Ensayos  •  1.301 Palabras (6 Páginas)  •  83 Visitas

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Universidad de Cartago Florencio del Castillo

Bachillerato en la Enseñanza de la Educación Física

Curso

La Comunicación y los Procesos de Enseñanza y Aprendizaje

Tema

Los retos que enfrenta la Educación Física ante el sedentarismo y sus consecuencias

Docente

MSc. Donald Navarro Jaén

Sustentante

Jeanine Acuña Esquivel

II cuatrimestre, 2019

San José, Costa Rica

Los retos que enfrenta la Educación Física ante el sedentarismo y sus consecuencias

En tiempos acelerados como los que estamos viviendo hoy en día, donde todos los protagonistas de la sociedad caminamos con prisa; sin darnos cuenta los días pasan volando; salimos a realizar nuestras labores diarias muy temprano por la mañana y llegamos a altas horas de la noche a nuestros hogares; donde la comida rápida es lo que mejor se acomoda al ritmo de vida, y se convierte además en una opción tentadora en cuanto a economía se refiere; surge el cuestionamiento sobre lo que estamos haciendo con nuestra salud y la importancia de incentivar la práctica deportiva, la actividad física y la recreación.

Y es que toda esta aceleración en la que vivimos no solo nos afecta a los que nos desempeñamos en el ámbito laboral, sino que viene a cambiar por completo la dinámica familiar, viéndose afectados todos los miembros de la familia, incluidos los mas pequeños.

Hasta finales del siglo pasado, la responsabilidad de manutención del hogar recaía sobre uno de los progenitores, básicamente en el padre, lo que permitía que generalmente la madre se dedicara a la crianza de los hijos.

El tiempo compartido no solo propiciaba una mejor alimentación sino también el desarrollo de habilidades motoras y la práctica de la actividad física mediante el juego.

Parques llenos de niños, montando en bicicleta, patines o patineta; juegos tradicionales como la rayuela, salto de la cuerda o carrera de sacos; “plays”, y no play station como hoy en día, con sus hamacas, toboganes y pasamanos, eran los medios para mantener niños activos y saludables.

Con el paso de los años, factores como las modificaciones en los roles que desempeñan las mujeres a nivel social, cambios en las jornadas laborales, las dificultades económicas afrontadas por los costarricenses, los problemas de movilidad  urbana, que hacen que el tico promedio invierta horas- vida atascado en presas, entre otros; han propiciado cambios en dicha dinámica, dando como resultado padres de familia fuera de casa por largas horas intentado desarrollarse profesional y laboralmente con el fin no solo de llevar el sustento al hogar, sino irónicamente en la búsqueda de una mejor calidad de vida para ellos y los suyos.

Lamentablemente esta mejor calidad de vida se traduce únicamente al ámbito económico. Mejores condiciones en el hogar, en cuanto a infraestructura se refiere; electrodomésticos que facilitan las labores, vehículos automotores que deberían movilizarnos de una manera más eficiente, entre otras más; que si bien es cierto nos facilitan de cierta forma la existencia, no son realmente sinónimos de calidad de vida.

Este ritmo acelerado en el que vivimos, contradictoriamente nos ha vuelto una sociedad sedentaria y enferma. Problemas como la obesidad, el sobrepeso, la hipertensión, enfermedades coronarias, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer, especialmente el de mama y colon, alarmantemente se están presentando cada vez a edades más tempranas.

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado el 4 de setiembre del 2018 en el periódico La Nación, sitúa a Costa Rica en el sexto puesto entre los países más sedentarios del mundo. Dicho informe señala que casi la mitad de la población costarricense (46.1% de la población, 37.7% de los hombres y 54.3% de las mujeres) no realiza la suficiente actividad física para mantenerse sanos.

En cuanto a niños se refiere, la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoce la obesidad infantil como uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Para el año 2016 se estimaban alrededor de 41 millones de niños menores de 5 años con problemas de sobrepeso y obesidad a nivel mundial.

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