MI EXPERIENCIA EN LA ESCUELA

MI EXPERIENCIA EN LA ESCUELA

A través de los años que he permanecido en la escuela, me han permitido forjar mi identidad individual, mi identidad social y mi identidad de rol, gracias a todas las experiencias vividas.

Están presentes en mi memoria recuerdos de los primeros años en la escuela, el conocer a nuevos compañeros, conocer sus actitudes en el salón, las peleas por los juguetes o incluso por formar equipo con alguno de ellos para las actividades. Cada uno de ellos fue enseñándome nuevas maneras de hacer las cosas, mi carácter fuerte siempre lo he tenido pero al ser una niña no tenía aún la formación de mi identidad (físicamente sí).

Con el paso del tiempo se fue completando con las convivencias diarias con compañeros, maestros, personas que conocía de otros colegios, el intercambio de ideas, desacuerdos, de amistades. En cada año escolar fui reconocida en el grupo por mis compañeros (identidad de rol), comencé a sentirme parte de un todo, a sentir el apoyo de mis profesores, de mis padres, a sentirme valorada por la sociedad y cada vez más parte de ella, para poder aportar mis ideas, desarrollar mis acciones y mis actitudes.

Al entrar al bachillerato mi identidad comenzó a fortalecerse, ya tenía más valores, más conciencia, enfrentar problemas de índole más trascendental, tener que trasladarme sola, hacer tramites sin ayuda de un adulto, los procesos cada vez fueron en acrecentamiento, el pertenecer a un grupo de estudio, a un equipo de deportes me hacía identificarme con los demás, en esa etapa de mi vida comencé a decir lo que pensaba siempre, lo que sentía, era muy impulsiva y eso hizo que mis compañeros comenzaran a apoyarme contra algunas injusticias con los profesores.

Mis intereses comenzaron a cambiar empezando por mis estudios, me alejé de amistades que no eran buena influencia para mí y busque nuevas con las cuales compartir gustos en común, las mismas creencias, también mí estabilidad emocional se volvió primordial.

MI CONTEXTO

Desde mi nacimiento el primer contacto que recibí fue el de mi familia, quienes comenzaron a darle estructura a mis aprendizajes, desde los más básicos como hablar, comer, vestirme etc. Recibí el suficiente amor de mis padres aunque la ausencia de mi padre por cuestiones laborales hizo que tuviera un apego (hasta la actualidad) con mi madre, su ausencia hizo que yo tuviera rabietas muy descontroladas, con el pasar del tiempo fue mejorando mi temperamento y asimilando la situación en casa.

Como uno de los primeros hábitos que se me inculcaron fue pedir las cosas por favor y agradecerlas, saludar siempre al llegar a un lugar, levantarme temprano hacer las tareas, y llegar puntual a donde fuera, tenía muchos disgustos con mi hermana por llegar siempre corriendo a la escuela ya que era muy lenta. Tengo el hábito de ser ordenada y organizada eso gracias a mi madre.

Una de las costumbres que me enseñaron a ser mejor persona es que cada año nos reuníamos en diciembre época navideña con toda la familia de mi mamá y dábamos por un cierto tiempo gracias a Dios por estar juntos, íbamos al templo y luego convivíamos en casa con una cena y después romper piñatas, éramos muy unidos como familia, crecí con el valor de amor hacía el prójimo.

La comunidad en donde crecí y me desarrolle era educativa, ya que hay muchas escuelas cercanas por lo tanto las personas con las que convivía tenía semejantes valores a los míos, costumbres, tradiciones, aprendizajes, el lugar en el que me desarrollé durante mi infancia, adolescencia y juventud, me permitió crecer física, emocional, psicológica y moralmente.

Aprender a respetar reglas y seguir las normas establecidas en la sociedad hasta el día de hoy me ha permitido crecer laboralmente, socialmente, espiritualmente, y estoy agradecida con la persona que

...