Maltrato Tercera Edad

Introducción

Salvarezza (1988) refiere al termino envejecimiento como un proceso de transición del ser humano hacia la vejez en la cual comienza a gestarse un cambio en la percepción del tiempo “comienza a sentirse el tiempo más en función de lo que falta para vivir, que desde lo que ha pasado desde el nacimiento”. Se produce un proceso que avanza hacia la introspección y la reevaluación de sí mismo, la preocupación por el mundo interno se intensifica volcando la energía hacia afectos de un mundo más reducido. La vejez es el periodo de vida en el que las personas, debido a su perdida de capacidad física, ya no pueden desempeñar las funciones familiares o laborales que le corresponden.

La vejez tiene un significado diferente alrededor del mundo, en las distintas culturas que existen. En muchos lugares del mundo, los ancianos son considerados personas con basta sabiduría y experiencia, en muchos ámbitos de la vida; muchos han vivido en el tiempo de las grandes guerras, otros han visto pasar el rápido avance de la tecnología, son sabios en los asuntos y problemas de la vida, siempre con un consejo disponible para cualquier persona que lo necesite y con grandes historias sobre su juventud. Así, como en muchas culturas se venera y se respeta la imagen de un anciano, existen otras culturas en donde se puede observar el evidente abandono. Son desplazados socialmente y solamente se vuelven importantes si pueden realizar una aportación económica.

Desde la antigüedad, ha existido el maltrato a los ancianos, pero es en los últimos 25 años del siglo XX que es considerado como un problema de bienestar social. Sin embargo, es un problema que se ha querido mantener privado y de alguna manera callarlo. En 1975 dentro de una revista de circulación en Inglaterra, se empleo por primera vez el termino de “abuelita golpeada”, pero fue en Estados Unidos que se decidió abordar el tema. Se han realizado múltiples investigaciones alrededor del mundo, llegando a la conclusión de que es un fenómeno universal. Hoy en día, se toma mayor importancia a los derechos humanos y se habla mas acerca de la violencia domestica, de esta manera es, que la violencia hacia las personas de la tercera edad toma mayor énfasis.

Desarrollo

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1996), señala que la violencia, de manera general, es el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectiva contra uno mismo, otra persona, grupo o comunidad que cause o tenga muchas probabilidades de producir lesiones, muerte, daño psicológico, trastornos del desarrollo o privaciones. La violencia ha ido aumentando, volviéndose cada vez mas intensa. En estos tiempos que se ve cada vez mas pobreza y mas hambre, la misma sociedad ejerce violencia apartando a las personas que no tienen siquiera lo básico para vivir, las personas prefieren salir a las calles a despojar con violencia a otras personas que con muchos sacrificios tienen lo que tienen. La falta de trabajos, el salario cada vez mas reducido, los altos precios en los servicios básicos, llevan a las personas a perder la cabeza y violentarse contra otras personas incluso contra su familia; siendo las personas de la tercer edad una de las personas mas vulnerables para ejercer violencia sobre ellos.

De manera especifica, la OMS (2003), define que el maltrato de las personas mayores se puede cometer tanto por acción como por omisión (en ese caso, por lo común se denomina “descuido”), y que puede ser intencional o no. Además, puede ser de carácter físico o psíquico (este ultimo incluye las agresiones emocionales o verbales), o puede entrañar abuso económico u otros juicios materiales. Cualquiera que sea el tipo de maltrato, es indudable que el anciano será victima de sufrimientos innecesarios de lesiones o dolor, pérdida o violación de sus derechos humanos y deterioro de su calidad de vida. La calificación de una conducta como maltrato, descuido o explotación dependerá, probablemente, de la frecuencia con que se produzca, su duración, gravedad y consecuencias, y sobre todo, del contexto cultural.

Papalia y Wendkos (19977) caracterizan el abuso hacia las personas mayores como negligencia o el abuso que se comete contra personas dependientes que tienen edad avanzada. Aunque puede ocurrir en instituciones, generalmente lo sufren personas débiles de edad avanzada que viven con sus cónyuges o sus hijos. Este abuso puede tomar la forma de negligencia, como en el impedimento a que el anciano reciba alimento, refugio, ropa, atención medica, dinero u otros bienes. Puede involucrar tormento psicológico: hostigamiento verbal, insultos, maldiciones o amenazas de violencia o abandono. Puede tomar también la forma de violencia física, golpeando, punzando o quemando, o mediante el uso de armas contra personas de edad avanzada que no pueden defenderse (Papalia y Wendkos, 1997: 612).

El anciano puede ser sometido a diferentes tipos de maltrato. Uno de los tipos de maltrato es el maltrato físico. Este maltrato se caracteriza por actos de agresión intencionada, la cual utiliza la fuerza del agresor para inmovilizar y causar daño al anciano, como golpes, empujones, cachetadas, patadas, quemaduras, etc.; causándole dolor, lesiones o discapacidad y en extremo, la muerte. Otro tipo de maltrato, es el emocional, el cual consiste en insultos, agresiones verbales, prohibiciones, intimidaciones, humillaciones, ridiculización, amenazas de abandono, de forma intencionada y que provocan en el anciano un daño a su salud emocional, acarreando angustia, estrés, pena, sentimientos de inseguridad, baja autoestima. También se habla del maltrato sexual, que consiste en imponer a la realización de prácticas sexuales, que no son deseadas por el anciano. Es cualquier acción de carácter o connotación sexual con una persona de la tercera edad, que utilizando la fuerza, la amenaza o el engaño, manifestándose en forma de caricias,

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