Marco Fabio Quintiliano

Marco Fabio Quintiliano.

Nació en Calagurris y era hijo de un retórico. Igual que su padre, se educó en Roma. Después se trasladó a Hispánia para dedicarse a la enseñanza. En el año 68 d.C, vuelve a Roma y se dedica a la abogacía, con mucho éxito. En el año 70 d.C, es nombrado profesor de retórica por el Emperador Vespasiano. Ejerció la docencia hasta el año 90 d.C.

En el año 88 d.C, escribió la más importante de sus obras: el Instituto Oratoria, obra publicada en el 96 d.C a titulopostum. Esta obra aborda los tres componentes educativos básicos: objetivos, contenidos y métodos. Quintiliano escribió esta obra para un público alfabeto, peor muy inexperto en principios educativos. La obra esta dividida en 12 libros: los 2 primeros y el último tratan de la teoría y de la práctica educativa. Mientras, los 9 restantes hablan de retórica y oratoria.

Los presupuestos teóricos de Quintiliano los coge de Iscórates matizados por Cicerón. El precedente inmediato de su obra es: El Orador de Cicerón. La meta final del proceso educativo para Quintiliano es el: vir bonus dicendi peritus (el hombre bueno experto en hablar). Quintiliano describe este ideal como una persona de reputación intachable, que mediante una educación completa, se muestra perfecto hasta en los más mínimos detalles.

Para conseguir este ideal, el camino es la formación del orador. Quintiliano esta a favor de la retórica, porque la considera un arte genuino cuando es ejercida por un individuo moralmente bueno, porque este individuo perseguirá fines moralmente deseables en cualquier área de conocimiento.

El programa educativo que Quintiliano propone es una perfecta mezcla de los ideales

romanos y griegos.

Para Quintiliano la educación debe empezar por el aprendizaje de la lectura (letras( silabas( palabras( frases).

Una vez adquirida esta lectura, se ha de pasar al estudio de la gramática, sintáis y ortografía. A estos aprendizajes le añade la matemática y la música, y lo justifica diciendo que la matemática sirve para un correcto uso del conocimiento lógico y la música es útil como arte de elegancia social. Sin embargo, la gran aportación de esta obra de Quintiliano es que aporta nuevos principios educativos que hasta entonces no se habian tenido en cuenta. El primero de ellos es: el papel mediador del maestro en el proceso educativo. En segundo lugar, un intento de aproximación a la psicología del aprendizaje. Quintiliano intentó estudiar el carácter del niño y en función de él, adecuar el comportamiento del maestro. Quintiliano da mucha importancia a las condiciones de nacimiento del niño y a la etapa inicial de la vida. Él recomiendo escolarizar al niño cuanto antes mejor, incluso antes de los 7 años. Esta muy en contra de la enseñanza particular. Según Quintiliano, la calidad de la escuela depende tanto del carácter del maestro y de la intuición psicológica de este, más que del material didáctico.

Según Quintiliano, el maestro ha de ser un hombre sabio y de carácter, puesto a que sus actitudes y comportamientos ejercen sobre el niño una gran influencia. El maestro, además ha de tener en cuenta cuales son las respuestas del niño y los resultados educativos serán mejores cuanto más adecue el maestro las tareas al progreso del niño.

Quintiliano se muestra muy contrario a los castigos físicos. Según él, el método adecuado es el premio y las alabanzas, y no con las represiones.

Lo que el maestro ha de observar en el niño es la memoria (sinónimo de inteligencia en Roma), la capacidad infantil por la que el maestro debe guiarse. Sobre la base de la estimación de la memoria, el maestro debe adecuar al niño los ejercicios, calibrado el ritmo de aprendizaje. La escuela de retórica según Quintiliano, era el lugar donde se debía formar al ciudadano como hombre y como político. Por la escuela

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