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Metodo Empirico De La Administracion

yessiibravo2126 de Octubre de 2014

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Ernest Dale, economista alemán quien influenciado por los acontecimientos socio-económicos del siglo XX desarrollo el método empírico en la administración; mismo que sugiere que los conocimientos adquiridos a través del tiempo, es decir, en el ejercicio cotidiano permite un mejor dominio de las circunstancias adversas, lo que conlleva a la toma de decisiones basada en las experiencias vividas en el ejercicio de la administración.

Por ello, es preponderante cuestionar ¿Cuáles fueron los aspectos socio-económicos, históricos que influenciaron a Ernest Dale para sustentar su método?

OBJETIVO

Analizar los aspectos políticos, tecnológicos, sociales y culturales que influyeron en el siglo XX en Ernest Dale y dentro del método empírico.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

· Explorar sobre antecedentes familiares de Ernest Dale para describir que aspectos influyen en el desarrollo del método empírico.

· Proporcionar de manera general como se comporto la economía y aspectos sociales en el siglo XX.

· Identificar aspectos políticos que influyeron en el desarrollo del método de Ernest Dale como son: presidentes, políticas del gobierno y también como era la economía y tecnología en los años de 1965 a 1985.

· Describir los elementos políticos, económicos, sociales, tecnológicos y antecedentes familiares que tuvieron influencia en Ernest Dale para el desarrollo del método empírico.

JUSTIFICACIÓN

Mostrar el contexto sociológico, económico, político, tecnológico y familiar en la época, que sustento el método empírico; ya que todos estos elementos tienen importancia en el desarrollo personal y profesional de cualquier individuo y dirigiéndonos en Ernest Dale, se dice que entorno era el mismo para todos los intelectuales de esa época pero los factores influyeron de diferente manera y por tanto sus creaciones fueron diferentes, también es importante conocer los paradigmas a los cuales se tuvo que enfrentar para amparar su método sobre el de los demás y si realmente la experiencia es el aspecto central del método empírico que se desarrollo en el siglo XX y las adaptaciones que enfrento a lo largo de sus investigaciones y el momento de que definió lo que para él es el método empírico.

MARCO TEÓRICO

La administración, como toda actividad humana, ha sufrido cambios importantes en su significado y funciones. Con los romanos se le concebía como el servicio que una persona le hacía a otra; de ahí, el significado de la palabra de acuerdo a su etimología: ad: dirección, y minister: subordinación u obediencia. En la actualidad, sin embargo, el principal objetivo de la administración es interpretar los objetivos perseguidos por la empresa y/o negocio y transformarlos en acciones a través de la planeación, la organización, la dirección y el control de todas las actividades realizadas en las áreas y niveles que la integren (Adalberto, 1999). Y aquí existe una cuestión muy importante que no podemos perder de vista, ¿cuáles son las condiciones históricas, sociales, políticas y económicas que permitieron esta concepción de la administración? Sin duda, un recuento por la historia de esta disciplina sería muy revelador al respecto, pero también muy amplio y corremos el riesgo de perdernos entre tanta información. Debido a lo anterior, coincidimos en que si bien el mundo occidental, del cual somos herederos y formamos parte, tiene su origen hace varias centurias, el siglo XX es el que más ha determinado a la administración y a nosotros mismos (somos productos históricos), por ello nos proponemos hacer, aunque breve, un recorrido por él.

Los historiadores reflexionan sobre dos tipos de tiempos: uno cronológico y otro histórico. En el primer caso, por ejemplo, el siglo XX comprendería de 1900 hasta 1999 o el año 2000; sin embargo, desde la segunda perspectiva, el siglo pasado iniciaría con la Primera Guerra Mundial, en 1914, y terminaría con la caída del Bloque Socialista, en 1992. Es un siglo corto pero complejo y, en muchos sentidos, contradictorio.

Iniciemos, pues, con el primer hecho significativo a escala mundial: la “Gran Guerra”, nombre que recibió la primera conflagración que involucró a todos los continentes. Hasta antes de este acontecimiento, las guerras se reducían al enfrentamiento entre dos países, claro a veces con el apoyo de algunos otros, pero siempre contenidas a un espacio. Existieron varias razones para que la guerra se desarrollara en varios frentes, pero entre los pirncipales podemos mencionar los siguientes: el imperialismo (que se traduce en la lucha de las potencias europeas, principalmente Alemania, por tomar la delantera en la carrera expansionista), el nacionalismo (experimentado por varias regiones, pero en especial por la zona conocida como balcánica), la carrera armamentística, a la cual se le invirtió mucho dinero y esfuerzo en varios países, y el sistema de alianzas políticas entre varios paises.

La muerte del archiduque Francisco Fernando, en 1914, fue sólo un pretexto usado por Alemania quien alentó al Imperio Austro-Húngaro a declararle la guerra a Serbia (de donde habría surgido el complot que llevó al asesinato del noble austríaco) y evitar así su desintegración. Brevemente, se sucedieron varias declaraciones de guerra: Alemania contra Rusia, Italia contra Serbia, Francia y Gran Bretaña contra Alemania, etcétera. Esta situación llevó a dividir a los contendientes en dos bandos: la Triple Alianza, formada por Alemania, Austria-Hungría e Italia, y la Triple Entente, integrada por Francia, Gran Bretaña y Rusia. Con el desarrollo del conflicto, hubo varios cambios significativos: Italia se cambió de bando, Rusia sale de la guerra y Estados Unidos se incorpora, en 1917, para definir al bando vencedor y su surgimiento como máxima potencia mundial una vez concluida la guerra.

Como no podía haber sido de otro modo, el fin del primer enfrentamiento bélico trajo consigo destrución, muerte y una economía muy débil en los paises contendientes. Los años veintes, conocidos como los “fabulosos veinte”, significaron un bonanza para la economía mundial, ya para entonces muy dependiente de lo que aconteciera en Estados Unidos. La industria creció y se diversificó para atender a las nuevas necesidades de los consumidores, y poco a poco la administración profesional se fue haciendo cada vez más necesaria.

Lamentablemente, la enorme especulación en 1929 desencadenó la que hasta entonces había sido la peor crisis económica en el mundo. Los estadounidenses tuvieron que repatriar los capitales invertidos fuera de su país, perjudicando de manera muy profunda a las economías europeas, principalmente.

El gran crack significó para muchos contemporáneos la crisis del sistema capitalista que, en la década de 1930, compitió con el comunismo soviético y los regímenes totalitarios, como el fascismo italiano y el nazismo alemán, como sistema político-económico. En un comienzo, Estados Unidos fortaleció estos movimientos, destacando la inversión a Alemania, pensando en que los germanos atacarían a los rusos y destruirían la influencia socialista que desde Moscú se irradiaba a otras partes del mundo y ponían en relativo peligro al sistema capitalista.

La Segunda Guerra Mundial significó en muchos sentidos la continuación de los problemas que originaron la Primera, pero ahora con algunos nuevos elementos (por su magnitud, y no por su novedad per se) como el antisemitismo, llevado a una escala sin precedentes por Hitler y sus seguidores. A semejanza de la primera guerra, en ésta las naciones que participaron en su desarrollo se organizaron en dos bandos: El Eje Berlín-Roma-Tokio, y Los Aliados, integrados por Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Las bombas atómicas arrojadas por la potencia americana a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagazaki significaron el preludio del fin de la guerra.

A partir de ese momento, el mundo de dividirá en dos bloques basados en la ideología política y económica de los Estados-Nacionales: el bloque occidental (o capitalista), que tuvo como principal representante a Estados Unidos, se extendía a Europa Occidental, la mayoría de los países americanos y las naciones anglosajonas de Nueva Zelanda y Australia; por su parte, el bloque oriental (o socialista), presentó a la URSS como su líder natural, y su influencia se hacía sentir en Europa del Este, algunos países del norte de África, Medio y Extremo Oriente. Este periodo histórico se conoce como “Guerra Fría” porque lo irreconciliable de las posturas desarrolladas llevaron a sus máximos representantes a intentar resolver sus conflictos de manera violenta, pero fuera de sus fronteras, de esta manera es posible explicar los conflictos de: Corea, Vietnam, Cuba, Israel y Afganistán.

Este recorrido no estaría completo si no se mencionara el fin de la Guerra Fría por el desmantelamiento del socialismo real entre 1989, con la caída del Muro de Berlín, y 1992, con la desintegración de la URSS. Por supuesto, este proceso no puede explicarse sin la llegada al poder en el país socialista de Mijail Gorbachov. Este líder político desarrolló su gobierno con base en dos posiciones: la Glásnot y la Perestroika, la primera dirigida a mejorar la cuestión política a través la eliminación de las fuerzas totalitarias que habían caracterizado a ese país, y la segunda a abrir la economía, a algo que se llamó “socialismo de mercado”.

Con el fin de la bipolaridad inició una nueva etapa: la unipolaridad, caracterizada por el poder hegemónico de los Estados Unidos de

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