Mi Credo Pedagogico
Enviado por monshe1524 • 4 de Marzo de 2013 • 1.031 Palabras (5 Páginas) • 415 Visitas
Mi credo pedagógico
John Dewey
Artículo 1° Lo que es la educación
Toda educación procede por la participación del individuo en la conciencia social de la raza, comienza casi desde el nacimiento y esta continúa formándose.
La educación más formal y ética del mundo no puede alejarse con seguridad de este proceso general.
La única educación verdadera se realiza estimulando la capacidad del niño por las exigencias de las situaciones sociales en que se halla.
El proceso educativo tiene dos aspectos: uno psicológico y otro social, y ninguno de ellos puede subordinarse al otro o descuidarse sin producir malas consecuencias. Sin un conocimiento de las estructura psicológica y de las actividades del individuo, el proceso educativo será por tanto azaroso y arbitrario. El conocimiento de las condiciones sociales del estado actúa de la civilización, es necesario para poder interpretar adecuadamente las capacidades del niño.
Los aspectos psicológicos y social están relacionados orgánicamente, y la educación no puede ser considerada como un comportamiento entre ambos o como una superposición del uno sobre el otro, se nos dice que la definición psicológica de la educación es estéril y formal; en cambio la definición social de la educación, considerándola como la adaptación a la civilización, hace de ella un proceso forzado y externo, que tiene por resultado la subordinación de la libertad del individuo a un estado social y político preconcebido.
La educación, por tanto debe de comenzar con un conocimiento psicológico de las capacidades, intereses y hábitos del niño. Ha de ser controlada en cada punto con referencia a las mismas consideraciones, deben de ser constantemente interpretados, de saber que significan. Han de ser traducidos a sus equivalentes sociales, a lo que son capaces en el sentido del servicio social.
Artículo 2° Lo que es la escuela
La escuela, es la institución social, aquella forma de vida en comunidad en la que se han concentrado en todos los medio más eficaces para llevar al niño a participar en los recursos heredados de la raza y a utilizar sus propias capacidades para fines sociales.
La escuela debe de representar la vida presente, una vida tal real y vital para el niño como la que vive en el hogar, en la vecindad o en el campo de juego. Ha de simplificar la vida social existente, ha de reducirla a una forma embrionaria.
La vida escolar ha de surgir gradualmente de la vida doméstica, y ha de asumir y continuar las actividades con las que el niño está ya familiarizado en su hogar. La escuela ha de ofrecer al niño estas actividades y reproducirlas de modo que aprenda gradualmente su sentido y sea capaz de desempeñar su papel con la relación de ellas. Es asunto de la escuela profundizar y ampliar su sentido de los valores concentrados en su vida de hogar. El niño debe de ser estimulado y controlado en su trabajo mediante la vida de la comunidad.
La misión del maestro consiste directamente en determinar, sobre la base de una más vasta experiencia y de un saber más maduro, como la disciplina de la vida ha de llegar al niño.
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