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Monogradfia Ciencia Poli

19christian944 de Noviembre de 2012

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1. CIENCIA POLÍTICA

La ciencia política como disciplina estructurada, autónoma, con objeto de estudio, con método propio; es de reciente tiempo, siendo impulsada por la escuela estadounidense. Esta disciplina logra auge después de la segunda guerra mundial, a raíz de los diversos cuestionamientos que se hacían al poder que logró acumula Adolf Hitler y que tuvo el atrevimiento de poner en jaque a la humanidad. Hasta entonces, las diversas disciplinas que estudiaban al poder y al Estado, no pudieron encontrar respuestas respecto a las motivaciones y limites del poder, sino a través de explicaciones basadas en los principios que sustentaban la organización del poder y teniendo como base las instituciones políticas formales existentes.

Ello motivo que la Ciencia Política, de forma sugerente y pragmática, plantee una nueva perspectiva respecto a la dinámica y desenvolvimiento poder, fundada en situaciones y elementos fácticos.

Sin embargo, ello no excluye los diversos y connotados esfuerzos que se han hecho desde la antigüedad para comprender el fenómeno del poder político, sin haber logrado, desde luego, estructurar una disciplina científica.

Claro está, que si buscamos los antecedentes históricos de la ciencia política, necesariamente tenemos que hacer referencia a la antigua civilización occidental, específicamente a Grecia, donde se da un sorprendente desarrollo del pensamiento político, que tiene como propulsores a brillantes pensadores de la época, como Platón, Aristóteles, entre otros, y donde el eje de la discusión y las reflexiones se dan en torno a la organización y funcionamiento de la polis y del poder político. Sin embargo, como señalan algunos autores, “independientemente del nombre que se emplee para identificarla, esta disciplina se ha conformado en función de las reflexiones sobre las razones y necesidad de la sumisión de unos hombres al poder de otros, y de la existencia y operación autónomas de las comunidades humanas”.

Platón, a través de su famosa obra “La República”, busca interpretar la dinámica social y política de su tiempo, partiendo, precisamente de la observación de la realidad, donde proponía cambios a la situación existente de ese entonces, llegando a plantear una comunidad ideal gobernada por los más capaces.

Para nuestra concepción, la ciencia política es una ciencia social que estudia fundamentalmente el ejercicio, la distribución y organización del poder en una sociedad.Como señala el autor Francisco Miro Quezada (2001) «la ciencia social, se interesa por los hechos políticos, es decir, por los acontecimientos y procesos políticos, es decir, por los acontecimientos y procesos políticos; y de la conducta política que se expresa de forma real y concreta en la interacción social».

Para conocer la realidad política, la Ciencia Política describe los acontecimientos, procesos y conductas calificadas de políticos. En este sentido hace una exposición detallada, una especie de relato de las diversas expresiones de la acción política. Describe por ejemplo, los procesos electorales, las respuestas de las masas respecto a una decisión política y de los grupos de presión, los efectos de cambio político y sus consecuencias, la organización de alguna forma de gobierno, las funciones que desarrollan las autoridades al interior del aparato estatal, el proceso de la toma de decisiones políticas que afectan a la sociedad global, las relaciones de mando-obediencia, la acción de los grupos de influencia, la evolución del pensamiento político, el proceso de cambio político-social, etc.

Podemos afirmar, entonces, que la tarea descriptiva es uno de los requisitos básicos para conocer y comprender la realidad política. Pero no basta tener una acumulación de datos para comprender la realidad política; es necesario interpretarlos, de ahí que tenemos que preguntarnos por la producción de la acción política. Hay, por eso, que elaborar una teoría explicativa que nos permita comprender la interacción y la dinámica política.

La necesidad de explicar un hecho político se deriva de la preocupación científica que se expresa en la interrogante: ¿Por qué se produce un evento político? El científico político se esfuerza por responder a ese porque. Es decir, la teoría política trata de explicar lo que el científico político ha descrito mediante constatación de los hechos. La descripción de un hecho nos dice como es ese hecho, la explicación nos dice por qué se ha producido ese hecho. Por otra parte, toda teoría explicativa debe elaborar leyes que tengan validez general, es decir, universal y, debido a su propia estructura permite, en determinada medida, predecir posibles acontecimientos.

Por consiguiente, las teorías políticas, además de ser explicativas, son predictivas; intentan también derivar situaciones futuras de hechos y explicaciones presentes.

Tanto la explicación como la predicción se llevan a cabo partiendo de observaciones empíricas y aplicando deducciones lógicas. La diferencia entre la explicación y la predicción es que la primera deduce de la hipótesis, o axiomas en el mejor de los casos, hechos conocidos; en cambio, la predicción deduce de nuevos hechos.

Como afirma Duverger, esta dificultad se produce por dos razones. «En primer lugar los fenómenos sociales son muy complejos: son el resultado de combinaciones de gran número de factores difícilmente aislables y cuya respectiva importancia resulta imposible de determinar, por otra parte, y sobre todo, las modificaciones del contexto social son mucho más rápidas, más profundas y más complejas que las del contexto físico».

Se puede apreciar que tanto la formulación de leyes generales, como las explicaciones y predicciones que se pueden hacer por medio de ellas, crean serios problemas al progreso científico de la teoría política.

A este respecto, como acota Duverger, hay que distinguir dos categorías de leyes sociológicas: una se refiere a los hechos exiguos y limitados y se desenvuelve en el terreno de “corto plazo” con lo que la previsión es bastante exacta; otras se contraen a conjuntos más complejos y se desenvuelven en el terreno del “largo plazo” o “plazo medio”, dando lugar a una previsión muy aproximada.

Por eso, las llamadas teorías de “corto plazo”, e incluso en ciertos casos teorías de “plazo medio”, aquellas que estudian aspectos parciales de la realidad política, han tenido más éxito explicativo y predictivo que las llamadas teorías a “largo plazo” o “teorías generales”, son una especie de “cosmogonía” que se funda, además de bases empíricas, en principios preconcebidos, en creencias e intuiciones y no en hechos establecidos, como sostiene Duverger; quien agrega que “debe integrar todos los hechos ya establecidos pero se ve obligada, por la fuerza de las cosas, a incluir mayor número de hechos dudosos”.

En cambio, la teoría “a corto plazo”, y de “plazo medio”, que son teorías parciales que recurren a modelos matemáticos y no matemáticos, llamados genéricamente “modelos de investigación”, pueden verificar con mayor exactitud las hipótesis de trabajo; y, asimismo, establecer sistematizaciones más rigurosas correspondientes a algún aspecto de la realidad socio-política.

Es, precisamente debido a esta dificultad que, como hemos dicho, la Ciencia Política carece de una “teoría general”, explicativa y predictiva; lo que, por otra parte, permite comprender el desarrollo de un conjunto de modelos o enfoques; es decir, teorías que pretenden ser universales, pero que por sus limitaciones explicativas y predictivas, y por sus limitaciones explicativas y predictivas, y por sus conceptos a priori fundados en principios, creencias e instituciones, han devenido teorías parciales de alcance medio.

Dentro del concepto de Ciencia Política, que estamos analizando, se indica que esta disciplina estudia fundamentalmente la distribución, el ejercicio y la organización del poder en una sociedad. Ello significa que el objeto central, vale decir, principal, de estudio de la Ciencia Política es el poder político; el mismo que se expresa de diversas formas, a saber: como Estado, en cuanto que es el poder político jurídicamente institucionalizado; como dominación, que de alguna manera implica coacción, sojuzgamiento y sumisión impuesta por los grupos que tienen el control de los medios de producción y del Estado, e impone su concepción del mundo sobre el grupo subordinado y dominado que constituye la mayoría; como influencia, que es la forma de actuar sobre las autoridades, es decir, sobre quienes toman y ejecutan decisiones políticas con la finalidad de que puedan favorecer al individuo o grupo influyente; como autoridad, que, desde un punto de vista formal, es el poder respaldado por normas y reglas que reconocen a ciertos individuos que ocupan cargos y desempeñan roles en la estructura estatal, es decir la capacidad de ejercer poder.

Tradicionalmente se sostuvo que el objeto central de estudio de la Ciencia Político era el Estado; pero, gracias al avance teórico y metodológico de la politología, se considera, hoy, que el Estado es un concepto demasiado restringido para comprender la totalidad de la variada dinámica política; de ahí que se empezó a plantear la tesis de que el Poder era un concepto más amplio que el Estado; porque, además de encontrarse en la cúspide de la estructura y dinámica estatal, estaba presente en otras instituciones, tanto sociales como políticas, y era un punto de partida útil para conocer el proceso

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