Moral Práctica

Para Durkheim, el acto moral es algo fundamental en toda sociedad, es por esta razón que para precisar en el tema, éste tiene su punto de inicio dividiendo la realidad en dos dimensiones; una dominada por reglas morales y la otra por reglas utilitarias. Las reglas morales tienen como características el ser imperativas (se imponen de tal forma que algunas conductas se entienden como un deber inexcusables), las cuales son obligatorias y su cumplimiento es recompensado y su infracción es castigada. Por el contrario, las reglas utilitarias, bajo la influencia de sentimientos generosos, produce nuestro espíritu a través de la acción social.

Es importante mencionar que para Durkheim el valor fundamental de la educación, vista en forma general, radica en la tarea socializadora que permite la cohesión de la sociedad, más que en sus posibilidades de cambio social. Lo importante no es lograr la aceptación superficial de las normas, sino que los estudiantes deben aceptarlas por convicción no por imposición.

Los puntos de vista del autor sirven como punto de partida para todo análisis de la dinámica escolar de nuestros días, ya que reviste un reto importante con relación a la formación moral de los estudiantes, la disciplina, el comportamiento de los maestros y la base de los valores de una sociedad.

Durkheim fue el primer sociólogo que interpreta la educación como una cosa inminentemente social, la cual podía ser estudiada por la sociología y al mismo tiempo hacer posible la sociología de la educación. Con sus trabajos se abren las posibilidades de consideraciones sociales en el ámbito educativo, al dejar entre visto a una pedagogía eminentemente influida por la sociología. Los diversos estudios comparativos de carácter histórico sirvieron para establecer las relaciones entre los cambios de las estructuras sociales con los sistemas educativos. Según éste, se debe estudiar la educación en los diversos contextos en que pueda llevarse a cabo y las modificaciones que pueda sufrir en sus relaciones con la sociedad, ya que su dinámica social se ve influenciada por sus funciones, su estructura, las aspiraciones.

Para Durkheim, la tarea fundamental de la escuela y el maestro, es lograr una cohesión mediante la adquisición de una consciencia social, poniendo en práctica una moral colectiva que se impone al individuo y determina sus acciones. Según éste, una sociedad sin normas claras y definidas entra en estado de anomia que la conduce a la desintegración.

Cuando el autor se refiere a la función de los educadores y la misión de la escuela, nos dice que la educación debe ser una acción de autoridad, basada en términos puramente laicos de la moral, y no en el temor a los castigos. Durkheim creía fehacientemente en que es posible y necesario enseñar a los niños la moral sin recurrir a una religión determinada o un tipo de teología racional, ya que encontraba que éstas no son asequibles a los niños.

Lo que caracteriza a los hechos morales, es el valor trascendente que los individuos le otorgan en relación con otras cosas. Toda la vida moral del hombre es dirigida por un cierto número de reglas, principios, acciones que nos regulan y nos dicen cómo debemos actuar en diferentes circunstancias. Sin embargo, la existencia de estas reglas que determinan la acción no tiene nada de novedoso ni particular en la vida moral, ya que no hay profesión en donde no haya reglas que observar.

Un acto moral requiere de la adquisición de hábitos y normas que se convierten en profundas fuerzas interiores que regulan el comportamiento, es por esto que para la concepción Durkheimiana, la disciplina sea el primer elemento de moralidad. Pero, es necesario que no haya un cierto temor a los castigos o un deseo de beneficio personal.

“la conciencia moral siempre ha sido unánime en este punto: no sería moral el acto si nosotros lo realizáramos para evitar las consecuencias punibles o para buscar resultados agradables” (1)

También es necesario cumplir con el deber, el cual no es meramente un conjunto de principios imperativos, a los que se debe obedecer porque simplemente es lo que se ordena. Si la moral tuviera este carácter, lo más probable es que no sería viable su práctica. El deber se debe cumplir de manera que éste nos resulte motivador, deseoso, bueno. “Esto es lo que ha sentido la opinión común, cuando nos dice que en la moral hay dos ideas, la idea de deber y la idea de bien.” (2) En el fondo, se trata de una moral que no es solamente un sistemas de reglas, sino que el acto moral es bueno y se puede amar, y cuando se realizan hay un sacrificio. Es por esto que se debe inculcar

...