Mundo Peruano Date Un Chance

MUNDO PERUANO: DATE UN CHANCE

Mg. Marcela Ocampo Lazo

Dice la canción: “Tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz”. Preguntó: Podemos ser felices una parte de los peruanos digamos de esta noble y maltratada ciudad de Chiclayo. Para empezar: Cuando muy seguido, algún hijo de vecina, deja sacos de basura en tu vereda al mediodía y no espera que pase en la hora indicada por su casa el carro recogedor de la misma?, que alarde de orgullo siento por esa acción. Es pretencioso que el personal que a diario debe barrer tu calle, ojo solo el pavimento eh. No, tu vereda esa, la tienes que barrer tú, ellos solo la pista y fingen recoger papeles y demás desechos que nuestros cultos conciudadanos tiran por doquier. Le increpas que barra bien, pues deja residuos al azar y entran a tu patio frontal porque no se barrió bien la calle y tu casa parece un basurero. Este obrero derrame como la Flor de la canela- símbolo de la canción criolla-sus lisuras por lo que dices y encima tienes que escucharlo?, Otro día te evitas el mal rato. Que pasen corriendo tocando el timbre de tu casa a las dos de la mañana? Obvio te quitaron el sueño. Que observes botar un palo de anticucho, un papel, envolturas de galletas o chocolates, propaganda, cascaras de fruta, y al ver eso les digas a los incultos:” Hey no ensucies tu ciudad, por favor”. Te den como respuesta una risa burlona con un agravio. Como que te crees el alcalde, eres supervisora, te pagan por fastidiarnos acaso!!! Hay muchos infames ejemplos de esto. Y cuanta impotencia da ver esta calidad de personas que conviven alrededor nuestro y lo malo tener que soportarlos, no dan la menor señal de cambio. Ni modo que viajen a otra galaxia o pienso y quiero creer que tal vez en otro mundo igual a ellos estén satisfechos y felices.

Hay tantas cosas que debemos corregir señoras y señores, adolescentes, jóvenes y niños, y donde aprenderlas, la escuela no enseña valores, te educa para enfrentar la vida practica, decimos millones de veces los valores vienen de casa allí nacen, se aprenden, se refuerzan, luego se practican ante los demás. Tiempo atrás una maestra de secundaria nos decía: Ustedes son aquí en el aula, el fiel reflejo de lo que son en sus hogares. Por ello, dio un ejemplo: Si el aula esta sucia, llena de papeles o demás habiendo un bote donde echarla, ustedes viven así y es una lástima darme cuenta como son en realidad, entonces compórtense como lo harían en sus domicilios pues aquí pasarán gran parte del día (estudiábamos de 7.30 de la mañana a 2.30 de la tarde). Tenía mucha razón, los comportamientos aprehendidos en casa se manifiestan día a día, en cada acción y reacción, se aprende lo bueno y lo malo conforme pasas por la vida o simplemente sí esta pasa por encima de ti.

Es difícil reeducar a un adulto, por ello eduquemos en casa primero al niño, si ese niño

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