NIF B-10 RECONOCIMIENTO DE LOS EFECTOS DE LA INFLACIÓN EN LOS ESTADOS FINANCIEROS

¿POR QUÉ SURGIÓ LA NECESIDAD DE CREAR UNA NORMA DE INFORMACIÓN FINANCIERA QUE RECONOCIERA LOS EFECTOS DE LA INFLACIÓN?

Primeramente, es necesario definir la inflación como tal, el autor Alejandro Indacochea C., autor del libro Finanzas e inflación, la define como: “El aumento continuado y sostenido en el nivel general de los precios de los bienes y servicios de una economía. Sin embargo, en sentido estricto, el alza de precios es la consecuencia de la inflación, y no la inflación misma.

La inflación es el aumento circulante (cantidad de dinero que maneja el país sin un crecimiento correspondiente de bienes y servicios”.

Hasta 1970 la economía Mexicana tenía datos positivos. Solo durante el sexenio de Manuel Ávila Camacho hubo inflación mayor a un 100%, aunque hay que considerar que fue un periodo de guerra. Por lo tanto, es a partir del gobierno de Luis Echeverría cuando la economía se vuelve inestable (inflación sin control, devaluaciones mayores al 100% y pérdida del poder adquisitivo).

El fenómeno inflacionario que afectó a México a finales de los años setenta, ocasionó que los datos contenidos en los estados financieros preparados sobre la base del costo histórico perdieran significación para sus usuarios; por ello, la Comisión de Principios de Contabilidad del Instituto Mexicano de Contadores Públicos se dio a la tarea de realizar una serie de propuestas desde 1979, a través del Boletín B-7, "Revelación de los efectos de la inflación en la información financiera", referente a que los datos contenidos en los estados financieros permitieran reconocer tales efectos y que la información presentada mantuviera sus características de utilidad y confiabilidad.

Debido a que a partir del año 2000 se registraron en nuestro país niveles de inflación de un solo dígito, se analizó la vigencia de dicho boletín y la reestructuración del mismo.

El CINIF considera que puede darse el caso en que en determinados periodos contables el nivel de inflación sea bajo, y por lo tanto sea irrelevante su reconocimiento contable.

Por lo tanto, se concluyó, que lo conveniente era mantener una norma relativa al reconocimiento de los efectos de la inflación. Sin embargo, se hicieron algunos cambios en relación con el anterior Boletín B-10 para adecuarlo a las circunstancias actuales.

Los estados financieros en los cuales se deben hacer el reconocimiento de los efectos de la inflación son los básicos (Balance General, Estado de Resultados, Estado de variaciones en el capital contable, Estado de Cambios en la situación Financiera).

Para saber cuando es pertinente recurrir a las disposiciones de esta norma primero debemos definir lo qué es un “entorno económico”, de acuerdo a la Norma de Información Financiera B-10, lo define como:

Entorno económico: es el ambiente económico en el que opera una empresa, el cual, en determinado momento, puede ser:

Inflacionario: cuando los niveles de inflación provocan que la moneda local se deprecie de manera importante en su poder adquisitivo, y en el presente, puede dejarse de considerar como referente para liquidar transacciones económicas ocurridas en el pasado; además, el impacto de dicha inflación incide en el corto plazo en los indicadores económicos, tales como tipo de cambio, tasas de interés salarios y precios. Para efectos de esta norma se considera que el entorno es inflacionario cuando la inflación acumulada de los tres ejercicios anuales anteriores es igual o superior que el 26% (promedio anual de 8%) y, además, de acuerdo con los pronósticos económicos de los organismos oficiales, se espera una tendencia

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