NUTRICION
lgaroj18 de Marzo de 2015
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Objetivo:
Se elaborara una línea cronológica con características de la dieta saludable en las diferentes etapas de la vida para después elaborar un cálculo dietético y menú semanal correspondiente al año escolar asignado.
Se pensara en una estrategia, la cual ayude a la promoción de una dieta saludable para una población específica.
Procedimiento:
- Se buscaran los requerimientos que se necesitan en las diferentes etapas de la vida
- Se elaborara una línea del tiempo en donde se puedan observar los requerimientos
- Se elaboraran cálculos dietéticos para estas etapas
- Se elaborara una estrategia en la cual se promocione una dieta saludable
Resultados:
Las recomendaciones específicas de una dieta saludable varían en función de la edad y el estado fisiológico (embarazo o lactancia). Esto se refleja más, cuando comparamos la dieta saludable de un recién nacido y la de un adulto.
En cuanto a las diferencias particulares de las dietas saludables, éstas se deben a que la alimentación persigue objetivos diferentes en función de la edad y estado fisiológico de un individuo. De esta manera, para alcanzar un objetivo definido se buscan las opciones alimentarias y otros lineamientos que contribuyan mayoritariamente a su obtención. Volviendo al ejemplo con el recién nacido, evidentemente la leche materna permite alcanzar los objetivos alimentarios de este grupo etario, mientras que este mismo alimento no permite que el adulto obtenga sus objetivos alimentarios particulares.
Lactancia y ablactación
Requerimientos:
Vitaminas- D, E, K, B1, B2, B3,
B12, B9, C, B5
Minerales- Ca, Cu Cr, P, F, Fe, Mg
Se.
Requerimientos:
Vitaminas- D, E, K, B1, B2, B3,
B12, B9, C, B5
Minerales- Ca, Cu Cr, P, F, Fe, Mg
Se, Zn.
Infancia
Requerimiento:
Vitaminas- A, D, E, K, B1, B2, B3,
B12, B9, C, B5
Minerales- Ca, Cu Cr, P, F, Fe, Mg
Se, I, Zn.
Niñez
Requerimientos:
Vitaminas- A, D, E, K, B1, B2, B3,
B12, B9, C, B5
Minerales- Ca, Cu Cr, P, F, Fe, Mg
Se, I, Zn.
Adolescencia y juventud
Requerimientos:
Vitaminas- A, D, E, K, B1, B2, B3,
B12, B9, C, B5
Minerales- Ca, Cu Cr, P, F, Fe, Mg
Se, I, Zn.
Adultez 30-60
Recomendaciones:
Vitaminas- A, D, E, K, B1, B2, B3,
B12, B9, C, B
Minerales- Ca, Cu Cr, P, F, Fe, Mg
Se, I, Zn
Vejez
Requerimientos:
Vitaminas- A, D, E, K, B1, B2, B3,
B12, B9, C, B
Minerales- Ca, Cu Cr, P, F, Fe, Mg
Se, I, Zn
Lactancia y ablactación:
¿Qué necesidades nutricionales tengo a esta edad?
Las necesidades calóricas de la madre aumentan de manera notable, hasta 500 Kcal/día, especialmente destinadas a la recuperación y la producción de la leche materna. La etapa de lactante corresponde al primer año de vida del niño y en función de sus necesidades nutricionales, se puede dividir en dos subetapas. La primera va desde el momento del nacimiento hasta los 4 ó 5 meses de edad, en la cual se alimenta al bebé exclusivamente con leche de origen materno (lactación natural) o bien con una fórmula láctea (lactación artificial). La segunda abarca desde los 4 ó 5 meses hasta el año de vida. Durante esta subetapa, al lactante se le introducen progresivamente nuevos alimentos
¿Qué alimentos debería consumir más y cuáles se deberían restringir, a esta edad?
1. Energía Como se ha comentado anteriormente, el lactante tiene una demanda energética superior (100-115 kcal/kg/día) a la del adulto (30-35 kcal/kg/día). Para cubrir estas necesidades energética, la leche materna le aporta un alto contenido en grasa (38%), entre un 48% y 54% de carbohidratos, y un 8% de proteínas. La lactancia artificial debe mantener las mismas proporciones de nutrientes. Conforme el lactante va creciendo y evolucionando, se van introduciendo nuevos alimentos que complementan sus requerimientos nutricionales, siendo los requerimientos similares a los (45-60% de carbohidratos, 20-35% de lípidos y entre el 10% y 15% de proteínas.
2. Proteínas Las proteínas suponen entre el 10-12% de la ingesta de energía, proporcionando al niño el nitrógeno necesario par renovar y sintetizar los diferentes aminoácidos o proteínas de su organismo. Durante toda la etapa de la lactancia, los requerimientos de proteínas se aproximan a 1,5 g/kg de peso/día, teniendo en cuenta que la calidad de la proteína que se ingiere durante la primera subetapa de lactancia materna es máxima y que durante la segunda subetapas, se introducen proteínas de menor calidad procedentes de la alimentación complementaria. Aunque las necesidades de proteínas en el lactante son elevadas, si se sobrepasan los niveles requeridos, el niño podría sufrir problemas metabólicos que afectarían al funcionamiento hepático y renal. Este tipo de problemas no se presentan en neonatos, ya que toman leche materna o de formula -siempre que esté bien preparado el biberón-. Sin embargo en niños que ingieren leche de vaca u otros animales, se podrían presentar las disfunciones mencionadas anteriormente, ya que la leche de vaca contiene una proporción proteica cuatro veces superior a la materna. Además, la leche de la vaca contiene un 80% de caseína, frente al 20% que presenta la materna. También se observan diferencias en cuanto al perfil de otras proteínas como la seroalbúmina, lactoferrina e inmunogobulina A, que alcanzan una concentración del 95% en leche materna y solo un 20% en la de vaca. Por esta razón, al preparar la leche de fórmula se reduce la cantidad y el tipo de proteína, para que sea lo más similar posible a la leche materna.
3. Lípidos Hasta los 4-5 meses de vida, el lactante requiere que entre el 50-55% del aporte energético sea de origen lipídico, descendiendo a partir de entonces hasta el 40%. La leche materna y la de fórmula contienen entre el 48-54% de grasa. Como ya se ha comentado anteriormente, el lactante presenta un déficit de lipasa pancreática y sales biliares, pero la lipasa presente en la saliva, intestino y la que contiene la propia leche, permite que el niño pueda hacer la digestión de la grasa de forma adecuada. Respecto al perfil lipídico, la leche materna contiene menor cantidad de ácidos grasos saturados y mayor de insaturados que la leche de vaca, sobre todo de ácido oleico (entre el 35-40% del total). Además, proporciona ácidos grasos esenciales -araquidónico, docosahexanoico y dihomogammalinolénico-, que no pueden ser sintetizados por el neonato. Estos ácidos grasos intervienen en la maduración del sistema nervioso y la retina. En este sentido, en las formulas infantiles se intenta adecuar el perfil lipídico al que presenta la leche materna.
4. Carbohidratos En los cuatro primeros meses de vida el aporte de carbohidratos debe representar entre un 32-48% de la ingesta, aumentando paulatinamente hasta llegar al 55-60%. La leche materna aporta alrededor de un 38% de energía en forma de carbohidratos (mayoritariamente lactosa), frente al 27% que contiene la de vaca. Recordemos que el lactante exhibe un déficit de amilasa al nacer, teniendo en consecuencia una limitación para digerir almidones. En ese sentido, las formulas infantiles no deberían contener almidón, e incorporar lactosa como carbohidrato principal emulando así la leche materna. También pueden contener otros azucares como glucosa y dextromaltosa, que se digiere en el intestino.
5. Vitaminas y minerales Al igual que ocurre con otros nutrientes esenciales, el lactante requiere mayor cantidad de vitaminas y minerales por kg/día que el resto de su vida. La leche materna presenta diferencias importantes en micronutrientes con respecto a la de vaca. Por ejemplo, la absorción de hierro y calcio es del 75% y 70%, respectivamente cuando se ingiere leche materna, descendiendo hasta el 30% y 20% cuando provienen de leche de vaca. En este sentido, el lactante tendrá un mejor aporte de vitaminas y minerales cuando se alimenta con leche materna. Así, leche de fórmula contendrá mayores niveles de estos nutrientes en su composición.
6. AguaLos requerimientos de agua en el neonato serán altos por diversas razones:
- El
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