Niños

Educados para detener nuestros movimientos

El desarrollo de las personas durante la historia, ha demostrado que es un ser dependiente de sus congéneres. Desde su nacimiento vive bajo la responsabilidad de alguien más, y en sus etapas futuras, crece y obtiene responsabilidad en la vida de otro u otros seres símiles a él. Este ciclo, pilar de la supervivencia de la especie humana, no se detiene, pero, sí se impregna de su progreso.

Las maneras, en que los seres humanos crean sus vínculos han cambiado. Y es necesario hacer mención de los medios tecnológicos en la vida actual de los seres humanos. Se ha permeado tanto la cotidianidad del uso de las herramientas tecnológicas, que resultan imprescindibles para todo tipo de acciones hoy en día. Desde lazos familiares fortalecidos, investigaciones científicas, la proliferación e intercambio cultural (nacional e internacional), el academicismo, etc., todo se ha visto beneficiado por el uso de las herramientas tecnológicas.

Cada nuevo descubrimiento o avance, tendrá como resultado un impacto en las relaciones actuales del mundo. El internet no es la excepción, si no quizá el mayor ejemplo de cómo, a través de una nueva dimensión de la realidad, la necesidad de crecer en compañía no ha abandonado a las personas. Las comunidades virtuales son algo más que un nuevo “trending topic”, sino una parte de la realidad actual que influye directamente en todos y que al parecer han llegado para quedarse. Evolucionando todo el tiempo a un ritmo desenfrenado.

En cambio los procesos del cuerpo humano siguen siendo progresivos y lentos. Últimamente los descubrimientos de la ciencia han buscado enfrentar las diversas debilidades congénitas de su organismo, las mismas que lo han agobiado durante años, las mismas continúan siendo indescifrables. Y a las cuales no se prevé una pronta cura, o al menos no una al alcance de todos.

En ocasiones nuestra raza es muy contradictoria, pues mientras mantiene sus deseos de poseer un sistema de vida cómodo, o sin problemáticas, se embarga en ellas todo el tiempo. Sus nuevos descubrimientos tienen un costo. En ocasiones uno que no está dispuesto a cubrir, después de haberlo adquirido.

Un ambiente dañado propiciará, seres con grandes dificultades en su día a día. El medio que nos rodea influye de manera directa en nuestro proceder. Vivimos en un medio que pierde la curiosidad a lo biológico. Que le resta importancia.

Las tendencias mundiales siempre han sido guiadas por grupos de personas con poder o medios de gran alcance, aún y cuando las personas que se ven involucradas no lo sepan. Las grandes opciones recreacionales que ofrece la sociedad actual, las más concurridas opciones de ayuda, los grandes mandos políticos y sociales, todos sin excepción son influidas por el espectro de los medios masivos de comunicación, las nuevas herramientas tecnológicas, pero sobre todo, por quienes las manejan,  crean y distribuyen globalmente.

En muchas de las ocasiones son estos mismos dirigentes quienes dejan de lado las necesidades básicas reales de sus consumidores, para implantarles la idea de necesidades ficticias. Olvidando poco a poco, cosas tan primordiales como lo es un alimento desarrollado de manera natural, pues es mucho más rentable la producción en masa de productos inyectados de fertilizantes, o abonos que acelerarán sus procesos de crecimiento, proveyéndonos con más rapidez, las demandas que el mercado tiene. Satisfaciendo un nuevo tipo de necesidad. Dejando atrás las más esenciales.

Hoy en día se priorizan situaciones de índole virtual. Nos hemos alejado de la fiscalidad para adentrarnos a dimensiones no palpables. Pero las necesidades que poseemos desde los tiempos de las cavernas no han desaparecido, muy al contrario ahora se encuentran poco satisfechas. Aumentamos la disponibilidad de medios electrónicos para la población, pero decrecemos de manera violenta nuestros índices de vital y calidad de vida.

El precio que pagamos por el uso constante de medios electrónicos, va más allá de lo reflejado en las cuentas bancarias de los ciudadanos. Pues bastaría con dar un vistazo a las cifras actuales de salud en México, para darnos cuenta que el sedentarismo creciente a partir de estas herramientas, ponen en riesgo algo más que la economía de los hogares mexicanos. “Encontramos que existen 8,599,374 diabéticos por SPyO, de los cuales 48% están diagnosticados y reciben tratamiento y 49% no han sido diagnosticados. Además, anualmente mueren 59,083 personas a causa de dicho padecimiento, de las cuales 45% se encuentran en edad productiva.” Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO A.C. 2015).

Cabe resaltar que incluso en las escuelas, donde la educación debe de ser la prioridad, se ha involucrado el uso de herramientas como celulares, o cámaras fotográficas hasta el punto en el que los alumnos o maestro, se centran en actividades que las involucran fuera de las sesiones de clase. Se pierde la atención en los procesos de aprendizaje, por mantener el contacto con la vida en redes sociales.

Esto es aún más grave cuando se involucran materias como lo son Educación Física. Cómo aprender acerca de la motricidad, el cuerpo humano, o la pertenencia a una sociedad palmaria, cuando los participantes se centran en otra realidad. Es una problemática creciente que tiene que ser confrontada.

Todos los beneficios que podemos obtener de estas redes son enormes, nos hemos visto inmersos en su uso de manera cotidiana, desde hace ya varios años. Y aunque sea gradual, la cobertura de estos medios, avanza con una rapidez creciente todo el tiempo. Es menester de los sistemas educativos aprovechar estas nuevas posibilidades, pues dentro de ellas encuentra la virtud del crecimiento autónomo. A la vez que de manera implícita, las instituciones se están viendo obligadas a formar parte de estos avances, pues en una sociedad que avanza de manera eufórica, detenerse es ser arrollada.

Maestros, alumnos, especialistas, y aquellos que no lo son, hoy todos forman parte de estas comunidades, por necesidad o sólo por recreación y esparcimiento. El deber de la educación siempre ha sido adaptarse al medio y crear seres competentes dentro del mismo. Hoy, eso implica desarrollarse dentro de las redes, para obtener de ellas un uso adecuado y benéfico para todos,

El progreso es un instinto que forma parte del humano, y como tal busca alimentarlo todo el tiempo. Desarrolla medios, por los cuales puede expandir sus límites. En ocasiones acusándose a sí mismo de un desapego a la realidad, pero, quizá de manera inconsciente, siempre procurando avanzar con su prójimo.

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