Nutricion Animal

Estrategias nutricionales para aumentar el bienestar animal

Según publica la FAO en su página web, en los sistemas extensivos de producción, el principal reto identificado a este respecto es el suministro de nutrientes adecuados durante todo el año, a pesar de las variaciones climáticas. En los sistemas de producción de cultivos mixtos, el desafío es integrar mejor la gestión de los nutrientes procedentes de los cultivos o de las empresas de producción animal dentro del sistema, para ser relativamente autosuficientes y reducir la dependencia de insumos externos. En los sistemas de producción intensivos, los genotipos altamente especializados y los enfoques de la formulación de las dietas, y la gran escala de operación, significa que el bienestar nutricional de los animales es el más protegido cuando expertos en nutrición están involucrados en la formulación de dietas.

La alimentación para mantener altos niveles de producción puede dar lugar a trastornos metabólicos en los rumiantes, mientras que los animales monogástricos que se someten a una restricción para optimizar la salud y la producción pueden sufrir de hambre crónica.

En rumiantes, la evaluación del bienestar se podría mejorar con el desarrollo de medidas de bienestar más integradas y más fuertes. Prevenir comportamientos indeseables requiere que se formen grupos adecuados y un diseño de las instalaciones. El mantenimiento de un apropiado equilibrio de nutrientes implica evitar excesiva movilización de reservas corporales para la alta producción, lo que previene la acidosis ruminal gracias a una adecuada formulación de la dieta y ofreciendo suplementos minerales y proteicos para solucionar los desequilibrios en sistemas extensivos. Una correcta nutrición puede reducir las infecciones, ya que aumenta la integridad del tejido celular y optimiza los mecanismos de defensa del sistema inmunitario. Además, los problemas de toxicidad asociados con la ingestión de forraje puede reducirse mediante una mejor gestión de las tierras de pastoreo, entrenamiento de los animales para evitar las plantas venenosas y el uso de medicamentos en los suplementos para contrarrestar sus efectos negativos. El control parasitario puede facilitarse mediante la correcta nutrición del hospedador, particularmente mediante la adecuada proteína metabolizable y el uso regular de antiparasitarios. Para reducir la morbilidad y la mortalidad en los animales jóvenes, la provisión adecuada de calostro al nacer y un abastecimiento adecuado de sustitutos de leche hasta la edad de destete es esencial para garantizar la protección inmunológica adecuada.

En los animales monogástricos el reto principal es tratar con el hambre crónica, que puede estar relacionada con la ausencia de suficiente alimento en los sistemas de subsistencia, con la restricción intencionada de piensos en sistemas intensivos y con desequilibrios entre la

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