Nutrición En El Individuo Sana
Enviado por • 5 de Mayo de 2013 • 2.302 Palabras (10 Páginas) • 358 Visitas
NUTRICIÓN DEL INDIVIDUO SANO
Lactancia materna
El recién nacido no nace sabiendo mamar, nace con capacidad para aprender a mamar, y desarrolla esta capacidad cuando se le facilita la experiencia en las primeras 48 horas de vida.
El éxito de la lactancia depende:
Una buena predisposición y convencimiento por parte de la madre.
Un entorno familiar, social y laboral facilitador.
La succión del recién nacido que estimula la secreción y la adecuada alimentación de la madre, para poder garantizar el volumen y la calidad de la leche que satisfaga las necesidades del bebé.
La leche materna pasa por las siguientes etapas:
Calostro: Es la primera segregación, un fluido amarillento y algo cremoso que se produce durante los 3 ó 5 días después del parto. Contiene más proteínas, vitaminas liposolubles y minerales que la leche madura, y es particularmente rico en inmunoglobulinas
Leche de transición: Es más acuosa, de un color blanco azulado y reemplaza al calostro. Contiene mayores niveles de grasa, lactosa, vitaminas hidrosolubles y calorías que el calostro, acercándose en su composición a la leche madura.
Introducción de los nuevos alimentos uno por uno
Los cereales. Se introducirán alrededor de los 5-6 meses y nunca antes de los cuatro. Primero serán sin gluten para evitar sensibilizaciones e intolerancias a esta proteína.
Los cereales contribuyen al aporte energético, son fuente de proteínas, minerales, vitaminas (tiamina especialmente), ácidos grasos esenciales e hidratos de carbono de absorción lenta, por lo que permite espaciar más las tomas.
Las frutas. Se empezará a partir de los 5 meses con zumo de frutas, y más adelante con una papilla de frutas por su aporte vitamínico, nunca sustituyendo a una toma de leche, sino complementándola. Se deben emplear frutas variadas (manzana, pera, plátano)
Las verduras: Se irán introduciendo a partir de los 6 meses por su aporte de sales minerales.
Por ello, al principio solo serán, las papas, chayote, zanahoria, calabaza.
Carnes: Preferiblemente las menos grasas, empezando por el pollo y nunca antes de los seis meses. Mesclada con verduras , Aportan proteínas de alto valor biológico, lípidos, hierro, zinc y ciertas vitaminas.
Pescados: Nunca comenzar antes de los 9 meses debido a su mayor capacidad de provocar alergia, y si el bebé tiene antecedentes familiares de alergia, incluso hasta pasando el año de edad. A partir de esta edad, el pescado puede sustituir a algunas tomas de la carne.
Es conveniente empezar por pescados blancos
NUTRICION DEL PRESCOLAR
ALIMENTACION DEL NIÑO MAYOR
1. Crecimiento y Desarrollo
El peso de nacimiento se triplica al cumplirse un año de vida pero no se cuadruplica hasta los 2 años. La talla al nacer sufre un incremento del 50% durante el primer año pero se duplica recién a los 4 años. El ritmo de crecimiento disminuye notablemente durante la edad preescolar. En consecuencia los requerimientos de energía y nutrientes se reducen y esto lleva a la disminución del apetito. La alimentación del niño se vuelve irregular e impredecible.
Por lo general los padres manifiestan confusión y preocupación ante esta situación y suelen preguntar al médico que hacer frente a niños que se resisten a tomar una dieta variada, que aparentemente consumen muy poca carne y vegetales, que se distraen a la hora de comer o que solo les interesan las golosinas. Anticiparse a estos problemas educando a los padres es la clave para el manejo adecuado. Los niños aprenden a alimentarse solos durante su segundo año de vida. Alrededor de los 16 meses desarrollan la rotación de la muñeca, lo que les permite manejar los cubiertos con la suficiente destreza como para no derramar todo en el camino entre el plato y la boca. A pesar de su nueva habilidad muchos niños menores de dos años prefieren usar sus dedos para comer. A los 18 meses pueden beber de una taza y a medida que crecen la habilidad manual se sofistica al punto de poder limpiarse con una servilleta, verter líquidos a un vaso o taza, mezclar los alimentos con una cuchara, pelar algunas frutas y cortar empleando cubiertos.
Los padres deben estimular estos hábitos de auto alimentación y tener en cuenta que la disminución del apetito en la etapa pre escolar es normal y fisiológica. La vigilancia continua del crecimiento y desarrollo es la mejor guía de una correcta alimentación en este periodo.
2. Requerimientos de Energía y Nutrientes
Los requerimientos de energía son muy variables en los niños y dependen de la edad, masa corporal, grado de actividad, metabolismo basal y tasa de crecimiento. Por lo general los requerimientos de otros nutrientes estan en función de la energía que se consume. Por ejemplo, la proteína es aprovechada para la formación de tejidos solo cuando la cantidad de calorías consumida es suficiente como para evitar que sea utilizada como fuente de energía. En forma similar, los requerimientos de vitaminas están en función de la ingesta de energía.
Después de los primeros 4 años los requerimientos de energía, expresados sobre la base del peso corporal, caen progresivamente hasta llegar a 40 kcal/kg./día al llegar a la pubertad. Los requerimientos diarios de energía pueden calcularse añadiendo 100 kcal por año a una base de 1000 kcal para el primer año de edad. Un crecimiento adecuado es un excelente indicador de la adecuación de la ingesta de energía para la mayoría de niños sanos..
El apetito no es tan útil debido a que es muy variable y esta influenciado por la densidad energética de la dieta. En general hay que señalar que los requerimientos de energía de los niños varían grandemente y son influenciados además por el estado de salud y de nutrición de los individuos.
3. Suplementos de Vitaminas y Minerales
Los padres con frecuencia se preguntan si sus niños deben recibir suplementos vitamínicos. Otros administran rutinariamente estos suplementos sin recomendación médica. Si bien varios estudios y encuestas nutricionales recientes han confirmado que en nuestro país la deficiencia de hierro y vitamina A son problemas que afectan aun número muy grande de niños, por lo general los individuos que reciben suplementos son los que menos los necesitan.
No se necesita una suplementación rutinaria para un niño que esta creciendo normalmente, se encuentra saludable y consume una dieta variada Algunos niños en riesgo nutricional que teóricamente pueden beneficiar de un suplemento vitamínico son:
• Niños de familias pobres que no llegan a cubrir sus requerimientos energéticos. Para fines prácticos estas familias tampoco estan en condiciones de adquirir suplementos vitamínicos. La suplementación con vitamina a poblaciones en riesgo ha demostrado que reduce la mortalidad infantil. La fortificación con hierro de alimentos de consumo popular también es muy útil en reducir la anemia por deficiencia de hierro. Por supuesto estos programas deben financiarse con recursos estatales o de agencias cooperantes.
• Niños con enfermedades crónicas: enfermedades hepáticas, fibrosis quística, enfermedad inflamatoria intestinal, tuberculosis, etc.
• Niños en algún programa de control de la obesidad
• Niños que consumen una dieta vegetariana que restringe el consumo de alimentos lácteos.
Si los padres desean dar sus niños un suplemento se puede ofrecer sin peligro un multivitamínico pediátrico estándar, que no sobrepase las recomendaciones diarias. Se deben evitar las mega dosis advirtiendo a los padres de sus posibles efectos tóxicos, especialmente de las vitaminas liposolubles.
La presentación de algunas vitaminas de uso pediátrico es muy atractiva para los niños, quienes pueden confundirlas con golosinas. Como con cualquier medicamento hay que dejar estos productos lejos del alcance de los niños.
Alimentación del Niño Nutriente de Uno y Cinco Años
La queja más frecuente en la consulta ambulatoria pediátrica es la "perdida de apetito". Los pediatras con frecuencia escuchamos la historia del niño con buen apetito hasta el año de edad que gradualmente se va poniendo "difícil" para comer. Se comienza a rechazar las comidas favoritas y cada vez es más difícil encontrar un alimento que atraiga al niño. Estos periodos de inapetencia pueden durar desde pocos días hasta pocos años. Con la adquisición de habilidades motoras y el lenguaje los niños se distraen mas fácilmente a la hora de comer. Este comportamiento es normal y debe considerarse como parte del desarrollo.
Carbohidratos: Fuente de energía para el crecimiento, el mantenimiento de la actividad física y mental.
Fibra: Produce heces abundantes y blandas, combate el extrañamiento y enfermedades gastrointestinales.
Vitaminas: regulan los procesos químicos del cuerpo y ayudan a convertir las grasas en energía.
Grasas: Proporcionan energía.
Proteínas: Son la materia prima de las células y tejido y producen hormonas y otras sustancias químicas activas.
Los niños no pueden escoger una dieta bien balanceada y en cantidad adecuada. Dependen de los adultos para conseguir los nutrientes suficientes para su correcta alimentación. La ingesta puede variar significativamente entre una comida y otra pero el consumo total durante el día permanece relativamente constante. Los padres pueden sentirse frustrados por lo impredecible del comportamiento de sus niños con relación a la alimentación y pensar que no están comiendo lo suficiente. Pueden reaccionar con controles rígidos, sobornos, peleas o apelar a dar cualquier alimento en cualquier momento con tal de que el niño coma algo. Una estrategia más razonable es la división de las responsabilidades: los padres proporcionan alimentos saludables y nutritivos en un horario regular y los niños deciden cuanto comer. Hay que recordar que aunque irregular, el consumo diario se mantiene constante por lo que sí un niño decide no comer a determinada hora, lo hará posteriormente así es que no hay motivo para angustiarse ni convertir la mesa en un campo de batalla.
Alimentación del Niño en Edad Escolar
El crecimiento sostenido durante la edad escolar se acompaña de un incremento en la ingesta de alimentos. Los niños y jóvenes comen menos veces al día, pero todavía son frecuentes los refrigerios. Algunos escolares no toman desayuno debido a presiones de horario o dificultades económicas en la familia. Estos niños tienen un consumo de energía menor y una ingesta de nutrientes más baja que los que toman desayuno lo que a su vez puede repercutir en su estado de salud y nutrición y en el rendimiento escolar.
El censo de talla escolar realizado en 1993 permitió determinar la magnitud del retardo de crecimiento en niños de 6 a 9 años. Se encontró que 48% de los escolares presentaban una talla corta para su edad, siendo mayor el problema en áreas rurales (64%) y en escuelas públicas (85%). Para tratar de paliar este problema en nuestro país se ha implementado un programa de desayunos escolares que alcanza una cobertura importante.
Sin embargo hay que señalar que el retardo de crecimiento en los escolares es resultado de un proceso acumulativo que se instala desde muy temprano (generalmente a partir de los 6 meses de vida) y que consiste en un consumo deficiente y marginal de nutrientes acompañado de tasas elevadas de morbilidad por infecciones comunes en la infancia. Estos factores, en forma conjunta, limitan el potencial de crecimiento físico, intelectual y psicosocial. Queda claro que las intervenciones destinadas a reducir el retardo de crecimiento deben priorizar la atención del niño menor de dos años.
A medida que el niño crece, los medios de comunicación y los amigos van teniendo mayor influencia en los patrones de alimentación. En grandes ciudades un niño en edad escolar se expone diariamente a una fuerte publicidad de productos alimenticios procesados, la mayoría de los cuales tienen un alto contenido de grasa, azúcar y sal. El personal de salud debe estar alerta para promover mensajes que conduzcan a prácticas saludables de alimentación.
La dieta debe ser variada con unas cantidades adecuadas (menos que los adultos). Las necesidades energéticas de un niño entre 6 y 12 años oscilan en las 2.000-2.200 kcal/dia. Varían en función de la actividad física del niño.
Se recomienda el agua como bebida principal. El escolar debe tomar alrededor de un litro y medio a dos litros de agua al día. Se debe limitar el consumo de bebidas endulzadas, zumos envasados y bebidas carbonatadas ya que no alimentan y tienen un alto contenido en azúcar.
Las bebidas de cola no son aconsejables en menores de 14 años.
NUTRICION EN EL ANCIANO
Las necesidades energéticas en la tercera edad disminuyen considerablemente, a razón de un 10% por cada década a partir de los 60 años. Esto se debe a la pérdida de masa muscular y a la disminución de la actividad física.
• Proteínas:
Las necesidades proteicas constituyen el 10-20% de las calorías totales en la tercera edad. El 50% deben ser aportadas en forma de proteína de origen animal (carnes, pescados ó huevos), sin embargo, con frecuencia se tiene poca apetencia por estos alimentos, por lo que se debe evaluar el uso de batidos proteicos.
• Grasas:
Las necesidades de grasa varían entre un 30-35% del total de la dieta. Se aconseja un consumo moderado de colesterol y especialmente el consumo de aceite de oliva, linaza o sacha inchi. Se debe disminuir la grasa animal por el alto contenido de ácidos grasos saturados y colesterol.
• Carbohidratos:
Las necesidades de carbohidratos se encuentran entre el 50-55% de las calorías totales. Con la edad aumenta el riesgo de Diabetes Mellitus y un elevado nivel de glucosa en sangre se asocia a un mayor deterioro funcional y a una limitación en las actividades de la vida diaria.
En el anciano diabético se aconseja disminuir este aporte prefiriendo el consumo de carbohidratos complejos, representados principalmente por los cereales, pan, pastas, papas ó legumbres. A su vez es necesario un aporte de fibra de 20-30 gr/día.
• Vitaminas y minerales:
En la tercera edad se aprecia una carencia de vitaminas y minerales debido al menor consumo de determinados alimentos, los procesos metabólicos disminuidos, el consumo de medicamentos y la asociación de enfermedades, aumentando sus necesidades de manera dramática.
Con la edad la absorción de Calcio va disminuyendo en relación con la menor secreción ácida gástrica y los niveles más bajos de Vitamina D por una menor secreción a nivel de la piel. La falta de ejercicio y la menopausia favorecen la pérdida de masa ósea.
También el déficit de hierro es un problema frecuente, sobre todo asociado al consumo prolongado de antiácidos y antiinflamatorios.
En general se recomienda la administración en dosis suficientes tanto de vitaminas y minerales para cubrir las necesidades fisiológicas del organismo.
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