OFICINA DE GERENCIA DE PROYECTOS

¿Cuándo se justifica la creación de una Oficina de Gerencia de Proyectos en una organización?

En el interesante mundo de los negocios, existen empresas cuya razón de ser se fundamenta en la ejecución de múltiples proyectos, en forma simultánea, con alcances que se mueven dentro de una variada gama de complejidad. Lograr el éxito, bajo este escenario, demanda de las organizaciones el compromiso de la implantación sistemática de metodologías, técnicas y herramientas de gerencia de proyecto, a través de una Oficina de Gerencia de Proyectos.

Sabemos que, los proyectos representan el vehículo que emplean las organizaciones para avanzar hacia sus objetivos estratégicos, en la búsqueda de maximizar su rentabilidad y posicionarse exitosamente en mercados de constante evolución y retos. Para alcanzar la meta deseada, se requiere que cada proyecto sea conducido por un gerente con amplios conocimientos, habilidades y actitudes en gerencia de proyecto, abarcando un horizonte que se extienda más allá de lo meramente técnico, y que le permitan realizar un arranque, recorrido y aterrizaje eficaz y eficiente.

Sin embargo, la novísima disciplina de gerencia de proyecto, por si sola, no le garantiza a la organización la llegada conjunta, de todos los proyectos, a feliz término. Para evitar que esta ilusión termine en un triste desengaño, la alta gerencia debe asumir el patrocinio de mecanismos que, se enfoquen en la gestión integradora de los elementos clave de éxito, identificados en la administración de proyectos a nivel organizacional. Entre los cuales se pueden mencionar, la coordinación simultanea y evaluación conjunta de proyectos, consolidación de resultados, orientación y canalización de comunicaciones, racionalización de recursos, capacitación del talento humano, disponibilidad y compartir de bases históricas de datos y lecciones aprendidas, consultoría interna, etc.

Si bien es cierto que, este tipo de acciones aumentan la carga burocrática asociada a los proyectos, también es cierto que, implantadas adecuada y balanceadamente, según las característica y necesidades de la organización, y obedeciendo a un planeamiento, redundara en el incremento de beneficios, tangibles e intangibles, para la organización. Logrando, de esta manera, imponerse la filosofía de la gerencia eficaz, sobre la cultura de la improvisación y de la des afortunada estrategia de ejecutar los proyectos bajo el burdo criterio del, como vaya viniendo vamos viendo.

Es indudable que, cuando el rendimiento económico de una empresa depende, directa y proporcionalmente, de los resultados de los proyectos que ejecuta, la creación de una Oficina de Gerencia de Proyectos constituye una acertada decisión, que viene a garantizar a la alta gerencia la implantación de una metodología, sobre gerencia de proyecto, homogénea para todos los tipos de proyectos que conforman la cartera de emprendimientos en la organización. Convirtiendo la diversidad de criterios y experiencias en un cántaro de conocimientos común y coherente para todos los gustos.

Sera el nivel de madurez organizacional, dentro de la empresa, la que permitirá la relación saludable, entre los niveles jerárquicos del proyecto, responsables de los resultados del mismo, a saber la Gerencia de la Oficina de Proyectos (OGP) y la Gerencia del Proyecto (GP). Donde el segundo, debe concebir al primero como un aliado que le facilitara la plataforma sobre la cual conducirá su proyecto en la ruta hacia el éxito.

En la actualidad, la Oficina de Gerencia de Proyecto, está considerada como un fenómeno emergente, cuya creación dentro de la organización se justifica, cuando la empresa se encuentra inmersa en una ambiciosa meta de ejecución, en paralelo, de proyectos con diferentes niveles de complejidad, los cuales ameritan una gerencia eficaz, por lo que la OGP garantiza una atención centralizada para la toma

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