Oncologia

La real dimensión de las radiaciones no ionizantes

El cuerpo humano, como el del resto de animales, u otros microorganismos vivos utiliza un tipo especial de electricidad que es esencial para su función, en el corazón y en el músculo, la electricidad se usa para producir movimiento. La electricidad es una forma de energía. Todo lo que nos rodea, incluyendo nuestro cuerpo, es materia hecha de átomos, los cuales producen la electricidad.

A partir de que en 1831, Michael Faraday descubrió la inducción electromagnética, y el mismo año demostró la inducción de una corriente eléctrica por otra, y que 1879 tomas Édison perfeccionara la lámpara incandescente se inició la actual era de modernización, debido a esto tenemos los aparatos eléctricos como son electrodomésticos, alambrados, redes de teléfono, wifi, teléfonos móviles etc.

Se avanza luego en la instalación de emisoras de AM, FM estaciones de TV, radares y gran cantidad de sistemas de comunicaciones con fines civiles y comerciales. Se utilizan cada vez más las radiofrecuencias con fines industriales, científicos y médicos. Casi simultáneamente comienzan a aparecer en los hogares muchos aparatos que generan o pueden generar CEM.

Es entonces cuando se advierten los primeros síntomas de inquietud por los efectos que esa contaminación pudiera llegar a provocar en el ambiente, las conocidas preocupaciones, de asegurar sistemas fiables de comunicación, orientación, control remoto, se añade la situación de los sistemas EM, de muy baja frecuencia y de alta potencia, y el campo amplio y de estricta actualidad de la incidencia biológica.

Los cuales son generadores de campos electromagnéticos los cuales unidos a las radiaciones que nos llegan desde el espacio y las que genera la propia tierra han hecho que nuestro habitad se convierta en un entramado de redes y ondas la cual conforman una tela de araña sin embargo es invisible a nuestros ojos, esta se conoce como contaminación electromagnética o electrosmog

Se entiende como contaminación electromagnética, también conocida como electrosmog, a la presencia de diversas formas de energía electromagnética en el ambiente, que por su magnitud y tiempo de exposición pueden producir riesgo, daño o molestia a las personas, ecosistemas o bienes en determinadas circunstancias.

Las fuentes electromagnéticas generan dos formas de energía: radiaciones ionizantes: que tienen fotones con energía suficiente como para producir la ionización de la materia. Radiaciones no ionizantes: sin energía suficiente para ionizar la materia. Dentro de las radiaciones no ionizantes existen varios tipos que son función de la frecuencia, que se mide en Hz (Hertz) o ciclos por segundo.

La intensidad de los campos producidos por el hombre, algunas veces exceden la intensidad de los campos naturales, los cuales existen desde la formación del planeta. En los últimos años hemos visto un crecimiento sin precedentes en el número y diversidad de fuentes de campos eléctricos y magnéticos

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