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PRACTICA DOCENTE, ESCUELA PÚBLICA Y EL SURGIMIENTO DE INSTITUCIONES FORMADORAS DE DOCENTES.

entei_0028 de Octubre de 2013

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UNIDAD 2, TEMA 4, OPC. C

PRACTICA DOCENTE, ESCUELA PÚBLICA Y EL SURGIMIENTO DE INSTITUCIONES FORMADORAS DE DOCENTES.

HAGA UN ESCRITO EN EL QUE SE DESCRIBAN Y ANALICEN LAS CONDICIONES ECONÓMICAS-SOCIALES Y PROFESIONALES EN QUE EJERCIERON LOS MAESTROS DURANTE EL PORFIRIATO.

Durante el Porfiriato, los maestros ocupaban una posición muy contradictoria al interior de la estructura social; en tanto crecía la demanda de maestros, sus condiciones de trabajo, su prestigio social y sus salarios permanecían bajos. Los maestros que trabajaban para el gobierno federal percibían mensualmente 50 pesos, en tanto que los municipales ganaban la mitad. Los maestros que percibían los más altos salarios, residían por lo general en las ciudades más grandes, en contraste con los maestros rurales, cuyas bajas percepciones se justificaban por el bajo costo de la vida en las comunidades rurales. Por norma, podría aceptarse que los bajos salarios se debían a las dificultades de los presupuestos nacional y regional, además de que todavía la educación pública y la enseñanza no eran aceptadas como válidas por la sociedad. Realmente en la práctica lo que se pretendió al final del Porfiriato, y por muy sobradas razones, muchos maestros eran agudos críticos del régimen y de sus ideólogos, empleando las mismas aulas para difundir los problemas de los opositores al Porfiriato.

Desde los inicios del régimen de Porfirio Díaz, hizo hincapié, con la necesidad de formar maestros. Hasta ese entonces, prácticamente no existía esta profesión de las maneras que las personas que medianamente sabían leer, escribir y contar se empleaban como preceptores, entre cartas que enviaban soldados, gobernadores, viudas, presos, niños, y la sociedad civil en general, aparecen las de los maestros, siempre escrita en un tono amable y de súplica.

En este archivo encontramos cartas tanto de maestros rurales como urbanos. Muchos maestros trabajaban en el campo. su situación era muy difícil, y así se lo hacían ver a Díaz. Debido que al campo eran enviados los maestros que no habían terminado sus estudios en escuelas normal, sus conocimientos se encontraban muy limitados y, por ello se quedaban muy bajos. A veces, no tenían donde vivir, y por ello se quedaban a dormir en la propia escuela.

El maestro urbano, quien, aunque de manera modesta, contaba con una vivienda, otro factor que caracterizó a los profesores de esta época fue su apoyo al régimen, ya que quienes deseaban conservar su empleo debían alinearse dentro del sistema. Esto explica su fidelidad hacia Díaz, pues se trataba de individuos que se encontraban muy solos, no existían organizaciones magisteriales que pudieran luchar por sus derechos:

LICENCIAS: Pedían licencias por medio de cartas que le hicieron llegar a Díaz. Algunas se relacionaban con la necesidad de descansar, ya que no todos los maestros gozaban con periodos de vacaciones. Algunos maestros que llevaban varios años trabajando fuera de la ciudad de México pedían su cambio con la idea de estar más cerca de Díaz y de sus familiares, pues decían que los maestros de la ciudad tenían mejores oportunidades de estudio y eran menos discriminados.

JUBILACIONES: Otra petición de los maestros era de su jubilación, relacionado con la necesidad que tenían de retirarse y descansar. No fue tarea fácil puesto que solo el presidente Díaz estaba otorgando jubilaciones a maestros de la ciudad con experiencia laboral entre 35 y 40 años ininterrumpidos de servicios magisteriales.

PETICIONES DE ROPA: La situación de los maestros era tan difícil que, no podían presentarse a trabajar por “falta de ropa”. También algunos normalistas atravesaban por muchas dificultades para poder asistir a clases. Algunos de ellos pedían una ayuda económica para comprar ropa y presentarse a la escuela

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