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PROCESO DEDESNATURALIZACIÓN


Enviado por   •  29 de Octubre de 2013  •  Tesis  •  9.123 Palabras (37 Páginas)  •  212 Visitas

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Capítulo 1PROCESO DEDESNATURALIZACIÓN

Hoy haré una introducción para tratar de explicar la significación y las dificul-tades del estudio que vamos a emprender. Lo que voy a exponer muy esquemáti-camente es una serie de problemas que nos vamos a encontrar a todo lo largo del estudio de los niños, sus dificultades, a las cuales volveremos continuamente. Me voy a referir, en primer lugar, a algunos de los prejuicios existentes sóbrelo que significa emprender un estudio como el que vamos a iniciar hoy. Ante todo lo siguiente: lo que se espera en nuestro medio según la formación existente, las costumbres universitarias y de los colegios, es adquirir una serie de conocimiento que no se poseen. Es como si los conocimientos existiesen ya en algún sitio –por ejemplo en unos libros, o en unas academias, o en unos institutos – los poseen algunas personas y los van a transmitir a otras. Esa es la imagen de la investigación que reina entre nosotros y la imagen de los estudios. Lo primero que tenemos que observar es como precisamente no se trata de eso. De lo que se trata más bien es de aprender a pensar un objeto, de accederá pensar un objeto en el que no podemos pensar por una serie muy vasta de obstáculos. Mejor dicho, porque tenemos ya muchas ideas adquiridas sobre ese objetó: el conjunto de las ideologías que existen sobre los niños. Nosotros no nos. Encontramos nunca con los niños, nos encontramos siempre con ideas sobre los niños, a través de las cuales los vemos, incluso cuando creemos verlos in vivo. El verdadero problema de la investigación es el de que para acceder a pensarun objeto, como los niños, que nos afecta directamente, tenemos que remover los obstáculos que nos impiden pensarlo y no adquirir simplemente un conjunto de conocimientos de que carecemos. Es natural que en nuestra sociedad la imagen del conocimiento esté copiada de la compra porque es una sociedad en la cual todo se vende y se compra; pero entonces el conocimiento se convierte en cosas, es decir, en informes: “Carezco de determinado número de informes que voy a adquirir.” Esa es la imagen de conocimiento que reina en nuestra sociedad, y no esta otra, por ejemplo: “Es necesario que transforme algo en mi manera de sentir y de pensar para acceder a conocer esto.” Pues precisamente, conocer algo que nos afecta de cerca es muy difícil, ya que conocer, allí, es transformarse. Por eso ha sido más fácil conocer las leyes del cielo y los movimientos de las estrellas que las causas de nuestros deseos. Y para el hombre las estrellas fueron un objeto de estudio mucho antes que los niños. Porque el orden de dificultades esun orden que depende estrictamente de en qué medida nos se afectan las cosas;en esa medida es precisamente más difícil. Aunque naturalmente todo problemanos afecta y en ese sentido todo estudio científico es difícil. También para estudiarel cielo fueron necesarias verdaderas luchas y mártires.Generalmente, como dice Althusser, nos es difícil plantear bien un problema,pero no por lo que se cree, porque lo desconozcamos en absoluto, sino porquetenemos ya, de antemano, demasiadas soluciones, estamos invadidos de ellas,por eso ni siquiera nos planteamos problemas.El estudio que vamos a hacer es pues un sentido en gran parte crítico de lasdiferentes ideologías que reinan sobre los niños, a través de las cuales piensan,se sienten, se viven y se utilizan. Los niños son por una parte objeto de amor,ciertamente, pero no existen, ni han existido nunca amores neutrales, amoresque no se empleen para alguna cosa, y la manera de amar a los niños estaarticulada con las manera de pensar de los adultos y de pensarse a sí mismo.Existen muchas ideologías sobre ese punto que están encarnadas en conductas, y en sentimientos y no sólo en ideas. No hay que pensar que se trata solamentede ideas.Consideremos por ejemplo las formas que podemos llamar moralistas, desdelas cuales se han abordado los problemas de la infancia. Una conducta muy fre-cuente es el empleo de amor a los niños como una manera de culpabilizar a losadultos.Enesesentidolosniñosseestimansegúnlaantiguatradición“inocentes”y los adultos se estiman correlativamente (aunque no se diga esa palabra) “culpa-bles”, perturbadores de la espontaneidad y de la inocencia infantil. El niño quedaasí colocado como un enfoque sobre los adultos.Es muy antiguo el problema y lo podemos encontrar ya en los Evangelios, ytal vez antes. Se dan dos figuras correlativas: la formulación de los niños comoun valor en sí; la formulación de la inocencia como el mito primitivo del origen decada ser individual, y a la imagen del escándalo, que liquida la inocencia, como elpecado principal. Es decir, todo el conjunto que se da por ejemplo en el mito delparaíso perdido. Es un mito que contiene un fenómeno que no siempre es visto,y lo subraye. En el paraíso perdido se trata, como ustedes saben, de la inocenciaperdida. Se muestra como viene la vergüenza de la sexualidad, “se cubrieron conhojas de parra”, y como se trataba precisamente de no comer el fruto del árbol delconocimiento del bien y del mal, mientras tanto estaban en la inocencia. Pero hayun detalle que incluso los teólogos han llegado a observar en medio de sus com-plicadísimas disquisiciones sobre el Génesis, y es el de que ese mito contieneun aspecto muy curioso porque Dios aparece como una figura bastante culpabi-lizada, por supuesto entre líneas. Ante todo, al decir aquello de “No comeréis elfruto del árbol” etc., hace una prohibición que ya es una tentación, puesto que sequiere decir “podréis hacerlo”, a nadie le puede prohibir lo que no puede hacer,naturalmente, y si se le prohíbe se le insinúa que puede hacerlo. El juego del pro-hibidor que al mismo tiempo es un insinuador está claramente allí. Ese mito esmuy fuerte todavía, no porque la gente crea en la culebra o en cosas por el estiloaún, sino en la idea fundamental de una época de la vida en la que fue inocentey de la que se salió por una desgracia; por una parte –“salir paraíso”—y por otra parte una adquisición –el conocimiento del bien y del mal. En ese sentido sigue funcionando perfectamente esa mitología. No basta pues hacerle refutacionescomo por ejemplo las que hacen las gentes ilustradas, que demuestran que esono pudo haber sido posible por medio de investigaciones antropológicas y arque-ológicas. Eso de todas maneras no remueve un mito que está encarnado en lavida cotidiana y que sigue teniendo sus raíces no precisamente en ningún origenhistórico particular, sino en la conducta actual de todos. Entonces uno puede pre-guntarse, de dónde procede esa idea de la inocencia infantil; idea que ha sido unobstáculo histórico tan importante para mirar la conducta de los niños.La inocencia es un concepto muy curioso, es una especie de ignorancia felizo una felicidad en la ignorancia, o una ignorancia

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