PROGRAMA DE ASESORIAS

PROGRAMA DE ASESORIAS

I. PRESENTACIÓN

Es importante reconocer que a lo largo de su historia, el Colegio ha implementado diversas estrategias que le han permitido incrementar el número de alumnos que concluyen sus estudios de bachillerato con una mejor formación.

Lo anterior se evidencia en el aumento de los índices de eficiencia terminal, que para el caso de la generación 2009 —la cual egresó en julio de 2011— se ubicó en 57.6%.2 No obstante, es imprescindible acompañar estos resultados con el reforzamiento de las acciones que permitan mejorar la formación de los alumnos.

Los Programas Institucionales de Asesorías (PIA) y Tutorías (PIT) constituyen un apoyo fundamental y complementario a la labor que se realiza de forma cotidiana en las aulas.

Ambos programas tienen como propósito contribuir a mejorar la calidad de los aprendizajes y evitar al rezago académico de los alumnos a través del acompañamiento permanente a lo largo de su trayectoria escolar; si bien cada uno se especializa en áreas de intervención específicas.

Desde el punto de vista estrictamente semántico, acompañar significa unirse con alguien para ir a donde él va al mismo tiempo, lo que involucra tres dimensiones: relacional, espacial y temporal.

En el terreno escolar, la labor de acompañamiento implica acercarse al alumno y mantenerse al tanto de su desarrollo académico, de tal manera que en el momento en que éste enfrente algún obstáculo, se le pueda apoyar en la superación del mismo, fomentando paralelamente la responsabilidad y autonomía del individuo.

Dentro del acompañamiento, el área de intervención de los tutores abarca todos los aspectos vinculados con la trayectoria escolar de los alumnos, mientras que la labor de los asesores se enfoca en los factores de tipo cognitivo-disciplinares. Lo anterior se muestra gráficamente en la siguiente figura:

ACOMPAÑAMIENTO DE LA TRAYECTORIA ESCOLAR (PIT y PIA)

En el esquema se ubican las diferentes áreas de intervención que tienen los programas institucionales y la interrelación que guardan uno con otro. En términos generales, los tutores detectan necesidades de diversa índole —académica, disciplinaria, de integración, vocacional, entre otras—; canalizan a las instancias correspondientes para su atención—PIA, Secretaría Académica, Psicopedagogía, Servicios Escolares, Siladín, entre otros- y realizan un seguimiento permanente de sus tutorados, así como la evaluación de los resultados alcanzados por su intervención.

Por su parte, los asesores orientan a los alumnos —canalizados por los tutores u otras instancias o que asisten por iniciativa propia- en la adquisición y/o consolidación de los aprendizajes señalados en los Programas de las distintas asignaturas —a través de la planeación estratégica del aprendizaje. Para lograrlo, también realizan el diagnóstico, planeación, seguimiento y evaluación del proceso de aprendizaje de los alumnos en la asignatura que imparten, considerando siempre para ello el Modelo Estadístico de la Trayectoria Escolar.

Lo anterior nos muestra la importancia de que estos dos Programas —PIA y PIT— se consoliden y trabajen de forma coordinada en la conjunción de esfuerzos que se traduzcan en el egreso de más y mejores alumnos.

II. INCORPORACIÓN DEL MODELO ESTADÍSTICO DE TRAYECTORIA ESCOLAR

Una de las directrices que debe orientar los programas institucionales es el Modelo Estadístico de la Trayectoria Escolar.

Este modelo surge a raíz de los diversos estudios que se han realizado en el Colegio sobre la trayectoria escolar de los alumnos, en los que ha sido posible constatar la relación que existe entre los antecedentes académicos y sociodemográficos de los estudiantes a su ingreso y sus posibilidades de egreso en tres años. Tales indicadores son: promedio de secundaria, calificación del examen de ingreso al bachillerato universitario, calificación del examen diagnóstico (ED) y género, siendo el promedio de

secundaria el indicador cuyo valor predictivo es el más alto.

A partir de estos datos es posible ubicar desde su ingreso, a aquellos alumnos que tienen menor probabilidad de egreso en tres años, es decir, a los alumnos en riesgo, que se caracterizan por reunir el siguiente perfil: a) promedio de secundaria menor a 8.0, b) calificación de examen de ingreso al bachillerato menor a 7.5 y, c) calificación de examen diagnóstico de ingreso menor a 6.0.

Por otro lado, el Modelo Estadístico de la Trayectoria Escolar permite predecir el porcentaje de eficiencia terminal esperado para una generación determinada, así como el tiempo que un alumno tardará en concluir sus estudios de bachillerato. Este modelo se estructura en una pirámide cuyos niveles representan cada uno de los seis semestres que corresponden al tiempo reglamentario para concluir los estudios de bachillerato.

En la siguiente pirámide puede observarse, por ejemplo, el comportamiento de la generación 2009:

Generación 2009

Fig. 2. Modelo Estadístico de la Trayectoria Escolar de la generación 2009

Al hacer una observación detallada de la figura, es posible notar dos hechos relevantes:

• A partir del término del segundo semestre el número de alumnos regulares disminuye para recuperarse finalmente en el sexto semestre. Se advierte también que la proporción de alumnos regulares al finalizar el primer semestre, es prácticamente la misma que la de alumnos regulares al término del sexto semestre —en el caso de la generación 2009 se trata del 56% y 57% respectivamente—.

• Conforme avanzan los semestres algunos alumnos comienzan a acumular materias adeudadas, de tal forma que al concluir el segundo semestre y hasta el sexto, es posible distinguir tres grupos de estudiantes de acuerdo al número de materias acreditadas:

a) regulares, b) irregulares con posibilidad de egreso en cuatro años y, c) posibles desertores. Esta distinción permite pronosticar, por ejemplo, que los alumnos que ingresan a quinto semestre adeudando 10 materias, egresarán en cuatro años o más.

Programa institucional de asesorías (PIA)

Lo anterior tiene consecuencias para el establecimiento del perfil del

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